¡®Batucada¡¯ literaria en Buenos Aires

En la ciudad que alberga un buen manojo de las m¨¢s bellas librer¨ªas de Am¨¦rica, en la misma urbe donde los caf¨¦s parecen bibliotecas de tanta gente como se engolfa en la lectura, comenz¨® el jueves la Feria del Libro de Buenos Aires. Durante tres semanas buena parte de la cultura argentina gravitar¨¢ alrededor de los 45.000 metros cuadrados donde se ubica el predio de La Rural. Ese mismo espacio donde en otra ¨¦poca del a?o los ganaderos muestran sus mejores sementales ahora se ver¨¢ invadido por ese invento que Jorge Luis Borges llam¨® el instrumento m¨¢s asombroso del hombre, una extensi¨®n de la memoria y de la imaginaci¨®n. El libro.

Hasta el 12 de mayo ir¨¢n llegando cientos de escritores que se repartir¨¢n entre m¨¢s de mil actividades. Una vez m¨¢s, como cada a?o, m¨¢s de un mill¨®n de personas pagar¨¢n por entrar en la Feria. No es muy caro el precio: 25 pesos (unos dos euros) vale la entrada los d¨ªas laborables y 40 los festivos. Pero hay que pagarlo. Y el p¨²blico no suele fallar. As¨ª lo ha venido haciendo durante d¨¦cadas hasta completar 40 a?os que son los que cumple esta semana la Feria.

El encargado de abrir la fiesta fue el padre de una ni?a que tambi¨¦n anda de celebraciones, ya que el pr¨®ximo 29 de septiembre su hija cumplir¨¢ los 50 a?os de vida: el dibujante Joaqu¨ªn Salvador Lavado, alias Quino, creador de Mafalda. Quino encontr¨® una raz¨®n muy sencilla para explicar la vigencia de su personaje: ¡°El mundo comete los mismos errores¡±.

Hoy acude Arturo P¨¦rez Reverte para charlar sobre su ¨²ltima novela, El francotirador paciente, junto a su amigo el periodista y escritor argentino Jorge Fern¨¢ndez-D¨ªaz. Y ma?ana mantendr¨¢n un di¨¢logo el estadounidense Paul Auster y el Premio Nobel sudafricano J.M. Cotzee. La conversaci¨®n ser¨¢ una especie de ep¨ªlogo del cruce epistolar que ambos mantuvieron entre 2008 y 2011 y cuyas cartas dieron lugar al libro Aqu¨ª y ahora.

Ir¨¢n llegando tambi¨¦n la novelista espa?ola Almudena Grandes, el cubano Leonardo Padura, el mexicano Mario Bellatin, el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, los chilenos Pedro Lemebel y Diamela Eltit, el boliviano Edmundo Paz Sold¨¢n, el colombiano Dar¨ªo Jaramillo, el puertorrique?o Eduardo Lalo y el peruano Iv¨¢n Thays, entre muchos otros. Para aquellos que se hayan quedado con ganas de saber algo m¨¢s sobre Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, el novelista y periodista de este diario Juan Cruz pronunciar¨¢ una charla sobre el Nobel colombiano.

Pero la aut¨¦ntica avalancha de artistas llegar¨¢ desde la urbe m¨¢s poblada de Am¨¦rica. El a?o pasado la ciudad invitada fue Amsterdam y esta vez ser¨¢ S?o Paulo. Y con S?o Paulo aterriza toda la vitalidad de lo que se dio a conocer como la ¡°literatura de la periferia¡±. No pod¨ªa faltar a la cita Ferr¨¦z, nombre art¨ªstico del padre de ese movimiento. Ferr¨¦z, o Reginaldo Ferrera da Silva, naci¨® en 1975 en una favela de S?o Paulo donde poco a poco se le fueron muriendo casi todos los amigos de la infancia. Su madre, despu¨¦s de limpiar casas, escrib¨ªa versos como este en los pa?os de cocina: ¡°El coraz¨®n de los otros es una tierra por donde nadie camina¡±. ?l decidi¨® seguir viviendo en la favela de Cap?o Redondo, public¨® en 2003 la novela Manual Pr¨¢ctico del odio, cre¨® un centro cultural en el barrio y acu?¨® el t¨¦rmino de ¡°literatura perif¨¦rica¡± bajo el lema ¡°oro mundial de j¨®venes negros y de pobres¡±.

A partir de Ferr¨¦z se empezaron a organizar en la ciudad decenas de ¡°saraos¡±, una especie de tertulias de creadores organizadas generalmente en bares de S?o Paulo reconvertidos en centros culturales. A la Feria llegar¨¢n cuatro saraos con 25 integrantes cada uno. Y adem¨¢s, van a concurrir escritores tan heterog¨¦neos como Helo¨ªsa Prieto, Reinaldo Moraes, Juliana Frank, Ricardo Lisias, Arnaldo Antunes y Luiz Ruffato.

Gabriela Adamo, directora de la Feria, recuerda que en Argentina, despu¨¦s de la crisis de 2001, tambi¨¦n surgieron cooperativas donde se intercambiaban cualquier tipo de alimentos, objetos o ideas. ¡°Ah¨ª se se empezaron a dar clases de teatro y se recuper¨® buena parte de la cultura argentina¡±, recuerda Adamo. ¡°Esta literatura perif¨¦rica de S?o Paulo tiene un sentido similar: recuperan barrios en crisis a trav¨¦s de actividades culturales. Me parece muy interesante el trabajo de las peque?as y j¨®venes editoriales brasile?as que publican estos libros. Y tambi¨¦n las que lo est¨¢n traduciendo en Argentina. Hay una, Corregidor, que ha hecho las 40 ferias con nosotros. Sigue siendo una editorial peque?a, pero muy metida en esta movida novedosa y joven¡±.

Pero la fiesta no se detiene solo en Brasil. ¡°Si se imprimiera todo el programa de actividades ocupar¨ªa 75 p¨¢ginas¡±, se?ala la directora de la Feria. ¡°Tener en el primer fin de semana a P¨¦rez Reverte, Auster y Coetzee ya es un logro inmenso¡±. Adamo se muestra contenta de que Espa?a haya vuelto a la Feria. ¡°Hace dos a?os que no ven¨ªa. La versi¨®n oficial es que su ausencia se deb¨ªa a la crisis econ¨®mica de Espa?a. Pero una feria internacional del libro en Latinoam¨¦rica sin la presencia de Espa?a era un desprop¨®sito¡±.

Adamo no disimula la alegr¨ªa ante la llegada del cap¨ªtulo 40?. ¡°Cumplir 40 a?os sin interrupciones en un contexto como Argentina es algo digno de festejarse. Crecer y sumar el compromiso del p¨²blico es un motivo de gran orgullo y alegr¨ªa. Y eso es lo que estamos transmitiendo en la Feria¡±.