El rompecabezas independiente
Lo mejor del pop alternativo en ¡®EL PA?S de M¨²sica¡¯
El de la m¨²sica ¡°independiente¡± es, quiz¨¢, el ¨²ltimo fen¨®meno apasionante de la historia discogr¨¢fica espa?ola. Apasionante incluso en sus contradicciones, porque, llamativamente, no toda la m¨²sica denominada as¨ª es independiente. Los Planetas, el grupo indie por excelencia, ha publicado la inmensa mayor¨ªa de sus discos en una compa?¨ªa multinacional. Y sin embargo, Quique Gonz¨¢lez, que en un momento de su carrera dio un arriesgado giro hacia la independencia m¨¢s recalcitrante, dif¨ªcilmente encaja en la categor¨ªa consensuada de m¨²sico indie. No, la m¨²sica independiente no siempre es independiente, como tampoco responde a la descripci¨®n de un particular sonido: define por igual a vigorosos grupos de pop, candorosa electr¨®nica y l¨¢nguidos cantautores. Tiene un marcado sesgo temporal: los grupos independientes de principios de los ochenta (Gabinete Caligari, Siniestro Total) no son indies en absoluto. ?Es, entonces, lo indie una actitud? ?Qu¨¦ clase de actitud? Algunos dir¨ªan que implica un presunto desprecio hacia el ¨¦xito. En ese caso, hay que suponer que cuando Vetusta Morla lleg¨® al n¨²mero uno de ventas en abril con su ¨²ltimo disco, La deriva, sus componentes se llevaron un disgusto; cosa que nadie en su sano juicio creer¨ªa. Otros apuntar¨ªan a las influencias: ?ha crecido oyendo a Mike Oldfield y Dire Straits? No es indie. ?Ha crecido con H¨¹sker D¨¹ y Jesus and Mary Chain? ?Indie a tope! Seg¨²n eso, deber¨ªa haber muy poquitos indies,y hoy son multitud.
Las 16 canciones
Deluxe, Que no.
Los Planetas, Un buen d¨ªa.
Dover, Serenade.
Australian Blonde, Chup Chup.
Iv¨¢n Ferreiro, Turned¨®.
Nacho Vegas, D¨ªas extra?os.
Lagartija Nick, Nuevo Harlem.
Russian Red, Cigarretes.
Vetusta Morla, Un d¨ªa en el mundo.
La habitaci¨®n roja, El eje del mal.
Lori Meyers, Mi realidad.
Love of lesbians, Club de fans de John Boy.
Sidonie, El incendio.
Los fresones rebeldes, Al amanecer.
La buena vida, Magnesia.
Los piratas, A?os ochenta.
En efecto, la sensaci¨®n general es que la m¨²sica independiente es el nuevo mainstream. La crisis de la industria, con las grandes compa?¨ªas obcecadas en repetir f¨®rmulas gastadas, ha permitido que las propuestas novedosas y divertidas florezcan. Internet y las redes sociales han multiplicado el impacto de esa m¨²sica que, a principios de los noventa, se afanaban en dar a conocer peque?os sellos discogr¨¢ficos y algunas revistas especializadas. Los festivales, el invento del siglo, no solo han servido de trampol¨ªn para muchos grupos sino que los han dotado del prestigio del directo y vinculado con opulentos anunciantes. Si el pop sigue siendo hoy algo excitante es gracias a la m¨²sica independiente.
Al margen de la teor¨ªa est¨¢n, obviamente, las canciones. La corriente indie o alternativa, con 25 a?os de historia, dispone de himnos propios: aquel Chup chup algo na¨ªf de Australian Blonde, el rotundo Serenade de Dover o Un buen d¨ªa, de Los Planetas. Nada menos que 16 de ellos integran Corriente alterna, la pr¨®xima entrega de EL PA?S de M¨²sica, que ma?ana podr¨¢ adquirir junto con este diario por 5,95 euros. Un buena muestra tanto de la calidad de estos temas como de su variedad; aunque desentra?ar qu¨¦ tienen en com¨²n la exquisita elegancia de La Buena Vida, el nervio de La Habitaci¨®n Roja, la ortodoxia de Lori Meyers o el lirismo de Russian Red sea digno de un debate, una cosa est¨¢ clara: son inequ¨ªvocamente indies.
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