Abu-Assad: ¡°Si como cineasta solo entretienes eres un payaso¡±
El director palestino presenta 'Omar', que opt¨® al Oscar al mejor filme de habla no inglesa
Siempre estaban all¨ª. Cambiaba el sitio, la hora, pero no faltaban nunca. Rodara donde rodara, el director palestino Hany Abu-Assad (Nazareth, 1951) se encontraba con soldados del ej¨¦rcito israel¨ª. Y con sus intentos de torpedear su filme Paradise now. Tanto que el cineasta se hundi¨® en la paranoia. ¡°A lo mejor eran coincidencias, porque el trabajo de un ej¨¦rcito de ocupaci¨®n es el de molestarte. Pero igual hab¨ªa un esp¨ªa en mi equipo. Si todos los d¨ªas aparecen, ser¨¢ que conocen tus planes¡±, relata por tel¨¦fono Abu-Assad. Tanto le impresion¨® que lleg¨® a reservar una habitaci¨®n de hotel y dormir en otra. Aunque hubo un aspecto positivo: se qued¨® con la idea de una historia sobre esp¨ªas y traici¨®n. A?os despu¨¦s, la ocurrencia se convirti¨® en nuevo filme, que se llama Omar, opt¨® al Oscar a la mejor pel¨ªcula de habla no inglesa y ahora llega a Espa?a.
As¨ª, el joven palestino que da nombre al filme es hijo de esos fantasmas que persiguieron al director en 2006. Y vive sobre su piel las dudas entre traici¨®n y lealtad, ya que el ej¨¦rcito israel¨ª le detiene y le ofrece libertad a cambio de delatar a sus amigos. ?Qu¨¦ deber¨ªa hacer Omar? Abu-Assad espera que el p¨²blico se plantee esta pregunta, y unas cuantas m¨¢s: ¡°Qu¨¦ est¨¦s dispuesto a hacer por tu amor, qu¨¦ es la amistad, c¨®mo evitar traicionar a la gente cuando hay un conflicto entre tus intereses y los suyos, c¨®mo la paranoia puede acabar guiando tu vida. No creo en las pel¨ªculas con mensajes pero s¨ª en las que ponen en duda las cosas, que te molestan¡±.
Inc¨®modo, en el fondo, es el g¨¦nesis de este filme. Porque, junto con la paranoia, el otro aliado de Abu-Assad fue el p¨¢nico. En concreto, el que le atac¨® de madrugada en EE UU, donde rodaba un filme, The courier, que fue un fracaso. ¡°Me despert¨¦ a las 4, sin poder respirar. Pens¨¦: ¡®?Por qu¨¦ no logro hacer cosas buenas en Hollywood?¡¯ La respuesta fue que las historias no ven¨ªan de la vida real, que eran construidas. Me puse a escribir y en cuatro horas ten¨ªa la estructura de Omar¡±, recuerda Abu-Assad.
Al fin y al cabo, su anterior y m¨¢s famosa pel¨ªcula, Paradise now, tambi¨¦n se volcaba en lo real: retrataba las dificultades de dos aspirantes a kamikaze. Esta vez el asunto es menos dram¨¢tico, pero no falta el pan de cada d¨ªa en el ¨¢rea m¨¢s conflictiva del planeta: muros de separaci¨®n, torturas y odio rec¨ªproco. Aunque para Abu-Assad poner la c¨¢mara a grabar estas pesadillas es la ¨²nica manera de volverla ¨²til: ¡°Somos una naci¨®n bajo ocupaci¨®n, en busca de la independencia. Y hacer tus pel¨ªculas independientes es dar un paso en esa direcci¨®n. Me importa m¨¢s la humanidad en s¨ª que las identidades nacionales, pero en nuestro caso la nacionalidad es m¨¢s relevante porque se identifica con una causa¡±.
En su lucha, el director tuvo que afrontar tambi¨¦n a un enemigo insospechado: la Academia de cine de Estados Unidos. En 2002 la instituci¨®n no hab¨ªa dejado competir al filme palestino Intervenci¨®n divina como mejor pel¨ªcula de habla no inglesa, argumentando que no proced¨ªa de un pa¨ªs reconocido por la Onu. Y el mismo problema apareci¨® ante Abu-Assad, tanto para Paradise now como para Omar. En el primer caso, el director se quej¨® aunque solo obtuvo que la procedencia de su pel¨ªcula pasara de ¡°Autoridad Palestina¡± a ¡°Territorios palestinos¡±. Con Omar, sin embargo, por fin en el apartado de pa¨ªs de origen aparece ¡°Palestina¡±. Y es, tambi¨¦n, el primer filme pr¨¢cticamente al 100% palestino (la aplastante mayor¨ªa de la financiaci¨®n, el director, el reparto) que alcanza tanta fama.
Un paso m¨¢s en el camino de Abu-Assad hacia un cine aut¨¦ntico y ambicioso. El siguiente cap¨ªtulo, al parecer, ser¨¢ la adaptaci¨®n de la novela The mountain between us, de Charles Martin, en la que el cineasta trabaja ahora en Los ?ngeles en los estudios de Fox. Mientras, Abu-Assad lanza un largo alegato sobre el s¨¦ptimo arte que se alza sobre tres pilares, las palabras que m¨¢s repite: ¡°entretenimiento¡±, ¡°rid¨ªculo¡± y lo que ¡°importa¡± de verdad. El resumen es algo as¨ª: ¡°Mi rol en la vida no es hacer solo entretenimiento, sino contar historias que importan. ?Si las tramas no tienen conexiones con la vida real y los seres humanos, entonces qu¨¦ m¨¢s da? Sin contenido, nuestro trabajo es el m¨¢s rid¨ªculo del mundo. Si solo entretienes, como director eres un payaso. Pi¨¦nselo: ?qu¨¦ hacemos? Intentamos convencer a unos actores para que interpreten unos personajes que creamos, y ponemos luces y c¨¢mara para montar una pel¨ªcula. Es muy rid¨ªculo¡±.
M¨¢s bien curioso es el pasado de este cineasta. Porque antes de la c¨¢mara, Abu-Assad se dedic¨® a los aviones: durante a?os fue ingeniero civil en Holanda. El cineasta explica que tiene dos versiones ¨Cuna corta y una larga- de por qu¨¦ cambi¨® la fabricaci¨®n de aviones por la de sue?os. La m¨¢s argumentada maneja asuntos profundos: ¡°Como ser humano necesitas expresar tus sensaciones. La ingenier¨ªa requiere mucha creatividad pero la compartes con objetos muertos. No hay felicidad, miedo, amor, instinto de supervivencia, sacrificios, y todas esas emociones con las que luchamos en nuestra vida cotidiana¡±. La versi¨®n breve, en cambio, es algo m¨¢s terrenal. Consiste, cuenta Abu-Assad, en la diferente reacci¨®n de las chicas ante dos maneras de presentarse. ¡°Hola, soy ingeniero¡±. ¡°Hola, soy cineasta¡±. Adivinen cu¨¢l funciona mejor.
Babelia
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