La Transici¨®n, en su sitio hist¨®rico
Santos Juli¨¢ y Jos¨¦ ?lvarez Junco debaten sobre el proceso vivido tras la muerte de Franco y la actual necesidad de una reforma de la Constituci¨®n
Aunque sea simplista, se podr¨ªa decir que los periodistas analizan la realidad con luces cortas y los historiadores lo hacen con luces largas. Santos Juli¨¢ (Ferrol, 1940) y Jos¨¦ ?lvarez Junco (Viella, Lleida, 1942), dos de los grandes especialistas de la Historia contempor¨¢nea espa?ola y por tanto expertos en poner las cosas en su sitio (hist¨®rico), reflexionaron ayer sobre el significado de la Transici¨®n, su impacto en la evoluci¨®n de la democracia y la necesidad de una reforma de la Constituci¨®n de 1978 en un encuentro celebrado en la sede de EL PA?S, presentado por la subdirectora Eva Saiz, ante un auditorio repleto de periodistas y alumnos del m¨¢ster de Periodismo, amantes por tanto de las distancias cortas.
Nada m¨¢s empezar, ?lvarez Junco dej¨® claro por qu¨¦ la Transici¨®n y las d¨¦cadas que le han seguido tienen un lugar especial en la Historia que no merece ser desde?ado de buenas a primeras. ¡°Los ¨²ltimos 50 a?os de la Historia de Espa?a han sido los mejores en siglos. Este pa¨ªs ha tenido una historia desastrosa, terrible, desde que se establecieron fronteras parecidas a las actuales¡±. La retah¨ªla comenz¨® con la Contrarreforma, la Inquisici¨®n y la expulsi¨®n de jud¨ªos y moriscos y desemboc¨® en la Guerra Civil de 1936-39 y la dictadura de Franco. En medio, m¨¢s episodios de sombra (aislamiento de fen¨®menos modernizadores como las revoluciones industrial y cient¨ªfica o ciclos de pronunciamientos liberales seguidos de otros represivos) que de luz. ¡°No sab¨¦is lo afortunados que hemos sido. La Transici¨®n fue un b¨¢lsamo de paz, de concordia y acuerdo. Fue una de las cosas m¨¢s sensatas que ha habido en este pa¨ªs¡±, afirm¨® el autor de Mater dolorosa, Premio Nacional de Ensayo en 2002.
Frente a las voces que proliferan en los ¨²ltimos tiempos que achacan buena parte de los males actuales al proceso pol¨ªtico seguido tras la muerte de Franco, Santos Juli¨¢ se desmarc¨® de esa interpretaci¨®n: ¡°La Transici¨®n no explica lo que nos est¨¢ pasando, de ah¨ª no sale un r¨¦gimen sino un dise?o institucional que queda por realizar. Es la pol¨ªtica derivada del sistema lo que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª¡±.
Juli¨¢ aprovech¨® la ocasi¨®n para desmontar algunas falsas creencias que se achacan a ese momento, como la gestaci¨®n del bipartidismo. ¡°Es otro invento. Nadie tuvo mayor¨ªa. En el Congreso que sale de las primeras elecciones se encuentran gentes que ven¨ªan de la Administraci¨®n del Estado y del PCE. Fraga le ve¨ªa la cara a Pasionaria. En aquel semic¨ªrculo se sentaba gente que se hab¨ªa matado. ?Qu¨¦ pueden hacer 350 personas que vienen de la oposici¨®n y del r¨¦gimen, que son tradiciones excluyentes? Ponerse de acuerdo. Y la posibilidad de que gente que se ha estado matando se pueda volver a hablar, y que tiene una protohistoria anterior a la muerte de Franco, es ins¨®lito, no hab¨ªa ocurrido jam¨¢s en nuestra Historia¡±, subray¨® el bi¨®grafo de Manuel Aza?a. ¡°Es el proceso lo que crea el consenso que termina en el pacto constituyente¡±, a?adi¨® Juli¨¢, que defendi¨® que ¡°el pasado necesita ser explicado en s¨ª mismo, no por lo ocurrido despu¨¦s¡±.
