Franco, ?presente!... en libros amigos

A punto de cumplirse 39 a?os de su muerte, una nueva biograf¨ªa, firmada por Stanley G. Payne y Jes¨²s Palacios en la editorial Espasa, se adentra en la figura de Franco. Desde que la democracia dio rienda suelta a las editoriales, el dictador ha sido un gran reclamo para vender libros de distinta naturaleza, desde los hagiogr¨¢ficos a los rigurosos, que alcanzaron sus a?os de gloria entre 2000 y 2009. En esa d¨¦cada se publicaron 160 obras que inclu¨ªan la palabra Franco en su t¨ªtulo, aunque fuese para hablar de otra cosa (Ram¨®n Tamames titul¨® su obra sobre Primo de Rivera: Ni Mussolini ni Franco: la dictadura de Primo de Rivera y su tiempo). ¡°Creo que ha habido una sobreoferta, donde el libro malo ha ocupado el mismo espacio que el libro bueno en la mesa de novedades y al final lo hemos quemado. Yo noto la saturaci¨®n en la ca¨ªda de ventas y en la bajada de la calidad de los originales que me llegan¡±, expone Carmen Esteban, responsable de la editorial Cr¨ªtica, que ha mimado especialmente en su cat¨¢logo la historia de Espa?a en el siglo XX.

El auge fue l¨®gico. Tres d¨¦cadas despu¨¦s de la muerte los historiadores hab¨ªan culminado numerosas investigaciones que arrojaban m¨¢s luz sobre el r¨¦gimen. Adem¨¢s, en 2007 se aprob¨® la Ley de la Memoria Hist¨®rica, corolario pol¨ªtico a toda una corriente ciudadana interesada en la recuperaci¨®n y el descubrimiento del pasado cercano. Pero el apetito parece saciado. ¡°Creo que el personaje est¨¢ ya suficientemente tratado y que no merece la pena salvo que venga de un fuera de serie¡±, indica Carlos Pascual, editor de Marcial Pons.

En los ¨²ltimos cinco a?os, los t¨ªtulos sobre Franco se han reducido dr¨¢sticamente (27 obras, seg¨²n datos de la consultora Nielsen a los que ha accedido este diario). Los que triunfan son libros ben¨¦volos con el dictador, bien porque ofrecen revisiones de la Historia complacientes con el personaje, bien porque son nost¨¢lgicos retratos familiares. De hecho, el libro m¨¢s vendido desde 2008 han sido las memorias de Carmen Franco escritas por Jes¨²s Palacios y Stanley G. Payne: Franco, mi padre. El firmado por su nieto Francisco Franco Mart¨ªnez-Bordi¨², La naturaleza de Franco. Cuando mi abuelo era persona, se coloc¨® tambi¨¦n entre los m¨¢s solicitados, aunque las tiradas actuales son m¨¢s modestas.

¡°Como es evidente, Franco es un personaje fundamental en la historia de Espa?a, pero creo que hay personajes contempor¨¢neos con m¨¢s atractivo comercial como el rey Juan Carlos. Puede tener inter¨¦s si se hace un ensayo serio y completo, pero no se lo veo si se trata de un libro menor de cotilleos¡±, plantea Miguel Aguilar, editor de Debate, que conf¨ªa en publicar una versi¨®n actualizada de la biograf¨ªa que firm¨® el hispanista Paul Preston en 1994. Esta es la obra que varios editores (Carlos Pascual, Carmen Esteban o Mar¨ªa Cifuentes, de Galaxia Gutenberg, que tambi¨¦n destaca la escrita por Juan Pablo Fusi) citan como el estudio m¨¢s exhaustivo, aunque sali¨® antes del aluvi¨®n de investigaciones hist¨®ricas sobre la represi¨®n del r¨¦gimen.

Entre 2000 y 2009 se publicaron 160 obras. Desde entonces, s¨®lo 27

Stanley G. Payne, su ¨²ltimo bi¨®grafo y catedr¨¢tico em¨¦rito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison, considera que ¡°nunca¡± habr¨¢ una biograf¨ªa definitiva de alguien como Franco, aunque defiende la suya como ¡°la m¨¢s objetiva y aut¨¦ntica hasta la fecha¡±. Tacha de ¡°hagiograf¨ªas¡± las de Ricardo de la Cierva y Luis Su¨¢rez, el historiador que desat¨® la gran polvareda sobre el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol como redactor de una rese?a donde se negaba a retratarle como un dictador, pero tambi¨¦n la de Preston. ¡°Ten¨ªa mejor forma como biograf¨ªa profesional, aunque era igualmente parcial¡±, explica por correo electr¨®nico.

El ensayo de Payne y Palacios se presenta como ¡°una obra ajena a las convicciones partidistas, tanto de los franquistas como de los antifranquistas¡±, pero algunos de sus planteamientos se acercan al revisionismo. ¡°La insurrecci¨®n y la Guerra Civil fueron provocadas deliberadamente por la izquierda, y habr¨ªan tenido lugar igualmente con la participaci¨®n de Franco o sin ella¡±, afirman en sus conclusiones. ¡°Debe tenerse en cuenta que fue el Frente Popular, y no Franco, el que cre¨® unas condiciones de guerra civil haciendo un uso arbitrario del poder en 1936¡±, a?aden. Por correo, el hispanista expone que el Gobierno republicano tuvo una responsabilidad similar a la de los militares sublevados en el inicio de la guerra.

En su comparaci¨®n hist¨®rica sobre la corrupci¨®n, Payne y Palacios dejan bien parada la etapa franquista: ¡°Despu¨¦s de los a?os cuarenta no se produjo nada equiparable a la masiva y directa corrupci¨®n de los gobiernos socialistas o de centro derecha. Y esto viene siendo as¨ª porque en la Espa?a formalmente democr¨¢tica desde 1977 se ha instalado un sistema de corrupci¨®n sin l¨ªmite que afecta a todas sus instituciones¡±. En el libro, que manej¨® documentaci¨®n del archivo de la Fundaci¨®n Francisco Franco (tambi¨¦n accesible en el Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica de Salamanca), se concluye que Franco ¡°podr¨ªa considerarse no solo el gobernante individual m¨¢s poderoso de la historia de Espa?a, sino tambi¨¦n el modernizador definitivo de su pa¨ªs y el l¨ªder que alcanz¨® mayor ¨¦xito de todos los aspirantes a las ¡®dictaduras de desarrollo¡¯ del siglo XX¡±.