M¨¢s que ¡®El Rey¡¯, su padre
Telecinco estrena la miniserie de don Juan Carlos I centrada en su vida
La serie se llama El Rey, pero en realidad deber¨ªa ser Don Juan o, mejor, El Rey y su padre. Telecinco estrena esta noche a las 22.30 uno de sus grandes proyectos de la temporada. Se trata de una ficci¨®n dividida en tres cap¨ªtulos de 75 minutos cada uno. La historia comienza en 1948, cuando don Juan Carlos llega a Espa?a siendo un ni?o para iniciar su formaci¨®n tras el acuerdo alcanzado entre Franco y el conde de Barcelona, y concluye con el restablecimiento de la monarqu¨ªa en Espa?a y la muerte del padre del Rey en abril de 1993. Rodada hace un a?o y medio, la intenci¨®n de Telecinco era emitir la serie en primavera, pero el relevo en la Corona lo desaconsej¨®. La cadena pens¨® en emitirla en verano, pero el Mundial de F¨²tbol acaparaba en esos momentos toda la atenci¨®n de la audiencia. El estreno llega ahora para sustituir en la parrilla a la serie Hermanos.
El Rey es el segundo intento que hace Telecinco de llevar a la pantalla historias relativas a la monarqu¨ªa espa?ola actual. Hace cuatro a?os, la cadena estren¨® Felipe y Letizia, que recibi¨® duras cr¨ªticas tanto por la imagen tan distorsionada que ofrec¨ªa de la historia de amor de los actuales Reyes como de la vida en el palacio de La Zarzuela.
En esta ocasi¨®n el trabajo de documentaci¨®n ha sido m¨¢s profundo, seg¨²n cuenta Pepa S¨¢nchez Biezma, directora del ¨¢rea de producci¨®n de miniseries de Telecinco: ¡°Hemos estudiado con profundidad esa ¨¦poca, hablado con historiadores, le¨ªdo muchos libros¡±. El resultado no tiene nada que ver con la fallida serie sobre Felipe y Letizia, que provocaba incluso la carcajada cuando no deb¨ªa, si bien arroja sorprendentes interpretaciones de la historia: Franco no era tan malo y don Juan Carlos se dejaba manejar.
Francisco Franco es presentado como un venerable se?or mayor que se encari?a con el peque?o Juanito de Borb¨®n al que, eso s¨ª, le regala armas por su cumplea?os o por Navidad, entre ellas la pistola que caus¨® la muerte a Alfonso, el hermano menor del Rey. C¨®mo contar ese accidente fue uno de los grandes quebraderos de cabeza del guionista, Santos Mercero, y en realidad de toda la producci¨®n. Al final, el dif¨ªcil momento se ha resuelto mostrando tan solo el dolor que se vivi¨® ese d¨ªa en la casa de los condes de Barcelona en Estoril sin entrar en detalles sobre c¨®mo se produjo el fatal desenlace.
A don Juan Carlos, primero adolescente y luego ya casado con Sof¨ªa de Grecia y padre de tres hijos, se le ve como alguien f¨¢cil de manejar tanto por su padre como por Franco. En la serie, el personaje del Rey se justifica con el argumento de que ¡°todo¡± lo hace para restaurar la monarqu¨ªa en Espa?a, como el hecho de asistir a un acto de reafirmaci¨®n del r¨¦gimen tras la reacci¨®n internacional por las cinco ejecuciones firmadas por el dictador casi al final de sus d¨ªas. Esas horas previas a las ejecuciones muestran el lado m¨¢s oscuro de Franco en la serie. Telecinco admite que tuvo que rodar algunas escenas m¨¢s de las previstas para ¡°endurecer¡± el personaje.
Fernando Gil, que en su d¨ªa hizo de don Felipe, interpreta ahora a don Juan Carlos como si en ¨¦l Telecinco hubiera encontrado un actor con porte real. Destaca el buen trabajo de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa-P¨¦rez con el personaje de don Juan, as¨ª como Paco Merino con Francisco Franco.
Los primeros amores de don Juan Carlos con la condesa Olghina y con Mar¨ªa Gabriela de Saboya dar¨¢n que hablar, aunque en la producci¨®n de Telecinco los Borbones siempre aparecen como amantes padres de familia y fieles esposos de unas mujeres locamente enamoradas de ellos. La Casa del Rey no ha colaborado con la serie ni ha recibido la grabaci¨®n previamente.
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa-P¨¦rez:¡°Con los detalles se construye un personaje¡±
No es la primera vez que Jos¨¦ Luis Garc¨ªa-P¨¦rez (Sevilla, 1972) se enfrenta al reto de dar vida a un personaje relacionado con la Monarqu¨ªa espa?ola. Si en 2010 le toc¨® lidiar con Alfonso de Borb¨®n, ahora, en la miniserie El Rey, se mete en la piel de don Juan de Borb¨®n, el padre de Juan Carlos I.
Pregunta. ?C¨®mo se prepara un personaje tan complejo como este?
Respuesta. No es la primera vez que me enfrento a un personaje real, vivo o muerto, y me gusta mucho la parte intelectual de mi trabajo, el estudio. Cuando al personaje que te toca interpretar se le suma que es real y adem¨¢s hist¨®rico, a m¨ª me completa un arco enorme de posibilidades de trabajo. Me he le¨ªdo todo, o casi todo, lo que se ha escrito sobre don Juan, con todas las teor¨ªas posibles, y all¨ª est¨¢n los detalles, la realidad, siempre por encima de la visi¨®n del autor. Con esos detalles se construye un personaje.
P. Acabado el trabajo, ?qu¨¦ opina de don Juan?
R. Antes de arrancar la serie ya me parec¨ªa una persona interesante; ahora creo que es interesant¨ªsimo y que Juego de tronos est¨¢ m¨¢s cerca de la realidad de lo que pueda parecer. Don Juan ten¨ªa una visi¨®n de la Monarqu¨ªa que ya no tenemos, m¨¢s apegada a otra ¨¦poca, ni mejor, ni peor. No me refiero a una monarqu¨ªa absolutista, pero s¨ª entend¨ªa la herencia mon¨¢rquica que a ¨¦l le tocaba de una forma que a nosotros hoy se nos queda muy despegada. Su vida iba unida a lo que ellos entienden como un pa¨ªs y una obligaci¨®n.
P. Ya hemos hablado de su personaje, pero ?c¨®mo analizar¨ªa el conjunto?
R. Estoy seguro de que es la primera miniserie de un tono pol¨ªtico, como es el caso, tratada de una forma totalmente diferente. La serie ha alcanzado un gran nivel; no se queda en lo supeficial de la historia, profundiza para llegar donde realmente est¨¢ lo interesante de la vida de cada personaje.
P. Cuando dice diferente, ?a qu¨¦ se refiere exactamente?
R. Primero, es la forma de contarlo, separ¨¢ndose completamente de la prensa rosa, con todos mis respetos, y uniendo la vida personal a lo pol¨ªtico-profesional para entender c¨®mo se han ido construyendo cada uno de esos seres. Nos va a dar las claves pol¨ªticas y personales de lo que hoy tenemos. Y, segundo, la forma de rodar de Norberto, el director, m¨¢s cercana a El ala oeste de la Casa Blanca que a un follet¨ªn tradicional.
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