¡°Aira hace que parezca demasiado f¨¢cil escribir¡±
Convocados por 'Babelia', Hern¨¢n Ronsino, Selva Almada, Sergio Olgu¨ªn y Luis Chitarroni charlan sobre la literatura argentina actual y la influencia de la escritura borgiana
Cuatro autores de distintas generaciones aceptaron la invitaci¨®n de este diario para sentarse a charlar sobre la literatura argentina. Hablaron sobre Borges, S¨¢bato, Piglia y de la situaci¨®n actual. Convinieron que hay una gran variedad de estilos y que el novelista m¨¢s influyente para los m¨¢s j¨®venes es C¨¦sar Aira (provincia de Buenos Aires, 1949). Aunque tambi¨¦n destacaron la figura de Juan Jos¨¦ Saer (1937-2005). He aqu¨ª una breve presentaci¨®n de los escritores, de menor a mayor:
Hern¨¢n Ronsino es profesor de sociolog¨ªa y naci¨® hace 35 a?os en Chivilcoy, un pueblo de 53.000 habitantes en la provincia de Buenos Aires. Lo de Chivilcoy es importante porque, aunque vive y trabaja desde hace a?os en la capital del pa¨ªs, su literatura gira alrededor del pueblo. En una entrevista coment¨®: ¡°Cuando me dicen, ¡®otra vez una historia sobre el pueblo¡¯, me pongo a pensar, desde un punto de vista sociol¨®gico, en la literatura argentina, que no es s¨®lo lo que pasa en Buenos Aires, Rosario o C¨®rdoba. Debe haber, pero es dif¨ªcil que se muestre, una literatura que cuente la vida del interior del pa¨ªs. La literatura est¨¢ muy centrada en las grandes ciudades, y a m¨ª me interesa mucho contar las peque?as historias que suceden en los pueblos¡±. Lumbre, la ¨²ltima de sus tres novelas, la ha publicado en 2013 en una editorial argentina independiente, (Eterna Cadencia, 2013), pero ya tiene comprometida la traducci¨®n con la prestigiosa editorial francesa Gallimard.
Selva Almada es, a sus 41 a?os, el nombre m¨¢s visible de la ¨²ltima generaci¨®n de narradores argentinos. El ¨¦xito le sobrevino con su primera novela, El viento que arrasa, publicada en 2012 por la peque?a editorial Mardulce que ya ha dado el salto a Espa?a, Italia, Francia Portugal, Alemania. Y la confirmaci¨®n lleg¨® al a?o siguiente con su segunda novela, Ladrilleros, tambi¨¦n en Mardulce.
Sergio Olgu¨ªn tiene 47 a?os y gan¨® en 2009 elV Premio Tusquets Editores de Novela con Oscura mon¨®tona sangre. Su ¨²ltimo libro, Las Extranjeras (Suma de Letras, 2014) forma parte de una saga policial protagonizada por Rosenthal, una periodista a la vieja usanza. Como comentaba Leila Guerriero en este suplemento hace cuatro a?os, sus novelas giran en torno al barrio bonaerense de Lan¨²s, donde naci¨®, la solidaridad entre amigos y el poder como una de las formas del sexo.
Luis Chitarroni tiene 56 a?os, es escritor y editor de La bestia equil¨¢tera, una peque?a editorial con una gran colecci¨®n de literatura extranjera que apenas ocho a?os ha conseguido convertirse en un marchamo de calidad. Ha escrito varios ensayos como Los escritores de los escritores y tambi¨¦n Peripecias del no, obra que su editorial define como una novela en clave sobre los fulgores y fracasos de la literatura argentina moderna.
PREGUNTA. ?Hay algo que distinga a la literatura argentina?
Chitarroni. Yo creo que hay una continuidad de calidades y diversidades. Pero lo que ha habido ac¨¢ es una falta de atenci¨®n, cosa que no ocurre en la literatura espa?ola, donde hubo atenci¨®n sobre sus escritores desde la muerte de Franco. Ac¨¢ eso no se daba hasta ahora. Pero ahora hay dos revistas literarias; uno se llama Los In¨²tiles y la otra m¨¢s vieja, El Ansia. Y se ocupan de escritores que est¨¢n todav¨ªa produciendo, como Marcelo Cohen, Ronsino o Alberto Laiseca.
