Los h¨¦roes renacen en Telemark
El rodaje de una serie sobre el sabotaje de las instalaciones nazis de agua pesada en Noruega revive una de las grandes aventuras de la II Guerra Mundial
Los nueve valientes avanzan con decisi¨®n entre la nieve cargados de armas, explosivos y coraje. La luz de la luna recorta la imponente silueta de su objetivo en esta noche fr¨ªa y peligrosa. Se detienen un momento para observar el puente vertiginoso que atraviesa el valle y por el que est¨¢ cruzando un veh¨ªculo militar alem¨¢n ante el ojo atento de los centinelas, que esgrimen rifles y se cubren con cascos de acero. En las monta?as de Telemark, en el coraz¨®n de la Noruega ocupada por los nazis, donde sobrevivir solo est¨¢ al alcance de los m¨¢s osados (?y los mejores esquiadores!), un pu?ado de hombres va a acometer ¡ªde nuevo¡ª una de las operaciones de comandos m¨¢s famosas de la II Guerra Mundial: el sabotaje de las instalaciones de la compa?¨ªa industrial Norsk Hydro en Vemork donde se fabrica el agua pesada, ingrediente imprescindible para las ambiciones de Hitler de lograr la bomba at¨®mica.
Pero alguien grita "?corten!" y los saboteadores ¡ªnoruegos en uniforme brit¨¢nico para evitar represalias¡ª se yerguen sacudi¨¦ndose la nieve. J¨®venes sol¨ªcitas con coloridos anoraks les acercan caf¨¦s y mantas. Todo un ej¨¦rcito de t¨¦cnicos, ocultos hasta entonces, se pone en movimiento para preparar la siguiente escena. No pierdo la ocasi¨®n de abalanzarme sobre el l¨ªder de los comandos y darle un sentido abrazo de parte de todos los que recordamos y admiramos esa gesta. Tobias Santelmann, que encarna al legendario Joachim Ronneberg, me mira perplejo, pero luego sonr¨ªe; e incluso me deja sujetar su metralleta Thompson mientras mordisquea un bocadillo. Le se?alo que el s¨¢ndwich parece m¨¢s apetitoso que las gachas a base del contenido del est¨®mago de un reno y sangre que se vieron forzados a comer los verdaderos saboteadores mientras permanec¨ªan emboscados en la monta?a durante meses preparando la operaci¨®n. Asiente: "El rodaje est¨¢ siendo duro, pero no tanto como la aventura original, afortunadamente".
La producci¨®n es m¨¢s fiel a los hechos que el filme con Kirk Douglas de 1965
Se rueda estos d¨ªa en los escenarios reales de la gran misi¨®n b¨¦lica de 1943 y con m¨¢s de 400 extras The heavy water war, La guerra del agua pesada, una espectacular serie para televisi¨®n de seis cap¨ªtulos de 45 minutos cada uno sobre aquel formidable episodio. La producci¨®n, noruego brit¨¢nica y dirigida por Per-Olav Sorensen, narra la historia inmortalizada previamente en un inolvidable filme de Hollywood de 1965, Los h¨¦roes de Telemark, con direcci¨®n de Anthony Mann y con Kirk Douglas y Richard Harris de protagonistas, pero quiere ser m¨¢s fiel a los hechos (los personajes de Douglas y Harris, Rolf Pedersen y Knut Straud, respectivamente, eran ficticios), y ofrecerlos adem¨¢s en toda la amplitud de su contexto hist¨®rico. As¨ª, la serie tiene la operaci¨®n de sabotaje en su centro (y la cuenta tal y como sucedi¨®), y explica, por supuesto, la ejemplar odisea de supervivencia de los comandos escondidos en los agrestes parajes de Hardangervidda, pero arranca en 1933 con los intentos del alem¨¢n Heisenberg por arrebatar sus secretos al ¨¢tomo y se extiende hasta el lanzamiento en 1945 de la primera bomba at¨®mica sobre Hiroshima.
"Hay todo un trasfondo pol¨ªtico y cient¨ªfico que no aparec¨ªa en el filme de Hollywood", explica el productor sobre el terreno Roy Anderson, mientras a su alrededor se amontonan paraca¨ªdas, cascos, bayonetas y otros elementos de atrezo. Anderson marca distancias con la pel¨ªcula de Anthony Mann. "Esto no es de ninguna manera un remake, ni tenemos miedo de la comparaci¨®n; de hecho, para infinidad de j¨®venes esta ser¨¢ la primera vez que les cuenten la historia", recalca. "Estamos mucho m¨¢s cerca de los hechos hist¨®ricos, hemos investigado en profundidad y ofrecemos una visi¨®n much¨ªsimo m¨¢s completa, narrada con una nueva sensibilidad m¨¢s actual". La pel¨ªcula de 1965 se inventaba un tiroteo que no existi¨® en realidad y la muerte de un miembro del comando. Lo cierto es que aquella noche no se efectu¨® ni un disparo ni result¨® muerto ni herido nadie. Fue una acci¨®n limpia, tan bien planificada y realizada que hasta recibi¨® elogios del general Von Falkenhorst, el comandante de las fuerzas alemanas en Noruega. Menos gracia les hizo a los oficiales de la guarnici¨®n enviados como castigo por su negligencia al frente del Este...
