El columnista Manuel Vicent, doctor Honoris Causa en Argentina
El columnista de EL PA?S recibe el t¨ªtulo en la Universidad de La Plata por su trayectoria de m¨¢s de 40 a?os
La Universidad de La Plata, una de las instituciones sobre la que m¨¢s represi¨®n ejerci¨® la ¨²ltima dictadura militar argentina (1976-1983) y donde secuestraron y asesinaron a casi 700 estudiantes, otorg¨® este mi¨¦rcoles el t¨ªtulo de doctor Honoris Causa al escritor y columnista de EL PA?S Manuel Vicent, nacido en La Vilavella (Castell¨®n) hace 78 a?os.
En un acto de gran formalidad protocolaria, las autoridades universitarias desgranaron en la sede presidencial del centro las razones por la que Vicent se ha convertido en el primer escritor espa?ol acreedor de este t¨ªtulo: por ser ¡°un gran renovador de los g¨¦neros breves de la literatura¡± en los peri¨®dicos, por su ¡°independencia y autonom¨ªa de criterios¡±, por su maestr¨ªa con ¡°el art¨ªculo literario, la cr¨®nica urbana, el relato de viaje, el reportaje, la entrevista¡±, por su ¡°posici¨®n antiarmamentista y cr¨ªtica de las guerras imperiales¡±, por su tratamiento del espacio mediterr¨¢neo, donde ha recuperado las ¡°ra¨ªces cl¨¢sicas y paganas, el esp¨ªritu hedonista¡± y por su ¡°integridad¡± ¨¦tica y moral.
¡°Procurar¨¦ parecerme a ese se?or que han descrito¡±, brome¨® Manuel Vicent tras recibir el diploma. Un rato antes, sentado junto a las autoridades universitarias, el escritor comentaba que ha viajado muchas veces a Argentina. La primera ocasi¨®n fue con motivo de la asunci¨®n de Ra¨²l Alfons¨ªn como presidente, en 1983, tras la dictadura militar. Compart¨ªa un vuelo nocturno en clase preferente con Isabelita Per¨®n y su s¨¦quito. Cont¨® c¨®mo aquellos acompa?antes le hicieron un c¨ªrculo poni¨¦ndose de espaldas a ella y de cara hacia ¨¦l para que la viuda de Per¨®n pudiese cambiarse de ropa. En el reportaje que public¨® sobre Isabelita Per¨®n el 10 de diciembre de 1983 puede leerse: ¡°Durante su mandato en Argentina sucedieron ciertas cosas. La Triple A comenz¨® su labor sanguinaria, y ella pon¨ªa cara de tonta. La mafia de los sindicatos verticalistas gui?aba el ojo amistosamente a los militares, y ella callaba. Cada d¨ªa hab¨ªa un safari de intelectuales, y ella silbaba mirando al techo¡±.
Es solo un p¨¢rrafo entre miles, un bot¨®n de muestra en una trayectoria de m¨¢s de 40 a?os. Desde 1976 en este peri¨®dico y sobre todo, a trav¨¦s de su columna de los domingos en la ¨²ltima p¨¢gina, Vicent se ha convertido en uno de los articulistas m¨¢s le¨ªdos en espa?ol. Sin embargo, en el discurso que pronunci¨® el mi¨¦rcoles a modo de clase magistral, el escritor dej¨® claro que el ¨¦xito de un periodista no consiste en ser le¨ªdo, sino en ser cre¨ªdo. Lo dijo as¨ª:
El ¨¦xito de un periodista no consiste en ser le¨ªdo sino en ser cre¨ªdo
Manuel Vicent
¡°Los h¨¦roes de este oficio son aquellos periodistas que dan noticias fidedignas, emiten comentarios inteligentes y ponderados, conscientes de que la moderaci¨®n es la conquista m¨¢s ardua del esp¨ªritu y a la vez el arma m¨¢s certera. Llegar a la cima de esta fortaleza exige cada d¨ªa una mayor preparaci¨®n t¨¦cnica, cient¨ªfica y cultural, acorde con la complejidad del mundo (¡) No importa el soporte. Papel o plasma. Tablilla de barro o pellejo de cabra. Internet o c¨®dice miniado¡±.
El final que tra¨ªa escrito en su discurso parec¨ªa extra¨ªdo de una de sus columnas: ¡°Cuando pase el tiempo y el detritus de esta sociedad se eleve como un polvo sucio o dorado en el espacio de la memoria colectiva, ese polvo flotar¨¢ acompa?ado sustancialmente de las palabras que fueron escritas en los peri¨®dicos, de las cr¨®nicas, los reportajes, los art¨ªculos y las fotos amarillas, que entonces ya no ser¨¢n noticias, opiniones, pensamientos e im¨¢genes concretas de la actualidad, sino la ficci¨®n de la vida que vivimos. Y esa ser¨¢ nuestra verdadera historia literaria que har¨¢ so?ar a los habitantes del futuro¡±.
Pero Vicent opt¨® por rematar su clase con unas palabras que no tra¨ªa escritas y quedaron flotando en el aire: ¡°Como dijo Dylan Thomas, un buen periodista debe procurar ante todo ser bien recibido en el dep¨®sito de cad¨¢veres¡±.
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