V¨ªctima, adicto y redimido
¡®La madre¡¯ re¨²ne 'Leche materna' y 'Por fin', las dos ¨²ltimas novelas de Edward St. Aubyn
La madre re¨²ne las dos ¨²ltimas novelas de la serie de cinco que el ingl¨¦s Edward St. Aubyn comenz¨® a publicar en 1992. Quienes leyeron las tres primeras, recogidas en un volumen que lleva por t¨ªtulo El padre, se alegrar¨¢n de reencontrarse con el brillante y desdichado personaje de Patrick Melrose, el alter ego confeso del escritor brit¨¢nico. En aquella entrega narr¨® los abusos que hab¨ªa sufrido a manos de su padre y c¨®mo ¡ªsupuestamente a ra¨ªz de ello¡ª se consagr¨® al alcoholismo, las drogas y a una existencia mundana. Ahora, en La madre, relata su paternidad y la crisis de pareja durante los ¨²ltimos a?os de vida de su progenitora, que finalmente lo deshereda para dejar su finca con casona en el sur de Francia a una secta new age.
La primera novela, Leche materna, es la ¨²nica en la que la acci¨®n se prolonga m¨¢s all¨¢ de una sola jornada. De las cuatro partes en que se divide, las tres primeras est¨¢n ambientadas en la casa de la madre en la Costa Azul durante los meses de agosto de los a?os 2000 al 2002. El de 2003, cuando la familia ha sido expulsada del para¨ªso franc¨¦s por los chamanes de la secta, lo pasan en Estados Unidos. Todas estas partes tienen un mismo narrador omnisciente que, sin embargo, nos muestra los hechos desde una perspectiva cercana a cada uno de los personajes. As¨ª, el verano de 2000 lo vivimos sobre todo a trav¨¦s de la mente del peque?o Robert, que con sus cinco a?os es el hijo mayor de Patrick. No obstante, ese narrador omnisciente alcanza las mayores cotas de autenticidad cuando se sit¨²a junto a Patrick, empujado siempre por las fuerzas opuestas de sus instintos y sus obligaciones. En este caso, por el dilema de c¨®mo actuar con una madre moribunda que no contenta con desheredarlo querr¨ªa verlo en la casa de orates.
La segunda novela, Por fin, es un paso de comedia en la mejor tradici¨®n de la s¨¢tira inglesa. Esta s¨ª sucede en una sola jornada desternillante, aunque sea el d¨ªa en que Patrick y su familia despiden en una de esas ceremonias de funeraria a la madre reci¨¦n fallecida. El protagonista se hallaba en Nueva York para recibir un fideicomiso inesperado cuando se produjo la muerte, en un gui?o especular que tambi¨¦n es una sincronizaci¨®n m¨¢gica de la p¨¦rdida sentimental y la ganancia cremat¨ªstica. La escena del convite despu¨¦s del funeral, entreverada de saltos al pasado para informarnos de la separaci¨®n de Patrick, su paso por una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n y su nueva vida en una habitaci¨®n de alquiler, es un dechado de humor. M¨¢s que el de P. G. Wodehouse o de Evelyn Waugh, St. Aubyn recuerda al de Anthony Powell en Una danza para la m¨²sica del tiempo, cuyas absurdas situaciones sociales encuentran eco aqu¨ª.
A la luz de la vida de Patrick, este libro nos invita a considerar que las heridas morales, si pueden curarse, es a base de socarroner¨ªa y diversi¨®n. Si le hacen hueco se alegrar¨¢n.
La madre. Edward St. Aubyn. Literatura Random House. Barcelona, 2014. 392 p¨¢ginas. 23,90 euros.
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