Olgu¨ªn. Lo que ocurre a veces en Argentina es que con la muerte del escritor se termina la vida de sus libros.
Chitarroni. Ah¨ª se da una especie de reverso que fue el caso de Fogwill.
Olgu¨ªn. Fogwill fue un caso excepcional desde sus primeros libros y lo sigue siendo.
Almada. Ahora est¨¢n tambi¨¦n reeditando a Sara Gallardo, que era una gran falta.
La reconstruci¨®n de un mundo se realiza a partir de fragmentos, de lo no dicho o una po¨¦tica que va, a partir de restos, construyendo un mundo
Hern¨¢n Ronsino
Olgu¨ªn. La falta de acceso a determinados libros, porque el mercado decidi¨® no reeditarlos, es limitar tambi¨¦n la capacidad del escritor posterior.
Ronsino. Yo comparto, con lo que dijo Luis, que hay una gran diversidad de est¨¦ticas apareciendo. Y creo que es un momento de revisi¨®n de tradiciones que fueron muy fuerte en el siglo XX.
Almada. Yo no s¨¦ si esa diversidad no est¨¢ emparentada con la cantidad de editoriales peque?as que han surgido en la ¨²ltima d¨¦cada. Antes era mucho m¨¢s dif¨ªcil publicar una primera novela.
Olgu¨ªn. Eso es cierto. En los noventa la ¨²nica manera de publicar un primer libro era si ven¨ªas de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras y ten¨ªas contacto con los profesores, que a su vez estaban vinculados con el mundo editorial; o si hab¨ªas ganado un premio literario o si ven¨ªas del periodismo.
PREGUNTA. ?Est¨¢is de acuerdo con la idea de que en la Argentina actual se publican muchas novelas breves, pero no existe escritor que aspira a contarlo todo?
Chitarroni. ?Balzac sab¨ªa que era Balzac? Yo no s¨¦ si alguien es tan consciente de su misi¨®n hist¨®rica mientras escribe.
Olgu¨ªn. Hay autores con m¨¢s proyecto.
Chitarroni. Bueno, se puede ver en Cort¨¢zar, en Juan Jos¨¦ Saer.
Almada. Si es verdad que lo que caracteriza la literatura argentina contempor¨¢nea es la brevedad. En general los autores de los ¨²ltimos a?os han publicado novelas breves. Hace poco sali¨® en Eterna Cadencia una novela de Ricardo Romero de 600 p¨¢ginas. Y es como que todos nos sorprendimos. Es una excepci¨®n.
Ronsino. La reconstruci¨®n de un mundo se realiza a partir de fragmentos, de lo no dicho o una po¨¦tica que va, a partir de restos, construyendo un mundo. No es Balzac.
Chitarroni. No es Balzac, ni es Ad¨¢n Buenos Aires (de Leopoldo Marechal), ni es Rayuela. Pero ah¨ª hay un proyecto que incide en diagonal, que es el de Aira.
Almada. Claro.
Chitarroni. El hecho de la publicaci¨®n de libros a los que ¨¦l mismo parece restarles importancia, no s¨¦ cu¨¢n sincero es eso, pero que al cabo de 80 libros, vos dec¨ªs: ?Caramba!.
Olgu¨ªn. Me parece que tambi¨¦n hay decisiones editoriales. Es mucho m¨¢s f¨¢cil publicar un libro de 150 p¨¢ginas que uno de 500.
PREGUNTA. ?El consejo de ¡°maten a Borges¡± sigue siendo v¨¢lido?
Olgu¨ªn. No. Me parece que Borges es un autor al que es tan f¨¢cil copiar en lo superficial que quien lo hace queda en rid¨ªculo en seguida. Entonces es dif¨ªcil que haya una literatura borgiana, sobre todo a partir de los ochentas.
PREGUNTA. Pero tal vez el consejo no vaya por el lado de la imitaci¨®n sino por el peligro de una sombra tan grande.