Lo ocurrido despu¨¦s es lo que est¨¢ pasando ahora, un momento de gran convulsi¨®n pol¨ªtica debido a la confluencia de varias fuerzas: la desconfianza hacia la pol¨ªtica por casos de corrupci¨®n, el estallido soberanista catal¨¢n, el coste social de la crisis econ¨®mica, el descr¨¦dito de las instituciones... Una grave crisis que, puntualiz¨® ?lvarez Junco, no llega a los extremos de la registrada en 1898, que desemboc¨® en un profundo movimiento regeneracionista. Pero que, en opini¨®n de ambos historiadores, requiere reformas. ¡°Es necesario desde hace 15 a?os la reforma de la Constituci¨®n, aunque el reformista no es el camino habitual en Espa?a, que es el pa¨ªs que m¨¢s constituciones ha aprobado desde los liberalismos. No hay experiencia hist¨®rica de reformas, sino la de arramplar lo vigente y construir un nuevo mundo¡±, sostuvo el autor de Historias de las dos Espa?as, Premio Nacional en 2005.
¡°La Constituci¨®n de 1978 es la ¨²nica que fue consensuada. Desde 1808 todas hab¨ªan sido imposiciones del partido en el poder, liberales o conservadores. Esto es a la vez la virtud y el inconveniente: cualquier reforma que se haga de la Constituci¨®n de 1978 tiene que ser consensuada¡±, agreg¨® Jos¨¦ ?lvarez Junco, que neg¨® que en aquellos a?os reinase un pacto de silencio sobre el r¨¦gimen de Franco. ¡°Es falso. Hay miles de libros y art¨ªculos sobre la Guerra Civil y la dictadura. La prensa tuvo un papel muy constructivo, aunque luego se ha politizado mucho, tambi¨¦n por la falta de control del legislativo sobre el ejecutivo¡±, a?adi¨®.
El modelo territorial o la reforma de las instituciones son aspectos que precisan cambios constitucionales, seg¨²n los historiadores. ¡°No quedan poderes del Estado sin necesidad de reformar¡±, dijo Juli¨¢, que tambi¨¦n aludi¨® al deterioro de la imagen de la monarqu¨ªa por ¡°un comportamiento inaceptable de su titular¡±, en alusi¨®n a los ¨²ltimos a?os del reinado de Juan Carlos I.
Ante una reforma de la Carta Magna, ninguno de ellos ve hoy capacidad de influencia decisiva en el Ej¨¦rcito o la Iglesia, como si la ten¨ªan en 1978. ¡°El Ej¨¦rcito ha experimentado quiz¨¢ la mayor transformaci¨®n por la celeridad y el grado. La Iglesia no tiene una capacidad de intervenci¨®n directa, ni siquiera en leyes en las que ha echado toda la carne en el asador¡±, afirm¨® Santos Juli¨¢, en referencia a la fallida reforma de la legislaci¨®n del aborto. ¡°Yo creo que a la Iglesia se le da m¨¢s poder del que tiene. Se ha podido sacarla del sistema educativo, pero no se hace por prudencia pol¨ªtica. Y el Ej¨¦rcito no tiene capacidad de presi¨®n pol¨ªtica, finalmente se ha civilizado¡±, agreg¨®. ¡°Una de las cosas m¨¢s sorprendentes de este pa¨ªs han sido la evoluci¨®n del Ej¨¦rcito y la Guardia Civil¡±, elogi¨® ?lvarez Junco.
Se habl¨® de Podemos, claro, desde donde salen frecuentes andanadas contra lo gestado en la Transici¨®n. ¡°Podemos¡±, dijo Juli¨¢, ¡°demuestra que el sistema pol¨ªtico que viene de la Transici¨®n ofrece espacio suficiente para que surja otra alternativa¡±.
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