Escribir en un mundo de zombis
Robert Kirkman, creador de 'The Walking Dead', desgrana la serie y sus nuevos proyectos
Robert Kirkman se parece m¨¢s a un oso de peluche que a un zombi. Y de arrogante, nada. Conserva ese aire de friki amante de los c¨®mics con el que se metieron sus compa?eros cuando era ni?o pero que ahora es uno de los showrunners m¨¢s poderosos de la televisi¨®n actual. La clave de su ¨¦xito se llama The Walking Dead, historia que naci¨® en c¨®mic y cuya quinta temporada llega hoy a su ecuador en Fox (22.20). La sexta cuenta con luz verde lo mismo que una nueva serie derivada de este ¨¦xito cargado de zombis y otra producci¨®n que, bajo el t¨ªtulo de Outcast, abordar¨¢ el mundo de lo paranormal.
A sus 35 a?os Kirkman es el mejor ejemplo de la nueva edad dorada de la televisi¨®n, un medio que gracias a ¨¦l conoce nuevos g¨¦neros. El nacido en Kentucky (EE UU) lo sabe porque saliendo de su aparente timidez es capaz de descubrirse ante este peri¨®dico como el nuevo maestro del terror. "Titubeo un poco antes de decir que The Walking Dead trajo el terror a la televisi¨®n. Es arrogante pero es cierto. Su popularidad permiti¨® a otras cadenas arriesgarse en este g¨¦nero, a ir m¨¢s all¨¢ en la programaci¨®n y, espero, a hacer un medio mejor y m¨¢s interesante¡±, confes¨® a EL PA?S.
Habla de los 17,3 millones de espectadores que se engancharon a The Walking Dead al comienzo de esta temporada en EEUU y que han propiciado el nacimiento de otras series del g¨¦nero como Penny Dreadful, The Strain, American Horror Story o Constantine. Kirkman habla de m¨¢s, de unas ¡°20 a 30 nuevas series¡± que est¨¢n circulando por Hollywood en diferentes fases de desarrollo inspiradas o basadas en c¨®mics de terror. De lo que no habla el guionista y productor es de monstruos. Eso lo deja para los dem¨¢s porque para ¨¦l los zombis de The Walking Dead no son m¨¢s que la excusa. ¡°La serie explora historias humanas en un ambiente inhumano¡±, afirma. Y en su opini¨®n, es eso lo que ha enganchado a la audiencia, la capacidad de contar historias dram¨¢ticas pero a la vez cotidianas, como un padre luchando por su hijo, en medio de una situaci¨®n completamente irreal como es una invasi¨®n zombi.
Una situaci¨®n que solo va a peor. Es una progresi¨®n natural, dice, no una b¨²squeda de audiencia a base de sangre y v¨ªsceras. Si durante la primera temporada sus protagonistas llevaban apenas unos d¨ªas, semanas, sobreviviendo en un mundo de zombis, para la quinta el tiempo se mide en meses, en a?os, y la humanidad que queda en los hombres es cada vez menor. En los foros se habla de una aniquilaci¨®n completa para el final de este apocalipsis. Kirkman se r¨ªe. ¡°Decir que todos morir¨¢n es un exceso porque para m¨ª The Walking Dead es una historia llena de esperanza. As¨ª que no morir¨¢n todos pero digamos que el 98 por cien¡±.
Es cuidadoso con lo que dice. Sin desde?ar el ¡°momento de locos¡± que est¨¢ viviendo en la cresta de la ola echa de menos los d¨ªas en los que los showrunners no eran los reyes del rock sino nombres que desaparec¨ªan en los t¨ªtulos de cr¨¦dito. Sus peores zombis son la fama y la ambici¨®n porque le mantienen demasiado tiempo en p¨²blico. A veces para escribir se encierra en el despacho que tiene en el s¨®tano de su casa o hace viajes de avi¨®n sin necesidad huyendo de la internet. Por lo dem¨¢s es un tipo afable a quien lo que m¨¢s le agrada de haber hecho la transici¨®n del c¨®mic a la televisi¨®n es la sala de guionistas, donde puede escribir intercambiando ideas con otros creadores.
M¨¢s de 17 millones de espectadores vieron el arranque de la entrega actual
Con sus fans mantiene un di¨¢logo tambi¨¦n continuo como usuario de Twitter y se niega a dar un solo mal encuentro con sus seguidores, incluso con aquellos que le amenazan de muerte cuando se carga alguno de los protagonistas de la serie. ¡°Mi esposa si que odia lo que hago, algo que encuentro refrescante¡±, se regodea este padre de dos hijos. Se cargue a quien se cargue, tiene claro a d¨®nde va su historia. Sus historias. En The Walking Dead conoce el final. Escribir primero el c¨®mic le da el mapa de ruta perfecto para la serie. ¡°Eso no quiere decir que sepa el ejemplar en el que saldr¨¢ publicado el final, que espero que sea en mucho, mucho tiempo, pero s¨¦ que ser¨¢ una verdadera sorpresa¡±, apunta.
Sobre la nueva serie derivada, Kirkman no quiere precisar ni su t¨ªtulo ni su ubicaci¨®n. Estar¨¢ relacionada con personajes de The Walking Dead y su trama ser¨¢ paralela a la de la serie actual pero no precisa con cual de las temporadas. Lo que est¨¢ claro es que su acci¨®n transcurrir¨¢ en EE UU y no fuera como se hab¨ªa comentado en foros internacionales. ¡°No conozco lo suficiente de otros pa¨ªses como para basar la acci¨®n en la realidad¡±, acepta. En cuanto a Outcast, la nueva serie que prepara con Cinemax le pone otra sonrisa en sus labios, especialmente cuando le dices eso de que los demonios son los nuevos zombis. ¡°De nuevo ser¨¢ una historia de gente real en un mundo de horror¡±, comenta. Un mundo de posesiones, fantasmas y demonios que lleven al espectador a ver algo que nunca antes vieron en televisi¨®n de la mano de un autor cuyo ¨²nico temor es el de hacer un mal trabajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.