¡°He llegado a tocar la gloria¡±

El torero Miguel ?ngel Perera (Puebla del Prior, Badajoz, 1983) todav¨ªa no ha aterrizado. Ha hecho historia al salir dos veces por la Puerta Grande de las Ventas en esta feria de San Isidro, y a¨²n con la resaca de una larga celebraci¨®n del triunfo en el cuerpo, esta tarde vuelve a vestirse de luces en el coliseo de Nimes. Pero ya no ser¨¢ el mismo. El torero ¡ªque se anunci¨® el pasado 23 de mayo con toros de Victoriano del R¨ªo y cort¨® tres orejas, y remat¨® el pasado martes al conmocionar a la plaza ante un toro de Adolfo Mart¨ªn¡ª ha conocido el sabor de un triunfo en plenitud, de esos que cambian por completo la vida de un diestro.

Minutos antes de subir al coche de cuadrillas para cruzar parte de Espa?a y Francia, reflexiona con este peri¨®dico, quiz¨¢ por vez primera, sobre el significado de lo que ya es, sin ninguna duda, un triunfo de ¨¦poca.

¡°Lo que ha ocurrido es algo excepcional, y es m¨¢s de lo que nunca hab¨ªa so?ado¡±, afirma Perera. ¡°Si me dan a elegir un sue?o antes de la feria¡±, prosigue, ¡°quiz¨¢ no hubiera pedido tanto, pero s¨ª, es un logro realmente incre¨ªble que me reafirma en mi posici¨®n de libertad como torero¡±.

¡°Tengo al toro las 24 horas en mi cabeza, y no pienso en lo material¡±

El diestro extreme?o asegura que a¨²n est¨¢ viviendo en la nube de felicidad y satisfacci¨®n que le produjo el ¨¦xito de la segunda tarde, pero est¨¢ convencido de que seguir¨¢ siendo el mismo de siempre. ¡°Habr¨¢ cambios profesionales, que es lo que uno desea¡±, a?ade, ¡°pero nada m¨¢s¡±. ¡°Mi objetivo es seguir adelante con la misma humildad y sensatez de siempre. Es verdad que con triunfos como los que he vivido todo mejora. No s¨¦ si torear¨¦ m¨¢s, aunque nunca ha primado en mi carrera la cantidad sobre la calidad, y no quiero hablar de dinero, pero a nadie se le oculta que los triunfos en Madrid son rentables para los toreros y para las empresas¡±.

Gana en la distancia corta este espigado extreme?o, que ofrece una imagen de hombre serio y adusto vestido de luces. Sonr¨ªe, incluso, cuando se le pregunta si est¨¢ satisfecho.

¡°Soy muy ambicioso¡±, apunta, ¡°pero si despu¨¦s de cortar cinco orejas en dos tardes digo que no estoy orgulloso, algunos dir¨ªan con raz¨®n que estoy majar¨®n. Creo que esta es de las pocas veces en que un ambicioso como yo puede disfrutar de verdad de la felicidad alcanzada¡±.

¡°Los triunfos en Madrid son rentables para matadores y empresas¡±

Y Miguel ?ngel Perera recupera su habitual seriedad cuando se le pide que recuerde lo vivido en el ruedo madrile?o: ¡°Tengo en mi retina la rotundidad con la que se vivieron las dos faenas de dos orejas, y, sobre todo, el factor sorpresa la tarde de Adolfo Mart¨ªn; era consciente de que deb¨ªa estar solvente, digno y con suficiencia ante una corrida que no estaba saliendo buena, hasta que apareci¨® el sexto, y fui capaz de darle la vuelta al festejo, y sorprender a todos con la fidelidad a mi concepto de toreo. Ese es el recuerdo m¨¢s duradero¡±.

?Por qu¨¦ se anunci¨® con los toros de Adolfo Mart¨ªn, un hierro poco habitual entre las figuras? ¡°Cumplo diez a?os de alternativa y quer¨ªa celebrarlos de un modo especial¡±, cuenta. ¡°Ped¨ª a la empresa tres corridas ¡ªAdolfo, Victorino y Victoriano del R¨ªo¡ª y se quedaron en dos, pero segu¨ªa siendo una apuesta, un ¨®rdago fuerte y arriesgado en la plaza m¨¢s exigente. Pero yo me ve¨ªa capacitado para afrontarlo, y la verdad es que ha salido que ni pintado¡±.

?Es tan grande salir a hombros en Las Ventas? ¡°S¨ª. Es estar lo m¨¢s cerca posible de Dios, y tocar la gloria con los dedos. Y yo he tenido esa dicha¡±, responde el diestro. ¡°Cosa distinta es la paliza que recibes, que el ¨²ltimo d¨ªa ray¨® en lo il¨®gico. No importan los empujones ni el valor material del traje de luces; es la sensaci¨®n interna de que est¨¢s cumpliendo un anhelo y que no te dejan disfrutarlo como t¨² quieres¡±.

¡°El pr¨®ximo reto es el de todos los a?os: la obsesi¨®n por superarme¡±

Asegura Perera que, despu¨¦s del triunfo, no tuvo tiempo para la reflexi¨®n. ¡°Todo sucede muy r¨¢pido y pronto llegan los familiares y los allegados, y no tienes ocasi¨®n para analizar nada¡±, pero a?ade inmediatamente que no le han surgido nuevos amigos. ¡°Eso era antes, cuando era m¨¢s joven; despu¨¦s de 10 a?os he sufrido algunas decepciones y sinsabores, y tengo muy claro con qui¨¦n debo compartir el ¨¦xito. A m¨ª me cuesta mucho fingir¡±.

Parece tener muy claro, no obstante, que los triunfos en Madrid no son m¨¢s que un punto y seguido: ¡°Sin duda, porque el sue?o hay que perseguirlo siempre, y no es m¨¢s que la rotundidad absoluta, y, adem¨¢s, porque no voy a retirarme ma?ana¡±.

Para el torero, el pr¨®ximo reto es ¡°el mismo de todos los a?os¡±. ¡°Y es la obsesi¨®n por mejorar y superarme. Tengo al toro las 24 horas en mi cabeza, y no pienso en lo material. Me importa m¨¢s lo que siento, lo que soy y lo que quiero ser¡±.