Espa?a en el avispero
El impacto de la no beligerancia y de los conflictos derivados de las presiones exteriores fue enorme en el capitalismo, el nacionalismo vasco o el sindicalismo de masas
En el centenario del estallido de la I Guerra Mundial, resulta l¨®gico que se sucedan las publicaciones en torno a un suceso que alter¨® decisivamente la faz del mundo, y de modo espec¨ªfico la del Viejo Continente, poniendo en marcha la tr¨¢gica secuencia de lo que Ernst Nolte llam¨® ¡°la guerra civil europea¡±, cerrada solo en 1945. Esa dependencia, vigente a su juicio hasta hoy, ha sido explicada por Ricardo Artola en su reciente La I Guerra Mundial. De Lieja a Versalles,editado por Alianza, donde asimismo apareci¨® ya hace 30 a?os el innovador retrato de la contienda por Marc Ferro.
Entre los libros sobre el conflicto, Espa?a en la Gran Guerra. Esp¨ªas, diplom¨¢ticos y traficantes, obra de Fernando Garc¨ªa Sanz, tiene car¨¢cter particular. Se trata de un estudio monogr¨¢fico sobre la mal llamada neutralidad espa?ola entre 1914 y 1918, desde el punto de vista de las relaciones internacionales y basado en un trabajo exhaustivo sobre fuentes diplom¨¢ticas. La fragilidad del Estado espa?ol, y en particular de su acci¨®n exterior y de su poder militar tras el desastre, es el punto de partida para abordar una explicaci¨®n detallada de las peripecias a que se vio arrastrada la pol¨ªtica exterior espa?ola, con las l¨®gicas consecuencias internas, por la incidencia que sobre ella ejercieron los intereses enfrentados de las potencias en guerra. El espionaje y el impacto de la guerra submarina de Alemania ocupan as¨ª un papel destacado que Garc¨ªa Sanz reconstruye minuciosamente, guiando al lector por los vericuetos de un laberinto de presiones. Era, resume el autor, ¡°un panorama que dec¨ªa muy poco del respeto a la neutralidad ¡ªempezando por el que deber¨ªan haber impuesto los Gobiernos de Espa?a¡ª y del ejercicio de la soberan¨ªa, mientras que pon¨ªa en evidencia la debilidad del Estado, del sistema pol¨ªtico y de todos y cada uno de sus Gobiernos¡±. La imagen de Espa?a experiment¨® en consecuencia un inevitable deterioro, en contra de las expectativas de protagonismo en la mediaci¨®n que desde el principio anidaron en la no menos fr¨¢gil cabeza de Alfonso XIII.
La cuesti¨®n es si con esta espl¨¦ndida cr¨®nica el lector tiene ante s¨ª un cuadro suficiente sobre los cambios que la oscilante ¡°neutralidad¡± ¡ªporque finalmente no se entr¨® en guerra¡ª determin¨® en la pol¨ªtica y en la sociedad espa?ola del periodo. Es la limitaci¨®n cl¨¢sica de una historia de las relaciones internacionales en torno a un solo pa¨ªs que renuncie a profundizar en las repercusiones de esas relaciones sobre los citados procesos sociales y pol¨ªticos. El Estado y los Gobiernos espa?oles forman parte de Espa?a, pero Espa?a es algo m¨¢s. El impacto de la no beligerancia y de los conflictos derivados de las presiones exteriores fue enorme en cuanto a la acumulaci¨®n capitalista y a su incidencia sobre el auge del nacionalismo vasco, la cristalizaci¨®n de la democracia en la revista Espa?a o la aparici¨®n de un movimiento sindical de masas, infiltrado adem¨¢s en Catalu?a por un pistolerismo en cuya formaci¨®n intervienen los fondos del espionaje. Todo ello sin olvidar un segundo impacto, registrado tambi¨¦n en el curso de la guerra y sobre el cual las potencias no dejan de intervenir, singularmente Alemania: esa revoluci¨®n rusa sobre la cual Alfonso XIII da fe de su despiste pol¨ªtico.
En el libro de Garc¨ªa Sanz encontramos a la Mata Hari y a la esp¨ªa ocasional que fuera Pilar Mill¨¢n Astray, pero faltan sir Ram¨®n de la Sota, el naviero nacionalista enriquecido con los fletes; Nicol¨¢s Mar¨ªa de Urgoiti, el fundador del gran diario aliad¨®filo ¡ªsin subvenciones¡ª El Sol, e incluso, m¨¢s all¨¢ de una menci¨®n aislada, Luis Araquist¨¢in, bien conocido por los estudios publicados ya en los a?os setenta sobre su relaci¨®n con los servicios secretos brit¨¢nicos, que hace posible el desenvolvimiento de su ideario reformador. Por no hablar del proceso de nacionalizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola. Las repercusiones ideol¨®gicas del conflicto ¡ªno la cascada de posicionamientos puntuales¡ª apenas existen. ?Espa?a en la Gran Guerra? ¡°El Estado espa?ol en la Gran Guerra¡±, hubiera sido un t¨ªtulo m¨¢s adecuado para este valioso trabajo.
Espa?a en la Gran Guerra. Esp¨ªas, diplom¨¢ticos y traficantes. Fernando Garc¨ªa Sanz. Galaxia Gutenberg. Madrid, 2014. 445 p¨¢ginas. 23,50 euros.
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