Ronsino. Ya tampoco est¨¢ esa sombra. Y mucho menos en nuestra generaci¨®n. Borges es un tesoro, no es un problema.
Chitarroni. Es una sombra que llega hasta mi generaci¨®n.
Olgu¨ªn. Quienes tuvieron que matar a Borges fueron los editores extranjeros. La literatura argentina empieza una generaci¨®n de Abelardo Castillo, Liliana Hecker no tuvo la rapidez para salir al extranjero como tuvo la generaci¨®n anterior. Porque claro¡ ?Qu¨¦ hace un editor alem¨¢n si ten¨ªa que publicar un escritor argentino? Estaban Borges, Cort¨¢zar, S¨¢bato, Puig¡
Chitarroni. Igual el modelo de Borges tambi¨¦n era la brevedad. Pero no era Borges el incidente sino S¨¢bato. En Inglaterra te preguntaban por S¨¢bato. Porque era la figura que hab¨ªa condensado al ensayista. Borges era una especie de rareza que sab¨ªa m¨¢s de literatura inglesa que yo mismo.
Olgu¨ªn. Borges era nuestro autor universal, S¨¢bato nuestro autor argentino.
Almada. Pero S¨¢bato nunca fue una influencia para otros autores.
Olgu¨ªn. Yo te dir¨ªa que en la generaci¨®n de los setenta est¨¢ presente ese esp¨ªritu fatalista, mis¨®gino, existencial.
PREGUNTA. Si ya no es Borges, ?qui¨¦nes son ahora los autores m¨¢s influyentes en las nuevas generaciones?
Ronsino. Saer y Aira.
Me parece que Borges es un autor al que es tan f¨¢cil copiar en lo superficial que quien lo hace queda en rid¨ªculo en seguida Sergio Olgu¨ªn
Almada. Para m¨ª Aira, m¨¢s que Saer.
Ronsino. Si hay un objeto que genera disputas y divisiones en el presente es la obra de Aira. Hay fan¨¢ticos y aquellos que no lo consideran como literatura.
Almada. Aira da la sensaci¨®n de que es muy f¨¢cil escribir. Y, en ese sentido, es una mala influencia, incluso no para nuestra generaci¨®n sino para los que son m¨¢s chicos que nosotros. Hay un trabajo enorme en la obra de Aira, pero da la sensaci¨®n al lector de que cualquiera puede escribir. Y por eso tiene m¨¢s influencia que Saer. Saer es un escritor dif¨ªcil.
Olgu¨ªn. Pero hay muchos autores que se ponen a Saer como modelo en cuanto a tratar de condensar su escritura como lo hace Saer. Me parece que hay un trabajo saeriano de la lengua que todav¨ªa est¨¢ medio presente.
Chitarroni. Yo creo que las dos cosas son productivas. Creo que era Soriano el que dec¨ªa cuando le¨ªa a Faulkner: ¡®?Ay, qu¨¦ dif¨ªcil es escribir!¡¯ Y cuando le¨ªa a Heminway: ¡®?No, es f¨¢cil!¡¯. Si uno lee a Borges dice: ¡®Ch¨¦, qu¨¦ laborioso, cu¨¢nto tengo que saber para escribir¡¯. Y¡ No s¨¦ lo que produce S¨¢bato, porque a m¨ª nunca me produjo un efecto literario, me produjo un efecto como de¡
Ronsino. Te provoc¨® angustia.
Chitarroni. No, tampoco. Yo lo le¨ª, como corresponde a mi generaci¨®n, no lo le¨ª malintencionadamente sino despu¨¦s, cuando la vena fue demasiado¡
Olgu¨ªn. Yo lo le¨ª en la adolescencia. Y te dir¨ªa que el efecto que produjo en m¨ª Sobre h¨¦roes y tumbas no lo produjo ning¨²n libro antes o despu¨¦s.
Chitarroni. La degradaci¨®n de S¨¢bato fue tard¨ªa.
PREGUNTA. Pero, seg¨²n varios editores, la mayor¨ªa de los manuscritos de autores j¨®venes que llegan est¨¢n influidos por Aira.
