El ¡®gracias a la vida¡¯ de Mar¨ªa Bayo
La cantante de ¨®pera repasa algunos momentos de su carrera: "Sigo sintiendo el mismo cosquilleo"
¡°Si¨¦ntete libre. D¨¦jalo fluir¡±, se oye decir a la soprano Mar¨ªa Bayo sobre un escenario. Su voz, sus brazos y sus manos son la batuta de una de las clases magistrales que imparte hasta el pr¨®ximo viernes 29 de agosto en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo. Se mueve con la cadencia del piano que, una y otra vez, repite las mismas notas; como un junco que se pliega al viento, ella se dobla y se yergue. Canta incluso cuando no canta. Intenta corregir el tono de la joven que tiene enfrente. Cuando lo consigue, la clase acaba.
Lleva 25 a?os dejando su eco en los teatros m¨¢s importantes del mundo: el Scala de Mil¨¢n, el Covent Garden, La Monnaie, Nueva York¡ Se ha transformado en casi 80 personajes, y est¨¢ considerada, en Madrid y Par¨ªs, la mejor Susanna de las ¨²ltimas d¨¦cadas (Las bodas de F¨ªgaro, Mozart). Ella recuerda que cantaba todo lo que o¨ªa en la radio y en la televisi¨®n cuando apenas sab¨ªa conjugar un verbo: ¡°Hab¨ªa algo en m¨ª que me impulsaba a expresarme cantando¡±.
Mientras crec¨ªa aprendi¨® solfeo, guitarra, cant¨® en los coros de la iglesia, en corales. La formaci¨®n no fue exigente durante esos primeros a?os, pero todo lo que la rode¨® siempre tuvo ritmo, notas, acordes. Incluso la voz de su padre. ¡°Mi padre cantaba jotas. Muri¨® este a?o, pero cant¨® hasta hace poco. Ten¨ªa una voz de tenor impostada maravillosa, natural¡±, narra mientras acompa?a el relato con las manos. Ella se recuerda a s¨ª misma entonando los ¨¦xitos de Eurovisi¨®n, a Mercedes Sosa y Mar¨ªa Ostiz: ¡°Gracias a la vida era una canci¨®n que me fascinaba. Me gustaba la m¨²sica, la letra. La cantaba much¨ªsimo¡±.
Con 17 a?os entr¨® en el Conservatorio Pablo Sarasate (Pamplona) y despu¨¦s, en 1985, se march¨® a Alemania con una beca del Gobierno de Navarra. All¨ª, en la Hochschule f¨¹r Musik de Detmold mont¨® por primera vez una ¨®pera. ¡°En el conservatorio se preparaban ¨¢reas, pero nunca tuve la posibilidad de organizar una completa. Esa fue una de las razones por las que me march¨¦, para poder aprender a fondo¡±. Esa primera vez fue Lauretta (Gianni Schicchi, Puccini). En alem¨¢n. ¡°Yo manejaba mejor el italiano, pero en Alemania las universidades daban facilidades a sus alumnos, as¨ª que tuve que aprenderla en su idioma¡±.
As¨ª, siendo Lauretta, supo que ese era el primer segundo del resto de su vida: ¡°Lo recuerdo como un momento revelador y con una nitidez total. Hasta entonces hab¨ªa estudiado y cantado, pero nunca hab¨ªa estado esc¨¦nicamente en una ¨®pera. Lo supe al instante. Y me dije, ¡®esto es lo m¨ªo, este es mi sitio¡¯¡±. Un cuarto de siglo despu¨¦s, m¨¢s reposada, recuerda todas las tablas pisadas. Durante los a?os m¨¢s vertiginosos de su carrera, era imposible mirar atr¨¢s. ¡°Es ahora cuando me doy cuenta realmente de todo lo que he hecho. Recuerdo mis primeros pasos en la Bastilla, como Susanna; el Hendel que hice en La Zarzuela, a¨²n no exist¨ªa el Teatro Real de Madrid. Mi debut en el Metropolitan¡±. Se le escapa una sonrisa cuando cuenta que la primera vez que hizo zarzuela fue en el Teatro Col¨®n de Buenos Aires con Do?a Francisquita.
Hoy todav¨ªa sigue sintiendo el cosquilleo. El desaf¨ªo. La inquietud. ¡°La misma adrenalina, y si no lo sintiera, no seguir¨ªa. Sentir ese desaf¨ªo es lo que te empuja a seguir. Querer hacerlo bien y darle al p¨²blico lo que tienes para mostrar¡±. S¨®lo si sintiera que la voz no la acompa?a, dejar¨ªa de vibrar como lo hace cuando un libreto se abre. Y no hay edad para eso: ¡°La voz va acompa?ada de tu estado f¨ªsico, hormonal. Hay muchos momentos en los que las sensaciones son diferentes¡±. Intenta mantener lo que ha conseguido con mucha pasi¨®n por lo que hace, por lo que es. ¡°Sigo intentando hacer personajes nuevos, repertorio amplio. Porque cuando vas teniendo unos a?os, siempre te van dejando un poquito de lado¡±.
No parece que nada la frene. El pasado abril estren¨® La voz humana en los Teatros del Canal de Madrid; el pr¨®ximo 2015, la ¨®pera que sali¨® de un mon¨®logo de 45 minutos de Jean Cocteau, llegar¨¢ al Liceo de Barcelona. ¡°Esa ¨®pera me ha tra¨ªdo mucho, no s¨®lo a nivel actoral sino humano¡±. Adem¨¢s, espor¨¢dicamente, ense?a. Y quiere hacerlo m¨¢s a menudo para transmitir lo que ella ha acumulado, la experiencia, que cree que es lo mejor que puede ofrecer. ¡°A m¨ª la m¨²sica me ha formado y moldeado en todos los aspectos. A nivel literario, esc¨¦nico, emocional. La m¨²sica te forma. Y quiero ense?ar eso¡±.
Mar¨ªa Bayo en El barbero de Sevilla. / YOUTUBE
Cuando se baja del escenario, para ense?ar o para cantar, se aleja de la m¨²sica. Asegura que si quiere desconectar, eso es lo ¨²ltimo que se le ocurre hacer: ¡°Incluso si voy a un restaurante y est¨¢ demasiado alta, pregunto si es posible que la bajen¡±. En el sal¨®n de su casa en Lyon (Francia), inundado de luz gracias a los grandes ventanales que dan paso a un jard¨ªn, lee, o ve cine. ¡°Depende del momento. Si puedo concentrarme, leo. Si no, veo algo en casa o voy al cine¡±.
Ella. De la Navarra de los a?os 60. Premio Nacional de M¨²sica en 2009. Considerada un puntal para la recuperaci¨®n de p¨¢ginas in¨¦ditas de ¨®pera y zarzuela. Embajadora de la canci¨®n de c¨¢mara espa?ola. Con debilidad por el barroco in¨¦dito, el lied y el oratorio. Sensibilizada con la dif¨ªcil etapa que atraviesa la m¨²sica en Espa?a, sigue entusiasmada con cada nuevo proyecto. En septiembre sacar¨¢ nuevo disco. Y seguir¨¢ cantando. ¡°Siempre que pueda¡±. Hasta que la vida se lo permita.
Babelia
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