M¨¢laga o el duro coste del prestigio
La taurina malague?a no goza a¨²n del prestigio que merecer¨ªa por la importancia de la ciudad
No es f¨¢cil adquirir prestigio; y en el mundo del toro, tan desacreditado en s¨ª mismo, es tarea de titanes. M¨¢laga, plaza de primera categor¨ªa, lo intenta desde hace a?os y le est¨¢ costando la misma vida. Es m¨¢s, sus enormes esfuerzos no han encontrado a¨²n recompensa, y el toreo -as¨ª se denomina a los representantes del negocio- todav¨ªa no la ha apuntado en la breve lista de plazas respetables.
Encomiable parece el celo que la Diputaci¨®n Provincial malague?a, propietaria del coso, dedica a la promoci¨®n de la fiesta de los toros; dign¨ªsimo el esfuerzo de la nueva empresa, Coso de Badajoz, por levantar lo que parec¨ªa perdido, pero la M¨¢laga taurina no acaba de despegar; mejor dicho, no goza a¨²n del prestigio que merecer¨ªa por la importancia de la ciudad y la calidad de sus carteles.
?Por qu¨¦? No basta, al parecer, con el inter¨¦s de los due?os y la presencia de figuras y ganader¨ªas conocidas. No es suficiente.
En M¨¢laga hay poca afici¨®n -al igual que ocurre, por otra parte, en muchas zonas de este pa¨ªs-, y, adem¨¢s, es torerista. La mezcla de una mayor¨ªa de p¨²blico indocumentado y con preferencia por los toreros m¨¢s conocidos es perniciosa y explosiva.
Por si fuera poco, la feria malague?a coincide con la de Bilbao, lo que, ciertamente, le resta protagonismo. A?¨¢dasele la permisividad de la empresa a la hora de elegir los toros en el campo (da la impresi¨®n de que los que mandan son los equipos de las figuras), y una autoridad nada exigente, titubeante y temerosa. La presencia de las figuras es s¨ªntoma inequ¨ªvoco de que habr¨¢ baile de corrales, y alguna vez, -este a?o, para m¨¢s se?as- algunas se han permitido supuestamente plantear, incluso, un chantaje: o se aprueban estos toros o nos vamos. Y es entonces cuando la empresa, que tiene que mirar por sus dineros, y la autoridad, cuya misi¨®n parece ser que se circunscribe a que no se suspenda ning¨²n festejo y evitar un esc¨¢ndalo p¨²blico, claudican. La impresi¨®n final es que en M¨¢laga sale el toro que quieren las figuras, mal presentado casi siempre y vac¨ªo de fortaleza.
Este a?o no ha habido una sola corrida digna de plaza de primera; de desigual trap¨ªo, inv¨¢lidas casi todas, descastadas y de birrioso comportamiento.
Doce orejas se han concedido por el exagerado triunfalismo del p¨²blico y el escas¨ªsimo rigor de la presidencia.
Lo mejor, la venta de entradas. Los tendidos casi se han cubierto todos los d¨ªas gracias a la presencia salv¨ªfica de Jos¨¦ Tom¨¢s en los carteles. A ¨¦l se le hace responsable de pasar de 1.500 a m¨¢s de 5.000 abonados. Pero, ?y cuando no se anuncie este salvador de las taquillas?
El futuro es una inc¨®gnita. O se apuesta por la exigencia de verdad y se somete a ganaderos y figuras al imperio de la norma, o M¨¢laga seguir¨¢ siendo una plaza de segunda con t¨ªtulo honor¨ªfico de primera.
¡®Nadie se nos montar¨¢ encima si no doblamos la espalda¡¯, apunt¨® el sabio. Ni el celo de la Diputaci¨®n ni la buena gesti¨®n de la empresa merecen que se doble la espalda m¨¢s de la cuenta. Es muy duro ganar prestigio, pero el tremendo esfuerzo merece la pena. Ser respetado es un gran honor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.