A la carga contra las celebridades de la arquitectura
Un congreso con figuras del arte de construir edificios marca el fin de la edad de las obras fara¨®nicas
Como si de la torre de Babel se tratara, fracasada por la desmesurada ambici¨®n de sus constructores, la arquitectura estrella, la de las obras fara¨®nicas de costes desorbitados, ha quedado enterrada gracias a la crisis y a la reacci¨®n del gremio de los arquitectos. Esa es la idea dominante del congreso Arquitectura necesaria, que se celebra en Pamplona, empez¨® ayer mi¨¦rcoles y finalizar¨¢ el viernes, con la presencia de grandes nombres, que no celebridades, del arte de construir edificios. ¡°Las superestrellas son como ni?os con demasiados juguetes¡±, asegur¨® sobre esos colegas el sudafricano Peter Rich (Johanesburgo, 1945). ¡°Solo piensan en la forma de la obra que van a levantar, entonces se dedican a hacer su proyecto loco y luego quieren colocarlo a todo costa donde sea, sin pensar en el contexto, en lo que rodea a ese edificio¡±, dice uno de los art¨ªfices del proyecto Light Earth Design que construye edificios sostenibles en ?frica.
¡°La crisis ha matado a esas superestrellas para ir hacia una arquitectura m¨¢s normal. Un buen ejemplo es Dominique [Perrault, que escucha a Rich a su lado]. ?l hace grandes obras pero logra que sea una arquitectura invisible, que se difumina en el paisaje¡±, a?ade. Un planteamiento contrario al de las megaconstrucciones es el que defendi¨® en el primer d¨ªa del congreso la india Anupama Kundoo (Pune, 1967). A ella le gusta ¡°experimentar e investigar¡± con los modestos materiales que hay en su pa¨ªs para ¡°levantar una arquitectura de bajo impacto ambiental¡±. Kundoo, que impartir¨¢ clases en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela, en Madrid, a partir de septiembre, subray¨® que lo suyo es ¡°sacar lo m¨¢ximo de lo peque?o¡± y dej¨® una po¨¦tica definici¨®n de su arte: ¡°Es como unir los agujeros de una red de pescar, se puede hacer y da igual el material que se utilice¡±.
Menos bellas fueron las palabras de Dominique Perrault (Auvernia, 1953) sobre si la reci¨¦n inaugurada Bienal de Venecia, comisariada por el holand¨¦s Rem Koolhaas, tambi¨¦n se ha rebelado contra las vedettes. El autor de la Biblioteca Nacional de Francia o la Caja M¨¢gica de Madrid, entre otros, dispar¨®: ¡°?Koolhaas? ?l ha pasado de ser una superestrella a ser un superdios a cuyo alrededor hay como una secta, todo gira a su alrededor. Es el nuevo anticristo¡±.
Sobre esta acometida, el director de este congreso auspiciado por la Fundaci¨®n Arquitectura y Sociedad, Luis Fern¨¢ndez-Galiano, se?al¨® que se debe en parte a que ¡°no ha gustado el lema de la Bienal, Arquitectura, no arquitectos, y ni que Koolhaas no haya invitado a ning¨²n colega para mostrar sus trabajos, como es habitual. Fern¨¢ndez-Galiano aboga por acabar con la ¨¦poca de ¡°las obras absurdamente caras y los museos y aeropuertos vac¨ªos¡±. Seg¨²n este catedr¨¢tico de la Polit¨¦cnica de Madrid, ¡°desde hace poco ha surgido una reacci¨®n¡± de los propios profesionales ¡°en defensa de la dignidad de la arquitectura¡± porque se ha metido injustamente a todo el gremio en el mismo saco. Lo apoya el navarro Francisco Mangado: ¡°No se nos puede demonizar a todos porque haya habido algunos que han confundido arquitectura con la construcci¨®n sin escr¨²pulos¡±.
En la primera jornada de este congreso, que cumple su tercera edici¨®n, Perrault se?al¨® que los tijeretazos y recortes tambi¨¦n han provocado algo beneficioso. ¡°Al tener menos medios, se ha acelerado el proceso que va desde que se dise?a una obra en el ordenador hasta que se fabrica. Esto se ha dado gracias a los pa¨ªses emergentes. Antes, todo era m¨¢s lento y pesado¡±. Adem¨¢s, hizo hincapi¨¦ en la nueva relaci¨®n de los estudios con los clientes que quieren un edificio. Antes se hablaba con personas, ahora con representantes de grandes corporaciones, es m¨¢s impersonal. A lo que Fern¨¢ndez-Galiano suma: ¡°Hace a?os, el cliente iba al estudio. Ahora es el arquitecto el que busca el solar y busca un cliente al que proponer su idea¡±.
Hablando de recortes, hablemos de Espa?a. ¡°Es terrible lo que est¨¢ pasando en nuestra profesi¨®n. Los j¨®venes dejan el pa¨ªs, los mayores cierran el estudio y los dem¨¢s est¨¢n sufriendo porque han sido expulsados de la clase media¡±, lamenta Fern¨¢ndez-Galiano, que ilustra esta emigraci¨®n de talentos con un ejemplo. ¡°El c¨®nsul espa?ol en Shangh¨¢i daba un c¨®ctel cada vez que llegaba all¨ª un arquitecto de Espa?a a trabajar. Ahora ha tenido que dejar de hacerlo porque en las compa?¨ªas chinas hay un mont¨®n de espa?oles¡±. Del buen nivel de los arquitectos nacionales dio fe el sudafricano Rich: ¡°Est¨¢n muy bien formados, han recibido una buena educaci¨®n y por eso tienen ¨¦xito¡±. Y lo contrapuso al caso de Estados Unidos: ¡°Miles y miles de arquitectos, pero ?son buenos?".
Y un consejo de Fern¨¢ndez-Galiano a j¨®venes como los que llenaban el palacio Baluarte pamplon¨¦s. ¡°Si quieren quedarse en Espa?a, el trabajo no va a estar en la obra nueva sino en la rehabilitaci¨®n, construir en lo construido, regenerar. Tambi¨¦n en la edificaci¨®n de viviendas asistenciales porque somos un pa¨ªs cada vez m¨¢s envejecido¡±. Y si los chavales quieren salir de Espa?a, la tierra prometida no es Sudam¨¦rica (¡°all¨ª hay muchos buenos arquitectos y son pa¨ªses proteccionistas¡±), ni las potencias asi¨¢ticas (¡°ellos se lo hacen todo¡±). ¡°Las oportunidades estar¨¢n en el ?frica subsahariana, donde est¨¢ todo por hacer¡±.
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