Miradas cr¨ªticas sobre Santander
El urbanista cubano Carlos Garaicoa coordina una exposici¨®n de 15 creadores internacionales
Un v¨ªdeo proyectado en la pared muestra dos manos enguantadas que pasan las p¨¢ginas de un ¨¢lbum de fotos. Una de ellas, un retrato de Mussolini dedicado por el dictador: "A la ciudad de Santander". Tras ¨¦l, im¨¢genes anodinas salteadas con otras sustanciosas, como una fila de obispos bendiciendo a un cuerpo de polic¨ªa franquista. El documental se llama Carta a Santander y lo firma Florent Meng, un franc¨¦s de 30 a?os residente en Ramala, la capital palestina de Cisjordania.?Su proyecto forma parte de una muestra producida por 15 j¨®venes que participaron durante dos semanas de julio en un taller de Carlos Garaicoa?(La Habana, 1967), artista centrado en la arquitectura y los espacios urbanos. El t¨ªtulo: Una ficci¨®n en la realidad (Arte, pol¨ªtica y arquitectura).
La idea era pasear, solos y en grupo, empaparse de Santander y crear obras que la reflejaran. "Al llegar eres un turista, y fue dif¨ªcil al principio encontrar el ¨¢ngulo correcto para hablar de la ciudad", explica Meng. As¨ª que se fue derecho al archivo del Centro de Documentaci¨®n de la Imagen, para intentar comprender una historia que le resultaba totalmente ajena desde la calle. "Es una ciudad fragmentada. Tiene una historia de derechas muy importante, pero si vas a los barrios cercanos al puerto el ambiente es popular". El foco es social: otros se han fijado en los espacios p¨²blicos de los barrios obreros, como la lisboeta Catarina Botelho, o en los vecinos de pisos de protecci¨®n oficial de la ¨¦poca franquista, como Sara Mungu¨ªa, la ¨²nica participante c¨¢ntabra.
Los artistas durmieron juntos en una residencia universitaria durante dos semanas. La exposici¨®n est¨¢ montada en Villa Iris, una mansi¨®n construida en 1913 de tres pisos, en un barrio lleno de casas de lujo. Hoy pertenece a la Fundaci¨®n Bot¨ªn. La casa se convirti¨® en el espacio de trabajo de los j¨®venes; all¨ª cocinaron, alimentaron los unos las obras de los otros y terminaron reparti¨¦ndose el espacio de forma m¨¢s o menos org¨¢nica. "Se ha creado una peque?a familia. Hemos trabajado con muy buena vibra", comenta Garaicoa, que volver¨¢ a Santander el pr¨®ximo octubre con una exposici¨®n propia.
"?bamos presentando ideas a Carlos y ¨¦l nos daba pautas", explica el cordob¨¦s Jos¨¦ Jurado, cuya obra fotograf¨ªa la luz que emite el centro de datos del Banco Santander, semejante a un faro. "El ojo que todo lo ve", bromea Jurado, en alusi¨®n al villano Sauron de la saga El Se?or de los Anillos.?La huella de Garaicoa es evidente en el conjunto final. Los sujetos de las obras son las calles, el mobiliario urbano y objetos como redes de andamio o tendederos. El visitante no encontrar¨¢ caras ni personajes, a pesar de la cr¨ªtica social.
"He intentado que se acercaran a la idea de la ciudad como espacio, para articular un lenguaje", explica Garaicoa en el jard¨ªn, por donde pulula un p¨²blico elegante tras la entrega de los diplomas, la ¨²ltima tarde del taller. Su principal trabajo, explica, fue seleccionar a los participantes de entre los 129 aspirantes. No se quiere presentar como gu¨ªa, pero la tem¨¢tica bebe directamente de su obra, tradicionalmente comprometida. "El arte debe tener siempre un punto de vista cr¨ªtico", sostiene. "Hablar de pol¨ªtica siempre es hablar de la realidad m¨¢s inmediata", aunque sea una realidad compuesta de ladrillo y archivos.
Una ficci¨®n en la realidad (Arte, pol¨ªtica y arquitectura).?Exposici¨®n gratuita hasta el 31 de julio,?10.30 a 21.00. Villa Iris, Paseo de P¨¦rez Gald¨®s, 47, Santander.
Babelia
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