El sue?o Imax se hace pesadilla
La ca¨ªda de espectadores fuerza el cierre de salas panor¨¢micas en Madrid y Barcelona
Les cost¨® tanto llegar, veinte a?os desde que el sistema se estrenara en Osaka en la d¨¦cada de los setenta, como les costar¨¢ dejar Espa?a. Los cines Imax echan el cierre. Tras el verano, las salas de Madrid y Barcelona dejar¨¢n de emitir pel¨ªculas de esas que casi se pueden tocar. El que se vende todav¨ªa en el web como ¡°el sistema de proyecci¨®n m¨¢s avanzado de la historia¡± tampoco ha resistido la crisis econ¨®mica. Ni la del cine (de pago). Ni la espera a una innovaci¨®n tecnol¨®gica que le permitiera reducir costes y evitar arrojar la toalla. ¡°Hemos mantenido una actitud heroica hasta ahora pero no podemos seguir esperando¡±, se lamentaba ayer Juan Jos¨¦ Castell¨®, el consejero delegado de Teatromax, la compa?¨ªa que por el momento todav¨ªa explota esas instalaciones.
Tras a?os de p¨¦rdidas, la sociedad ha instado el concurso voluntario de acreedores con la intenci¨®n de iniciar nuevos retos y olvidar lo que fue el sue?o Imax, que se estren¨® en Espa?a durante la Exposici¨®n Universal de Sevilla, en 1992. En realidad, precisamente en la ciudad andaluza el idilio espa?ol con este sistema sufri¨® una de sus primeras derrotas, con el desmantelamiento en 2005 del cine Omnimax por parte de la multinacional Imax Corporation. Tras Sevilla, el mismo destino ahora alcanza Madrid y Barcelona. As¨ª, solo quedar¨ªan los cines de Legan¨¦s (Madrid) y Palma de Mallorca, aunque con pantallas m¨¢s peque?as, y la sala de Valencia (en la Ciudad de las Artes y las Ciencias).
Los ingresos de Teatromax nunca dieron para repartir beneficios, pero en los ¨²ltimos a?os, con la ca¨ªda de espectadores, perdieron tambi¨¦n la capacidad para pagar cr¨¦ditos y facturas de proveedores. Las deudas se acumulan hasta los 5,5 millones de euros mientras que la facturaci¨®n anual de los dos cines apenas alcanzaba los 1,5 millones, la misma cantidad que la sociedad perdi¨® el a?o pasado. Castell¨® se planteaba ayer incluso la retirada inmediata de los r¨®tulos de Imax, a la espera de que el administrador concursal le d¨¦ permiso para bajar las persianas de forma definitiva, prevista inicialmente para septiembre.
La compa?¨ªa propietaria acumula deudas hasta los 5,5 millones de euros
¡°La tecnolog¨ªa Imax no se ha renovado y todo este tiempo no ha sacado proyectores l¨¢ser, como esper¨¢bamos¡±, explica el m¨¢ximo responsable de la compa?¨ªa. As¨ª las cosas, la compa?¨ªa deb¨ªa seguir cargando con una pesada losa: el coste de entre 20.000 y 40.000 euros de cada bobina, una cifra muy superior a la que deb¨ªan soportar las salas de cine que proyectan pel¨ªculas con tecnolog¨ªa de tres dimensiones m¨¢s reciente. El espectacular Imax que se estren¨® en Barcelona en 1995 es otra v¨ªctima del avance de los tiempos, incluso el sistema de c¨²pula giratoria estrenado en la capital catalana ¡ªpermit¨ªa que una misma sala se pudiera utilizar para otros sistemas de alta definici¨®n¡ª y que se lleg¨® a exportar. Pero no se trata de un problema circunscrito a Espa?a: Castell¨® asegura que en los ¨²ltimos a?os se han cerrado 150 salas de este tipo por todo el mundo. Nadie ha sabido soportar la paradoja de un sistema avanzado y a la vez obsoleto. Ni la nitidez de sus im¨¢genes, gracias a filmaciones en gran formato. Ni sus pantallas de grandes dimensiones: 600 metros cuadrados de pantalla plana y 900 metros la semiesf¨¦rica. Ni el sistema de sonido. El d¨ªa de su estreno en Barcelona, en febrero de 1995, hubo quien asegur¨® sentirse compartiendo escenario con Mick Jagger.
