Julio Bocca: ¡°Hoy no hay pasi¨®n por lo que se est¨¢ haciendo en el escenario¡±
El astro argentino realiza una gira espa?ola con ¡®El Mes¨ªas¡¯ y el Ballet Nacional de Uruguay
Bocca (Munro, 1967) est¨¢ de nuevo en Espa?a. Viene al frente de la compa?¨ªa que dirige, el SODRE (Ballet Nacional de Uruguay) y que ha cambiado radicalmente desde que asumi¨® el cargo por una designaci¨®n directa del presidente, Jos¨¦ Mujica. Despu¨¦s de colgar las zapatillas, el virtuoso argentino recal¨® en Montevideo y ha hecho el milagro: revolucionar en el fondo y en la forma a un conjunto que parec¨ªa estancado en el pasado. Ahora hacen una gira espa?ola por una decena de ciudades (ma?ana, en Alicante) con El Mes¨ªas en la coreograf¨ªa de Mauricio Wainrot.
Pregunta. Despu¨¦s de dejar los escenarios, ?c¨®mo se adapta a una nueva vida un artista?
Respuesta. Desde mi llegada al SODRE en 2010, han sido a?os muy intensos, llenos de actividad y de incidencias, pero en el fondo, todo muy enriquecedor. En 2013 terminamos con abogados en el ballet, pero el cambio ha funcionado bien. Y todo fue por una media hora m¨¢s de trabajo diario que yo les ped¨ªa. Al final hubo consultas, pero acab¨® bien: ahora trabajamos siete horas y media y ese proceso me vino bien a m¨ª, para entender y acostumbrarme a un reglamento, a una estructura, a profundizar en que el trabajo de una compa?¨ªa oficial es diferente.
P. ?C¨®mo ve el mantenimiento del repertorio activo en el ballet?
R. He apostado porque todas las producciones sean nuestras y nuevas (Corsario, Don Quijote, Bayadera, Lago de los cisnes) y creo que conceptualmente mucho depende de los maestros, montadores y de nosotros mismos. Trato de llevar los t¨ªtulos a nuestra ¨¦poca, sobre todo en cuanto al tiempo esc¨¦nico y el tiempo real. Hay que hacer las reducciones necesarias sin perjudicar la historia que se cuenta. Por ejemplo: he hecho un Don Quijote de hora y media con un solo intermedio y fue una buena experiencia que dio un resultado fant¨¢stico con el p¨²blico.
P. ?Y la realidad del panorama latinoamericano en el ballet?
R. Brasil es el pa¨ªs de Latinoam¨¦rica que produce actualmente bailarines mejor formados, con m¨¢s proyecci¨®n, a¨²n por encima de cubanos y de argentinos. En general hay talento, pero falta un trabajo meticuloso, y eso se ve muy bien en los concursos, una falta de conciencia en la base.
P. ?Se baila hoy mejor que antes?
R. No creo. Yo siento que hoy no hay una pasi¨®n por lo que se est¨¢ haciendo en el escenario; la pasi¨®n por agarrarse a la barra, observarse a s¨ª mismo al detalle y en profundidad, ahondar en el control y conocimiento del propio cuerpo. Se ha perdido bastante en musicalidad, en bailar con la m¨²sica.
P. Como si hubiera a veces poco de arte y mucho de exhibici¨®n.
R. As¨ª es. Pueden hacer 10 o 15 piruetas, saltos espectaculares, equilibrios de v¨¦rtigo, pero ?y el arte? En eso insisto mucho con mis bailarines, respetar las coreograf¨ªas y ser limpios en la danza.
P. Parece una decisi¨®n muy comprometida venir a Espa?a con un solo t¨ªtulo a noche completa y de las caracter¨ªsticas de El Mes¨ªas.
R. Esta coreograf¨ªa ya ha probado su ¨¦xito. Nosotros, el SODRE, la tenemos muy fresca pues la estrenamos en junio de este a?o, y las funciones del Canal, en Madrid, son muy importantes pues ser¨¢ la primera vez que lo hacemos con la m¨²sica en directo.
P. ?En el SODRE, qu¨¦ tiempo se ha dado para redondear su proyecto de compa?¨ªa?
R. Mi contrato es hasta finales de 2015, pero antes hay elecciones presidenciales; creo que podr¨¦ seguir adelante con mi proyecto, todos est¨¢n contentos con los resultados del trabajo, m¨¢s de 20.000 entradas vendidas por cada espect¨¢culo, el teatro siempre lleno. Con la taquilla pagamos todas nuestras producciones, eso es un logro in¨¦dito. Mi idea es seguir al menos unos tres a?os m¨¢s. Mi compa?¨ªa est¨¢ lista para el futuro.
P. ?C¨®mo ve los cambios en el vocabulario coreogr¨¢fico del ballet contempor¨¢neo?
R. En los modos modernos todo est¨¢ muy mezclado y a veces con zonas muy confusas. Eso tambi¨¦n lo veo en los concursos, a veces los j¨®venes no tienen ni idea de lo que hacen, por qu¨¦ lo hacen; tampoco hay cultura en las nuevas generaciones de las escuelas modernas cl¨¢sicas (Graham, Lim¨®n, Horton, Ailey) y eso deben aprenderlo tambi¨¦n, de ah¨ª sale el hallazgo del ballet contempor¨¢neo.
P. Hoy es menor el tiempo invertido en la creaci¨®n coreogr¨¢fica y el montaje.
R. Hay premura para todo, y eso influye negativamente. Yo no tengo esas prisas. No es l¨®gico apurar los tiempos. Hay obras que te piden tiempo en la preparaci¨®n y en la asimilaci¨®n. Hay estilos muy marcados que necesitan interiorizaci¨®n. Hace poco la compa?¨ªa hizo su primer Balanchine (Donizetti Variations) y ha sido una gran experiencia en este sentido. Ahora mis planes van m¨¢s all¨¢ y estoy pensando en Tema y variaciones o Ballet imperial.
P. Esos t¨ªtulos ya son palabras mayores.
R. Yo creo en los retos, y la compa?¨ªa est¨¢ preparada para ello.
P. Usted ahora sirve de modelo a los bailarines del futuro. Estudian sus v¨ªdeos. ?Ten¨ªa cuando empez¨® un modelo preciso a seguir?
R. Mi modelo fue Vladimir Vasiliev, al que m¨¢s vi bailar en vivo, pero siempre busqu¨¦ en m¨ª mi propio modelo. Barishnikov y Nureyev ten¨ªan cada uno cosas fant¨¢sticas e inspiradoras, pero Vasiliev iba m¨¢s all¨¢, su manera de tratar a la bailarina, su sentido art¨ªstico.
P. Parece que nunca ha tenido la tentaci¨®n de hacer coreograf¨ªas.
R. Nunca me podr¨¢n criticar como core¨®grafo. No tengo ese p¨¢lpito de la creaci¨®n coreogr¨¢fica. Escucho m¨²sicas y me dan ganas de moverme, pero no llegan las im¨¢genes concretas para redactar una nueva coreograf¨ªa. No podr¨ªa poner pasos tras pasos, tampoco tendr¨ªa paciencia para ello. Pero eso no me entristece ni me preocupa es igual que cuando me retir¨¦.
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