Viaje al interior de Buenafuente
El c¨®mico debuta como director de documentales con ¡®El culo del mundo¡¯, en el que indaga sobre la risa y sus creadores
En mayo de 2012 Andreu Buenafuente (Reus, 1965) se qued¨® sin programa de televisi¨®n. Cosas de las audiencias. Lo que sigui¨® fue periodo (inesperado) m¨¢s largo que ha estado el c¨®mico catal¨¢n sin aparecer en la peque?a pantalla¡ lo que no quiere decir que se quedara mano sobre mano. Ayer, en el certamen de cine espa?ol de M¨¢laga se estren¨® El culo del mundo, el documental que empez¨® en septiembre de 2012, cuando Buenafuente se va a Argentina a conocer a un televidente, alguien que desde el peque?o pueblo de San Nicol¨¢s de los Arroyos le envi¨® un correo electr¨®nico asegur¨¢ndole que le echaba de menos. De paso, se reencuentra con su primer jefe, Carlos Peisojovich, el hombre que le permiti¨® debutar como locutor en 1982 en Radio Popular junto a otro joven con ganas de hacer cosas diferentes: Carles Francino.
La charla con Peisojovich lleva a Buenafuente a plantearse qu¨¦ es lo que empuja a los c¨®micos a su desaforada misi¨®n en la vida, hacer re¨ªr, y por eso empieza a entrevistar a sus compa?eros¡ pero el documental cambia. Buenafuente sigue rodando, el filme se convierte en un retrato laudatorio de su trabajo, del reconocimiento a su labor del resto de los humoristas. Y la c¨¢mara tambi¨¦n testifica los esfuerzos de su director por sacar adelante un programa de televisi¨®n. ¡°Me gusta que el p¨²blico se d¨¦ cuenta de que no por ser Buenafuente tengo un espacio en la programaci¨®n¡±, cuenta por tel¨¦fono el aludido. En El culo del mundo se oye a Berto Romero asegurar: ¡°Su vida es la comedia¡±; a Jordi ?vole se?alar: ¡°Sin tele no est¨¢ completo¡±; a ¨¦l mismo hablar del ego de trabajar buscando la reacci¨®n inmediata del p¨²blico que tiene enfrente¡ Tambi¨¦n hay momentos en los que Buenafuente no est¨¢ delante de quien presta testimonio, y algunos de sus amigos dibujan su car¨¢cter, e incluso su pareja, la c¨®mica Silvia Abril, contar con algo de dolor que Andreu le dice que su felicidad plena la alcanza en un plat¨® de televisi¨®n. ¡°Fue una sensaci¨®n extra?a ver esas tomas en el montaje, tiene algo de terapia. Mi filme tiene tambi¨¦n una b¨²squeda del sentido de mi profesi¨®n, lo que solo puedes hacer cuando no est¨¢s metido en un programa¡±. Buenafuente aprovecha para tener charlas con sus compa?eros ¡ª¡°profundas, conversaciones que nunca hab¨ªa tenido tiempo de plantearme¡±¡ª sobre su labor, y reconoce que se plante¨® El culo del mundo con una intenci¨®n, aunque a medida que grababa cambi¨® de direcci¨®n: ¡°Es cierto. Me tir¨¦ a la piscina con cierto p¨¢nico porque no ten¨ªa guion, y paso a paso se fue configurando. De repente la creaci¨®n de un nuevo programa se convirti¨® en otra trama, y creci¨® hasta ser la principal¡±.
¡°Aunque no pueda parecerlo, soy muy pudoroso¡±, confiesa entre risas el ahora cineasta. ¡°Ped¨ª que, como no estaba presente cuando grababan a la gente hablando de m¨ª, que no fuera un homenaje. Al final creo que es universal, que sirve para retratar a cualquier c¨®mico¡±. Entre los interrogados aparecen el Gran Wyoming, que das dos incre¨ªbles pinceladas de sinceridad y realismo. ¡°A m¨ª me gustan todos. Tambi¨¦n est¨¢ Berto, que va al fondo de todo y habla con mucha normalidad con un tono extra?o para un c¨®mico, y confiesa esa sensaci¨®n de que lo hacemos es una droga. Es que vivimos tiempos en el plat¨® que no existen en la vida normal, m¨¢s pausada. Por otro lado deber ser as¨ª: vivir siempre en un programa ser¨ªa un pasaporte para la locura¡±. Se ha quedado mucho fuera en el montaje, y estamos plante¨¢ndonos recuperarlo de otra manera¡±. ?Como una miniserie sobre la comedia en Espa?a? ¡°Puede ser, puede ser¡±.
Buenafuente tiene claro que hay que hacer comedia ocurra lo que ocurra: ¡°No s¨¦ si siempre, pero desde luego luchar porque la actitud est¨¦ ah¨ª, no dar demasiada importancia a todo al contrario de que los tiempos que vivimos parecen empujarnos a hacer. Esa lecci¨®n la aprend¨ª de mi padre, uno de los hombres m¨¢s divertidos que conoc¨ª, un hijo de la posguerra, de la necesidad, incluso del hambre, pero que siempre se olvid¨® de todo. A¨²n hoy me parece admirable¡±. ??l siempre ha querido hacer comedia? ¡°En los largos meses, hasta noviembre de 2013, que empec¨¦ mi programa actual, pas¨¦ ¨¦pocas muy jodidas, tuve dudas. Como el resto de los espa?oles. Ves tu empresa [la productora El Terrat] tocada, el horizonte plomizo¡ Hay d¨ªas en que piensas que no va a brotar nada divertido. La b¨²squeda de un programa se convierte casi en una supervivencia mental, porque all¨ª es cuando me r¨ªo, y yo necesito re¨ªrme¡±.
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