Habemus papa Francisco en el cine
Tres pel¨ªculas narrar¨¢n la vida de Bergoglio y Sorrentino se suma a la fiebre episcopal con una serie
?Acci¨®n! Un coche avanza por el Buenos Aires de los setenta. De golpe, aparece un puesto de control. En la Argentina de Videla, no puede significar nada bueno para sus pasajeros. Quiz¨¢s los retengan, o algo peor. Jorge Mario Bergoglio es el primero en intuir los riesgos. As¨ª que se lanza del veh¨ªculo en marcha y, tras una voltereta, aterriza en un lugar escondido, a salvo. Y¡ ?stop!
El alto no es del director, sino de un periodista. De hecho, Nello Scavo detuvo la secuencia antes de que naciera. Y lo mismo hizo con las ofertas que le llov¨ªan para adaptar La lista de Bergoglio (Editorial Claretiana), su libro sobre aquellos que el futuro Papa salv¨® durante la dictadura argentina. ¡°Quer¨ªan hacer una serie en EE UU con mucho peligro. Tuve propuestas de Holanda o Francia, para contar la pasi¨®n del Papa por el tango o la novia de su juventud¡±, relata el italiano, del diario cat¨®lico Avvenire. Por muchos ceros que lucieran los contratos, contest¨® que no. Entre otras cosas, porque ya hab¨ªa dicho s¨ª. La lista de Bergoglio ser¨ªa un filme, pero respetuoso con su investigaci¨®n y dirigido por la que ¨¦l considera una garant¨ªa: Liliana Cavani.
¡°Me gust¨® el libro, simple e inteligente¡±, recuerda la cineasta. Tanto que llam¨® a Claudia Mori y la anim¨® a producir ese filme. Cavani (que retrat¨® en la pantalla a San Francisco) se pasar¨¢ el oto?o rematando el guion con Scavo y Umberto Contarello, escritor de La gran belleza. El equipo espera rodar en la primera mitad de 2015 y estrenar en la segunda parte del a?o.
Aunque a la saz¨®n ser¨¢ el segundo Bergoglio ficticio en la pantalla. Porque Call me Francisco se filmar¨¢ a partir de octubre ¡ªen espa?ol, entre Argentina, Italia y Alemania¡ª y llegar¨¢ a las salas en abril de 2015, seg¨²n su productor, Pietro Valsecchi. El director, Daniele Luchetti (Mi hermano es hijo ¨²nico), est¨¢ cerrando el casting en Argentina.
?Y qui¨¦n ser¨¢ Bergoglio? La respuesta mezcla evasivas y off the record. Al parecer, hay varios actores en torno a la cuarentena y con premios estudiando el borrador de La lista de Bergoglio. ¡°Tenemos contactos avanzados con un gran int¨¦rprete ingl¨¦s¡±, detalla Mori, que baraja ofertas internacionales de coproducci¨®n. En el otro bando, tras so?ar con Banderas, ahora suena Rodrigo de la Serna. ¡°Es una opci¨®n concreta¡±, explic¨® ayer Luchetti. Valsecchi a?ade que ¡°la mayor¨ªa del reparto ser¨¢ argentina¡± y que vender¨¢n el filme en el mercado de Cannes.
¡®Call me Francisco¡¯ se rodar¨¢ en oto?o y quiere llegar a las salas en abril de 2015
Cierto secretismo envuelve a ambos proyectos. ¡°S¨¦ c¨®mo arrancar¨¢ el filme, pero no se lo voy a decir¡±, se r¨ªe Contarello. Y Valsecchi esboza una secuencia sobre c¨®mo Bergoglio acaba en una iglesia, tras jugar al f¨²tbol con los amigos, y descubre su camino. Ya puestos, m¨¢s misterios a¨²n rodean a una tercera obra: Nicola de Angelis tambi¨¦n quiere producir una pel¨ªcula sobre Bergoglio. Desde sus oficinas cuentan que el filme, a¨²n sin director, estar¨¢ inspirado en textos del Papa y analizar¨¢ su visi¨®n espiritual.
As¨ª, los bergoglios de cine suben a tres, adem¨¢s del reciente documental Francisco de Buenos Aires. Hay que sumar el pont¨ªfice que el director Paolo Sorrentino retratar¨¢ en The young Pope, una serie de ocho cap¨ªtulos y 22 millones sobre Lenny Belardo, un imaginario papa italoamericano. Eso s¨ª, queda mucho para que las ideas se hagan realidad. De ah¨ª que la Santa Sede rechace comentar los proyectos: ¡°?Cree que el Vaticano va a opinar de algo que ni tiene guion?¡±.
El equipo de ¡®La lista de Bergoglio¡¯ prev¨¦ estrenarla al final del a?o pr¨®ximo
A¨²n as¨ª, varios hilos unen las dos pel¨ªculas principales. El presupuesto es parecido ¡ªal menos ocho millones¡ª, as¨ª como el formato: un largo que luego pase, extendido y por entregas, a la televisi¨®n. Ambos filmes est¨¢n basados en libros de periodistas: el de Luchetti cuenta con Francisco. El Papa de la gente (Aguilar), de Evangelina Himitian, de La Naci¨®n. Aunque Valsecchi quiso hacerse primero con el libro de Scavo. ¡°Hubo falta de correcci¨®n, no por mi parte¡±, dice el productor. El periodista responde que ¡°nunca hubo nada escrito, ni se habl¨® de dinero o plazos¡±.
El santo padre y el s¨¦ptimo arte
La Iglesia considera a Pedro como el primer Papa. Entonces el cine ni exist¨ªa ni se le esperaba. Pero no pas¨® ni un a?o entre su nacimiento y el estreno papal: en 1896, se proyectaba Sua Santit¨¤ papa Leone XIII, de Vittorio Calcina.