Olgu¨ªn. Porque es lo que dec¨ªa Selva. Aira produce el efecto de que todos podemos ser escritores. Y eso se refleja en que despu¨¦s hay obras que son absolutamente superficiales, sin un trabajo demasiado elaborado ni de la lengua, ni del estilo, ni de la trama, ni del argumento ni de los personajes. Y eso, que en realidad es la limitaci¨®n de ese autor nuevo, en realidad lo venden como si fuera un estilo, que es lo que construy¨® Aira, hacer de eso un estilo.
Rosino. Y una obra riqu¨ªsima.
PREGUNTA. ?A ti, Selva, te ha condicionado m¨¢s la literatura de Estados Unidos o la de Argentina?
Almada. Hay autores como Haroldo Conti o Daniel Moyano que escrib¨ªa esa literatura rural en los sesentas. Y antes de ellos, Horacio Quiroga, que no es argentino, es uruguayo. Los norteamericanos los empec¨¦ a leer hace unos a?os. Cuando empec¨¦ a escribir le¨ªa mucho a Onetti, que estaba muy influenciado por Faulkner.
PREGUNTA. ?Sigue teniendo Buenos Aires el grado de cosmopolitismo y curiosidad cultural que ten¨ªa cuando Borges se form¨® como lector?
Chitarroni. Mi programa de edici¨®n es antiespa?a, anti producci¨®n de modelos de Anagrama, Tusquets¡ de traducci¨®n y de gustos. ?Por qu¨¦ los ¨²nicos escritores que parecen existir para los argentinos son Paul Auster y Coetzee? Odio ese tipo de¡
Olgu¨ªn. Hurac¨¢n.
Chitarroni. De hurac¨¢n, reducciones. Mira que me gusta much¨ªsimo la literatura espa?ola, pero no me gusta que me impongan al autor de moda con una traducci¨®n que no puedo ni siquiera inteligir. Leer a Kennedy O¡¯Toole, que es un gran autor, es un problema, porque est¨¢ muy mal traducido. O por lo menos traducido de una manera, para un argentino, espantosa. Ojo: los espa?oles tienen extraordinarios traductores, como no los hay ac¨¢ ahora. Hicieron una buen¨ªsima traducci¨®n de Kafka, minuciosa como pocas. Pero, cuando tratan de imponer un modelo, en general tienen la mala suerte de que ese modelo no est¨¢ bien traducido.
PREGUNTA. Entonces, ?el lector argentino goza de un panorama amplio de la literatura universal?
Chitarroni. Todav¨ªa, s¨ª. Pero priman las grandes editoriales y los escritores son impuestos desde un consorcio espa?ol. En el momento en que tendr¨ªa que haber mayor contagio y difusi¨®n de los escritores latinoamericanos, falla por completo.
Ronsino. Luis, eso se da a trav¨¦s de las editoriales independientes. Hay una serie de literatura latinoamericana muy interesante que llega ac¨¢ incluso a trav¨¦s de editoriales independientes espa?olas como Perif¨¦rica -Yuri Herrera o Juan C¨¢rdenas son dos autores que me gustan mucho- y tambi¨¦n editoriales mexicanas o chilenas o colombianas que uno empieza a encontrar en un trabajo de hormiga que van haciendo. Pero est¨¢ empezando a armarse una trama de circulaci¨®n latinoamericana y que va por fuera de los grandes grupos.
Si uno lee a Borges dice: ¡®Ch¨¦, qu¨¦ laborioso, cu¨¢nto tengo que saber para escribir¡¯ Luis Chitarroni
Olgu¨ªn. Yo tengo un ejemplo casi gracioso o tr¨¢gico. A comienzos del 2000 hice una antolog¨ªa para Tusquets Argentina de narrativa argentina. Eran 22 autores que estaban comenzando a publicar. Eso se difundi¨® solo en Argentina. Tiempo despu¨¦s me entero de que Tusquets de M¨¦xico hab¨ªa hecho una antolog¨ªa similar. Lo comentamos con la editora mexicana: qu¨¦ bueno ser¨ªa que nosotros pudi¨¦ramos enviar cien ejemplares a M¨¦xico y M¨¦xico nos enviara cien ejemplares sin costos. Pero no se pudo llevar a cabo porque la burocracia en Barcelona no permit¨ªa este intercambio entre dos subsedes que depend¨ªan de all¨¢.