A¨²n as¨ª, las l¨¢grimas espa?olas por el Imax se mezclan con las sonrisas en otras latitudes del planeta. Si bien es cierto que la multinacional Imax Corporation ingres¨® 59,22 millones de euros en el segundo trimestre de 2014, con un descenso del 3,2% respecto al mismo periodo del a?o pasado, la compa?¨ªa presume de 840 salas en 57 pa¨ªses del mundo que aprovechan su tecnolog¨ªa. Y un mapa en su web a?ade otra treintena cuya edificaci¨®n est¨¢ prevista pr¨®ximamente, de India a Gran Breta?a, pasando por Chile y Brasil. Eso s¨ª, la mayor contribuci¨®n procede de China, donde Imax ha llegado a un acuerdo con la Shanghai Film Corporation para levantar 19 nuevas salas en 2015, esparcidas por todo el pa¨ªs.
M¨¢s alegr¨ªas para Imax Corporation proceden del reciente estreno de Los guardianes de la galaxia. La pel¨ªcula acaba de triplicar el anterior r¨¦cord del mejor estreno de un filme en Imax en EE UU en Agosto en t¨¦rminos de venta de entradas. Y lo cierto es que la alianza con Hollywood es un pilar central de la estrategia de supervivencia de las pantallas de Imax. Desde que Apolo 13 fuera en 2002 el primer taquillazo estadounidense en estrenarse en este formato, la compa?¨ªa ha ido conjugando su tradicional apuesta por los documentales de naturaleza con las superproducciones de Hollywood. Tanto que J. J. Abrams ya ha adelantado que su esperad¨ªsimo s¨¦ptimo cap¨ªtulo de la La guerra de las galaxias se estrenar¨¢ tambi¨¦n en Imax, algo que el director ya aprovech¨® en el ¨²ltimo cap¨ªtulo de Star trek, en 2009. Otro aficionado es Christopher Nolan, que lleg¨® a rodar partes de sus tres cap¨ªtulos de Batman en este formato y declar¨® a este peri¨®dico que era quiz¨¢s la ¨²nica forma de ofrecer al espectador una experiencia que fuera exclusiva de las salas de cine.
A¨²n as¨ª, por las cifras de asistentes de Teatromax, en sus cines no ha quedado m¨¢s remedio que poner fin a las proyecciones. Asegura que en los mejores tiempos, sus salas superaban el mill¨®n de espectadores anuales. El a?o pasado, sin embargo, apenas entraron en el recinto 130.000 personas y "eso teniendo en cuenta que el 85% de ese p¨²blico era escolar, que ven¨ªan a ver pel¨ªculas did¨¢cticas, lo que supone unas tarifas m¨¢s reducidas", seg¨²n explica Castell¨®, que asegura que en los ¨²ltimos cuatro a?os se perd¨ªa m¨¢s de un mill¨®n de euros cada ejercicio. Tambi¨¦n se queja de que en este pa¨ªs "nadie quiere pagar ya por un contenido".
El futuro de los edificios que albergan actualmente los cines diferir¨¢ en funci¨®n del lugar. En Madrid, Castell¨® planea la creaci¨®n de un espacio polivalente en el que se puedan celebrar eventos para empresas e incluso conciertos. En Barcelona, en cambio, el planteamiento es diferente: albergar el gran espacio que quedar¨¢ vac¨ªo para abrir tiendas y restaurantes en una zona de gran afluencia tur¨ªstica, en el mismo puerto de Barcelona. Pero todo ese sue?o ya no depende de Castell¨®. Primero su sociedad tendr¨¢ que recibir el visto bueno del administrador y levantar el concurso, adem¨¢s de conseguir los permisos de no pocas administraciones.
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