La haza?a de los comandos atrae turistas cada a?o a la zona
Anderson explica que la serie presta especial atenci¨®n a los dilemas morales de los personajes y trata de ofrecer matices y distintos puntos de vista. ?Quiere decir eso que los h¨¦roes son menos h¨¦roes?, pregunto inquieto. "No, no, en absoluto, y el tono ¨¦pico est¨¢ garantizado, tranquilo".
En realidad, existi¨® una primera pel¨ªcula de 1948 sobre el sabotaje de aquella noche del 27 al 28 de febrero de 1943, Kampen om tungtvannet (La batalla del agua pesada), noruega, en blanco y negro, muy rigurosa y con varios de los personajes ¡ªPoulsson, Kjelstrup, Haukelid, Kayser (esa gran selecci¨®n de valientes)¡¡ª interpretados por los propios comandos, haciendo de s¨ª mismos. En la pel¨ªcula tambi¨¦n aparec¨ªa Knut Haugland, el miembro del grupo que luego form¨® parte ¡ªamontonando aventuras¡ª ?de la expedici¨®n de la Kon-Tiki! Se da la casualidad de que el actor que encarn¨® al propio Haugland en la nueva pel¨ªcula de 2012 sobre la famosa balsa es el citado Tobias Santelmann, que interpreta en The heavy water war a Ronneberg.
El rodaje, extraordinariamente complicado por el clima (no para de nevar), ha llenado de soldados alemanes el tranquilo pueblo de Rjukan, vecino a la f¨¢brica de Vemork, en el que todav¨ªa mucha gente recuerda la ocupaci¨®n nazi. Los militares se mueven con discreci¨®n pero encontr¨¢rtelos en la calle provoca la natural alarma, como ver que en el Saheim, la antigua central el¨¦ctrica, reconvertida en Kommandantur, flamea la bandera nazi.
El reclamo de la haza?a de los comandos atrae pu?ados de turistas cada a?o a la zona; hay una exposici¨®n (aunque la est¨¢n renovando) en el museo en que se ha convertido la antigua f¨¢brica de Vemork, est¨¢n se?alizados algunos de los puntos principales de la peripecia y se organizan actividades como la Marcha de los Saboteadores, que resigue anualmente su itinerario y en la que acostumbraban a participar los viejos supervivientes de la operaci¨®n. Rjukan cuenta con un telef¨¦rico que arroja vistas del valle escenario de la aventura y anima a los irredentos so?adores a mezclar Los h¨¦roes de Telemark con El desaf¨ªo de las ¨¢guilas.
Cuatro ataques para que Hitler no lograra la bomba
En realidad hubo cuatro intentos aliados de detener la producci¨®n de agua pesada (D2O, ¨®xido de deuterio, un subproducto de los procesos qu¨ªmicos para obtener fertilizantes artificiales que era el objetivo principal de la f¨¢brica de Vemork). El primero, la operaci¨®n Freshman, en noviembre de 1942, fue un completo desastre al estrellarse los dos planeadores cargados de comandos brit¨¢nicos que deb¨ªan atacar la planta: en total murieron, en el accidente o fusilados despu¨¦s por los alemanes ¡ªen lo que fue un crimen de guerra¡ª, 33 soldados. El segundo intento, llevado a cabo por noruegos entrenados por el Special Operations Executive (SOE) y lanzados en paraca¨ªdas en medio de la salvaje naturaleza noruega invernal (operaci¨®n Grouse/Gunnerside), es el que culmin¨® la noche del 27 al 28 de febrero de 1943 con el c¨¦lebre y exitoso ataque a las instalaciones de Norsk Hydro. El tercero, al revelarse que los alemanes hab¨ªan sido capaces de reemprender la producci¨®n, fue un masivo ataque a¨¦reo en noviembre de 1943 a cargo de 160 bombarderos de la US Air Force que caus¨® la muerte de 22 civiles noruegos y a la postre result¨® infructuoso (la serie muestra en tosa su crudeza el bombardeo). El cuarto (y definitivo) intento fue la colocaci¨®n de una bomba por los saboteadores noruegos en el transbordador Hydro que cargaba las existencias de agua pesada con destino a Alemania, y que se hundi¨® el 20 de febrero de 1944 en medio del lago Tinnsjo, arrastrando los sue?os at¨®micos de Hitler pero tambi¨¦n a 14 inocentes pasajeros noruegos, entre ellos una ni?a de tres a?os.
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