Almada. Incluso pasa, por ejemplo con Alfaguara Uruguay publican autores uruguayos que no llegan nunca ac¨¢. Y tienen autores muy bueno que ac¨¢ no se conocen. Pasa tambi¨¦n con los chilenos. Porque yo ahora publiqu¨¦ con Random House ac¨¢ y Diego Z¨²?iga, que es un escritor que publica en Random House Chile, pero no se traen sus novelas ac¨¢.
PREGUNTA. ?Cre¨¦is que se cont¨® el menemismo en literatura? ?Y que se est¨¢ contando el kirchnerismo?
Ronsino. Para m¨ª El Traductor [De Salvador Benesdra] es un buen modo de leer lo que pas¨® en el menemismo. Y un libro que puede ser un libro de ¨¦poca y que puede hacernos pensar este momento es Los Topos, de F¨¦lix Bruzzone. No porque hable de este momento, sino porque es una escritura que tiene en sus entra?as los efectos de una ¨¦poca. Se escribe despu¨¦s de la reapertura de los juicios. La libertad que tiene esa escritura para abordar la problem¨¢tica de la dictadura¡ No se hubiera publicado en los ochenta. Es hija de estos a?os.
Olgu¨ªn. Novelas que reflejen los ochenta y los noventa¡ Vivir afuera, de Fogwill; Las viudas de los jueves, de Claudia Pi?eiro; Las Islas, de Carlos Gamerro.
Ronsino. Yo pienso en Puerto Apache, de Juan Carlos Martini.
Chitarroni. Para m¨ª las novelas que narran lo que es una ¨¦poca son las m¨¢s indirectas. Se dec¨ªa que la novela que cuenta la historia de la dictadura militar argentina es El beso de la mujer ara?a, de Puig, porque cuenta la historia de un gay y un militante¡ El tema es una cosa y otra son los indicios de ¨¦poca.
Almada. Me resulta dif¨ªcil pensar si ahora se est¨¢n escribiendo novelas que cuenten el kirchnerismo. Por ah¨ª la ¨²ltima novela de Gabriela Cabez¨®n C¨¢mara, El romance de la negra rubia, que habla de las casas tomadas, est¨¢ contando una ¨¦poca indirectamente.
PREGUNTA. ?Qu¨¦ autor recomendar¨ªais que no fuese vuestro amigo?
Ronsino. Yo recomiendo un autor australiano que se llama Kenneth Cook. Y una novela que se llama P¨¢nico al amanecer. Que se consigue en Espa?a y ac¨¢ no.
PREGUNTA. O sea, que te vas de Argentina para hacer una recomendaci¨®n.
Almada. No se quiere pelear con nadie.
Los norteamericanos los empec¨¦ a leer hace unos a?os. Cuando empec¨¦ a escribir le¨ªa mucho a Onetti Selva Almada
Olgu¨ªn. Un gesto m¨¢s argentino que ¨¦se no vas a encontrar. Esto tiene que ver con que en Argentina, de alguna manera, nos sentimos herederos de la literatura universal.
Almada. Yo voy a recomendar un argentino contempor¨¢neo que no es amigo m¨ªo, Mauro Libertella. Public¨® una novela el a?o pasado que se llama Mi libro enterrado y me pareci¨® preciosa.
Olgu¨ªn. Yo estoy pensando en un autor que, lamentablemente es amigo, pero qu¨¦ le voy a hacer. Es Claudio Zeiger. Nombre de guerra, que es su primera novela, est¨¢ en Seix Barral y me gust¨® mucho. Y Tu mano izquierda, de Laura Meradi. Es su primera novela, que sali¨® en Alfaguara [en 2009].
Ronsino. Yo me sumo a la recomendaci¨®n.