M¨¢s recientes son el Julio II de Rex Harrison en El tormento y el ¨¦xtasis (1965), de Carol Reed o el Leon I que convence a Atila de que no invada Roma en Hombre o demonio (1954), de Pietro Francisci.
Luigi Magni multiplic¨® al Santo Padre en la pantalla de En nombre del papa rey (1977) a Sed buenos... si pod¨¦is (1983).
En los noventa, El padrino III mostr¨® la muerte de Juan Pablo I y El marqu¨¦s del grillo, de Mario Monicelli, retrat¨® a un Pio VII humillado por Alberto Sordi.
En Am¨¦n (2002), de Costa-Gavras, Marcel Jures hizo de Pio XII, acusado de no oponerse a los nazis.
De 2009 es La mujer papa, con la direcci¨®n de S?nke Wortmann. El mismo personaje aparec¨ªa en La papisa Juana (1972), de Michael Anderson.
Nanni Moretti retrat¨® en 2011 al huidizo cardenal Melville, interpretado por Michel Piccoli (en la foto), en Habemus Papam.
Las series Los Borgia, de Neil Jordan con Jeremy Irons, y Borgia, de Tom Fontana, han llevado a los papas hasta la peque?a pantalla.
Tanta tensi¨®n no es lo que predica Bergoglio, un hombre capaz de recolocar la Iglesia en el centro de los focos. ¡°Por primera vez un papa me habl¨® tambi¨¦n a m¨ª, que soy laico. Aunque al recibir el proyecto pens¨¦ que no habr¨ªa nada que contar. ?Qu¨¦ inter¨¦s tendr¨ªa la vida de un hombre que sigui¨® la carrera eclesi¨¢stica? Sin embargo su historia no es solo la de alguien que llega a ser papa, sino de un argentino, de un personaje pol¨ªtico y religioso, de la dictadura¡±, defiende Luchetti. Y ese agujero negro de Argentina es otro punto en com¨²n: ambas pel¨ªculas tratar¨¢n el periodo en el que Francisco era el provincial (el responsable) de los jesuitas y el r¨¦gimen se trag¨® a miles de almas. Los setenta son el n¨²cleo de La lista de Bergoglio y uno de los pilares de Call me Francisco. ¡°La idea es arrancar desde su infancia, centrarse en su formaci¨®n y en la dictadura, narrar su vida como arzobispo y la elecci¨®n a papa¡±, aclara Himitian.
Justo la sinopsis encierra una de las diferencias. La lista de Bergoglio sigue a un periodista que, tras el habemus papam, investiga en Argentina su rol en la dictadura y descubre que muchos se salvaron gracias a su ayuda. En el libro ¡ªdel que prepara una secuela¡ª, Scavo relata episodios con nombres y apellidos y narra la resistencia de varios testigos. Al principio, sospech¨® que Bergoglio escondiera algo. Pero concluy¨® que el silencio de los ayudados se deb¨ªa a que ¡°¨¦l no quiso presumir¡±.
Francisco. El Papa de la gente es una biograf¨ªa, narrada a trav¨¦s de su entorno m¨¢s cercano. Una obra privilegiada ya que el padre de Himitian es amigo de Bergoglio y la autora, evang¨¦lica, le entrevist¨® varias veces. Hasta pudo entregarle el libro: ¡°Al llegar al Vaticano no estaba en la lista as¨ª que no pod¨ªa entrar. Sali¨® ¨¦l y les dijo a los guardias que me dejaran pasar¡±. Se trata del sello de Bergoglio, un papa cercano, ¡°conservador en lo dogm¨¢tico pero progresista en lo social¡±, seg¨²n Himitian, que se ha ganado la simpat¨ªa de todos. ¡°Est¨¢n los que son pobres, y luego la nada. ?l defendi¨® a la nada¡±, agrega Valsecchi. Con tantos elogios y dos equipos de alg¨²n modo ligados a la Iglesia, ?no se reducir¨¢ todo a mera apolog¨ªa del Papa? ¡°No haremos un santino [una estampita], sino un filme¡±, promete Valsecchi.
No haremos una estampita de santos, sino un filme¡± Pietro Valsecchi, productor de Call me Francisco
Eso s¨ª, los entrevistados protegen a Bergoglio de los ataques que sufri¨® tras su nombramiento. El periodista Horacio Verbitsky le acus¨® de no oponerse a la dictadura y el Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel, en el pr¨®logo del libro de Scavo, exculpa a Francisco pero subraya que ¡°no particip¨® entonces en la lucha por la defensa de los derechos humanos¡±. Los entrevistados pasan de atribuir las cr¨ªticas a los opositores de Bergoglio a colocarle en lo que Alfredo Somoza, uno de los salvados por Francisco, llama el ¡°tercer grupo¡±: esa parte de la Iglesia que ni resisti¨® hasta la muerte ni fue c¨®mplice, sino que, sin condenar el r¨¦gimen p¨²blicamente, ayud¨® a salvar a mucha gente.
En el campo de minas del pasado, ambas pel¨ªculas se pasean con cautela. Habr¨¢ libertad creativa, pero no en lo hist¨®rico. Y, juran, no habr¨¢ carrera hacia la taquilla. ¡°Puede ocurrir, pero parecen comprometidos con el proyecto¡±, se sincera Himitian. Los dos equipos aseguran no notar el peso de un personaje tan trascendente. Aunque Valsecchi confiesa: ¡°Podemos hacer una estupidez o una obra maestra. Ser¨¢ lo segundo. Y que Dios nos asista¡±. Nunca mejor dicho.
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