Jaime Bayly y la hija del candidato

No ha necesitado Jaime Bayly (Lima, 1965) esforzarse en recurrir a la imaginaci¨®n para escribir esta novela. Los hechos que narra son muy conocidos en Per¨² y los personajes, cabalmente identificables. En alg¨²n caso ha conservado el apellido (Parker); en otros, ha hecho leves alteraciones (Tudela por Toledo) o mantenido las iniciales (Juan Balaguer es trasunto de Jaime Bayly). O sea, ?m¨ªnimos cambios cosm¨¦ticos, pero la historia ocurri¨®?, seg¨²n ha declarado el autor, muy confiado en la simetr¨ªa. Aqu¨ª se cuentan los entresijos de esa ?historia? que se remonta a las elecciones de Per¨² de 2001, ganadas por Alejandro Toledo, a pesar de la negativa, aireada en televisi¨®n, y tras numerosas demandas, de reconocer a una hija extramatrimonial. Aquello fue un esc¨¢ndalo nacional, pero especialmente supuso para Bayly una experiencia directa de las hipocres¨ªas del poder. Ten¨ªa un programa de entrevistas en televisi¨®n y espole¨® al candidato a que dijera la verdad. Lo que no consigui¨® entonces, lo propaga ahora con el fin de revelar ?c¨®mo la lucha por el poder generalmente entra en conflicto con la decencia, con la m¨ªnima honestidad, con ciertos principios morales?.

Un prop¨®sito honorable, qu¨¦ duda cabe, empedrado de tan buenas intenciones que se encharca m¨¢s en divertir que en denunciar. Pues, al describir la ambici¨®n desmesurada del poder y el atropello de la legalidad, con personajes de trazos burdos y rid¨ªculos, pr¨®ximos a la caricatura, su versi¨®n se resiente en exceso del melodrama, por melodram¨¢tica que pueda llegar a ser la pol¨ªtica peruana. De la novela importan la verosimilitud, la credibilidad, la organizaci¨®n y significado de la materia narrativa. Bayly deja muy claro, en el primer tercio de la novela, que el periodismo televisivo se sustenta en el compadreo con el dinero, que un candidato a la presidencia har¨¢ cualquier cosa por evitar el escarnio p¨²blico, que mentir es consustancial con las maniobras de promoci¨®n pol¨ªtica, que todo est¨¢ enfangado por el servilismo o la deslealtad, que invocar la palabra ?democracia? es un ¨¦nfasis ret¨®rico, o pura machada megal¨®mana. Pero una vez desplegado el motivo que da origen a la novela ¨Dla voluntad de la hija no reconocida de comparecer en televisi¨®n, que podr¨ªa hundir la carrera a la presidencia de Alcides Tudela¨D, la novela da vueltas sobre s¨ª misma, y redunda en los mecanismos de gesti¨®n o de obstrucci¨®n en una discordia repetida hasta el hartazgo. Consciente Bayly de esta monoton¨ªa, ha ido introduciendo sucintas biograf¨ªas de sus personajes; se trata de p¨¢ginas que muestran gran pericia para el retrato, pero muy lastradas por la hip¨¦rbole, que apenas a?aden ninguna informaci¨®n, y sin ning¨²n ingrediente psicol¨®gico, como si fueran marionetas para entretener las triqui?uelas pol¨ªticas que desbordan la narraci¨®n.

Y es que La lluvia del tiempo es solamente eso: una novela entretenida, que se lee sin esfuerzo, dirigida a fortalecer la evidencia de la corrupci¨®n pol¨ªtica, aqu¨ª con la coartada de estar basada en hechos reales, lo que proporciona una morbosidad ajena a la novela y, en este caso, no sancionada por la literatura. Por lo dem¨¢s, Jaime Bayly se sirve de la inmoralidad pol¨ªtica para, a trav¨¦s del periodista Juan Balaguer (el ¨²nico con cierta decencia en toda esta tramoya), dignificar su intervenci¨®n en la ?historia?, depur¨¢ndose como v¨ªctima incomprendida. A fin de cuentas, ¨¦l es el autor de la novela.

La lluvia del tiempo. Jaime Bayly. Alfaguara. Madrid, 2014. 408 p¨¢ginas. 18,50 euros (digital, 9,99)