Olgu¨ªn. Yo a Laura no la conoc¨ªa para nada. Mand¨® unos cuentos a la revista en que yo estaba, La mujer de mi vida. Qued¨¦ fascinado por esos cuentos y, desde entonces, no solo leo con renovado placer todo lo que va escribiendo, sino que noto que influye en lo que yo escribo. Y es raro, porque es una persona mucho m¨¢s chica que yo, debe tener 30. Y la otra persona con la que me pasa algo similar es Mariana Enr¨ªquez. Los peligros de fumar en la cama (Emec¨¦, 2009) es un libro de cuentos extraordinario.
Luis Chitarroni. Yo recomendar¨ªa Variaciones Turner (Bajo la luna, 2013), de Danilo Albero. Es una novela rar¨ªsima que tiene un sabor argentino ¨²nico. Porque en el traslado de un enorme barco, el Great Eastern, vos te vas dando cuenta de lo argentino que es este hombre que est¨¢ averiguando los hechos y que quiere, por un lado, ser absolutamente preciso y absolutamente honesto, y a la vez impresionar un poco. No hay conducta m¨¢s argentina.
PREGUNTA. ?C¨®mo veis el fen¨®meno de los talleres en Argentina?
Chitarroni. Yo creo que aquellas ense?anzas del maestro un poco tah¨²r ahora se convierten en est¨¢ndar, aprovechas por la industria editorial, que elige.
Ronsino. Para m¨ª es un espacio de entrenamiento, de mostrar, charlar, discutir. Pero un escritor se forma en otros ¨¢mbitos, no en un taller.
Almada. El taller mal manejado promueve la uniformidad de la escritura. Pero yo fui alumna de Laiseca y, al contrario de otros talleristas que sacan escritores como seriales, la particularidad que tiene Laiseca es que hemos salido escritores muy diferentes a ¨¦l y muy diferentes entre nosotros.
Olgu¨ªn. Yo creo que son un ¨¢mbito maravilloso para ponerse en contacto con otras personas que escriben. La primera funci¨®n que cumple un taller es la de socializarse, que ya es bueno en s¨ª mismo.
Almada. Yo vine a vivir de Entre R¨ªos ac¨¢ hace 15 a?os. No conoc¨ªa a nadie y lo primero que hice fue anotarme en un taller, que casualmente fue el de Laiseca, porque yo no lo hab¨ªa le¨ªdo, no sab¨ªa qui¨¦n era Laiseca.
Olgu¨ªn. Yo hice solo un taller en mi vida a los 16 a?os. Me sirvi¨® para tomarme en serio la idea de escribir. Creo que el taller sirve para darte seguridad.
PREGUNTA. ?No impartiste ninguno?
Olgu¨ªn. No. Bueno, s¨ª, uno.
Almada. De todas maneras, es la ¨²nica forma de vida. Todos damos talleres porque nos pagan.
PREGUNTA. ?Piglia os ha influido como escritores?
Ronsino. En mi caso, los modos de leer de Piglia me han influido mucho a la hora de acceder a otros autores, como por ejemplo con Gombrowicz. Todo lo que despliega Piglia en Cr¨ªtica y ficci¨®n para m¨ª fue aprender a leer.
Olgu¨ªn. Para m¨ª Piglia me influy¨® much¨ªsimo en la adolescencia tambi¨¦n. Me sirvi¨® para sacarme de encima a S¨¢bato, por ejemplo. Porque cuando le¨ª Respiraci¨®n artificial fue el descubrimiento de que la literatura no era necesariamente como contaba S¨¢bato. Y despu¨¦s, la forma de leer la literatura argentina. Es un autor muy presente, pero creo que m¨¢s que nada en autores cuarenta?eros.
PREGUNTA. Luis, ?qui¨¦n era en tu generaci¨®n el maestro?
Chitarroni. Piglia y Aira. Ellos eran los dos ejes. Estaban enfrentados y el motivo de la disputa era Osvaldo Lamborghini.
Con la figura del Lamborghini (Buenos Aires, 1940-Barcelona, 1985) el autor que tanto gusta a C¨¦sar Aira como disgustaba a Roberto Bola?o, damos por concluida la conversaci¨®n.
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