¡°Me gustar¨ªa ir al colegio sin miedo¡±
'Nacido en Gaza', documental dirigido por Hern¨¢n Zin, da voz a ni?os palestinos
No hay im¨¢genes de bombardeos, ni tr¨¢gicas visitas a hospitales, ni siquiera tiros por las calles. El horror est¨¢ en los ojos de los ni?os, en las palabras que van arrojando, serios pero secos de l¨¢grimas, ante la c¨¢mara. Nacido en Gaza,el documental dirigido por el argentino Hern¨¢n Zin y producido por el periodista Jon Sistiaga y la cantante Bebe, que se estrena el pr¨®ximo d¨ªa 12 en las salas, deja a un lado el conflicto pol¨ªtico para centrarse en el d¨ªa a d¨ªa de 10 ni?os palestinos, entre 11 y 14 a?os, en la franja de Gaza. Zin lleg¨® en la ¨²ltima ofensiva israel¨ª, en agosto pasado, y regres¨® tres meses despu¨¦s para ver qu¨¦ hab¨ªa cambiado en la vida de estos ni?os. Nada, no hab¨ªa cambiado nada. Mohamed, en lugar de rebuscar en las basuras en busca de botellas de pl¨¢stico que luego vend¨ªa, ayudaba ahora en el puerto a los pescadores, en las mismas condiciones de miseria. La ni?a Sondos se recuperaba de las heridas ¡ª¡°se me salieron las tripas¡±¡ª provocadas por una bomba en la mezquita, antes de viajar a Alemania para someterse a una intervenci¨®n definitiva. Montazar segu¨ªa con la mirada m¨¢s triste y desoladora que uno pueda imaginar, sin conseguir superar la muerte de cuatro de sus primos mientras jugaban al f¨²tbol en la playa cuando un misil israel¨ª acab¨® con su diversi¨®n.
Hern¨¢n Zin es un buen conocedor de los conflictos en el mundo. Con su c¨¢mara ha recorrido las zonas m¨¢s m¨ªseras del planeta. Junto a Jon Sistiaga ha realizado reportajes para Canal Plus en pa¨ªses como Afganist¨¢n, India, Honduras, Sud¨¢n o Kenia. Premio Internacional de la Academia de Televisi¨®n de Espa?a en 2010, el realizador visit¨® por primera vez la franja de Gaza en el verano de 2006, cuando se produjo el secuestro del soldado israel¨ª Gilad Shalit (liberado cinco a?os despu¨¦s) y la ofensiva que se produjo en la zona. Se qued¨® all¨ª, escribi¨® un libro y comenz¨® una vinculaci¨®n tan fuerte con Gaza imposible de romper. ¡°Despu¨¦s de 20 a?os de cubrir conflictos, nunca he visto nada como lo que se vive en Gaza¡±, confiesa Hern¨¢n Zin en Madrid, que compara de alguna manera la situaci¨®n en Palestina con la que se vive en la ciudad india de Calcuta. ¡°Gaza es como Calcuta, pero bajo las bombas. La diferencia es que mientras en Calcuta la pobreza es casi inevitable, la de Gaza es inducida por el ser humano, a trav¨¦s de un bloqueo brutal que busca empobrecer a la gente en Gaza para doblegarla. Algo dif¨ªcil cuando uno se topa con los palestinos, una gente dura y muy resistente que se toma las cosas con mucha filosof¨ªa, aunque creo que ya est¨¢n tocando fondo. Los he visto m¨¢s desesperados y hundidos que nunca¡±.
Fue la muerte de cuatro ni?os en una playa de Gaza por disparos del Ej¨¦rcito israel¨ª cuando jugaban al f¨²tbol, el pasado 16 de julio, lo que puso de nuevo a Hern¨¢n Zin de camino a la zona. Fue, sin duda, el punto de inflexi¨®n para abandonar el viaje que estaba realizando por Am¨¦rica Latina y presentarse de nuevo all¨ª. ¡°He contado muchas guerras, pero, en esta ocasi¨®n, la quer¨ªa contar de otra manera. Quer¨ªa pararme y escuchar a estos ni?os, abstray¨¦ndonos de bombas, tanques o disparos. Lo que me encontr¨¦ fue mucho m¨¢s real que cualquier guerra. Mi objetivo es ¨²nicamente humano. En medio de tanto ruido y manipulaci¨®n, he querido obviar el conflicto pol¨ªtico para centrarme en esta voz incontestable de estos ni?os, que el mundo vea c¨®mo viven¡±.
En todo conflicto hay datos y cifras ¡ªla mitad de los habitantes de Gaza tienen menos de 18 a?os, el 70% de las v¨ªctimas son civiles, 400.000 ni?os palestinos sufren estr¨¦s postraum¨¢tico, se apunta en el documental¡ª que esconden rostros y palabras. ¡°No nos dejan vivir. Nos cierran el mar y los t¨²neles. ?Qu¨¦ quieren de nosotros. Cada dos a?os tenemos una guerra. Yo he tenido que dejar el colegio para buscar botellas de pl¨¢stico en la basura. Soy muy peque?o para hacer esto¡±. Quien habla es Mohamed, mientras lucha contra el caballo que tira del carro. ¡°Mi hermano ten¨ªa 22 a?os y me quer¨ªa mucho. Vi c¨®mo una bomba le destrozaba. El pedazo m¨¢s grande que qued¨® de ¨¦l era as¨ª....¡±, asegura Udai, mientras se?ala con las manos un trozo de apenas cinco cent¨ªmetros. ¡°Nosotros no cultivamos bombas. Somos agricultores pac¨ªficos. No tenemos de qu¨¦ vivir¡±, se lamenta Mahmud, cuya granja familiar ha sido pasto de la destrucci¨®n y ha dejado la tierra sin posibilidad de cultivo.
Todos saben lo que pasa fuera de sus fronteras y se comparan con los otros ni?os del mundo. ¡°Quiero ir al colegio sin miedo¡±, explica Mahmud. ¡°No tenemos vida de ni?os. No nos dejan vivir. Estamos encerrados por tierra, mar y aire¡±, dice Montazar, uno de los tres ni?os que sobrevivieron a los disparos del Ej¨¦rcito israel¨ª mientras jugaban al f¨²tbol en la playa. Perdi¨® a cuatro primos y, ante la c¨¢mara, dice desafiante: ¡°Yo quiero entrar en la resistencia y as¨ª vengar la muerte de mis primos¡±. Hamada, de 11 a?os, tambi¨¦n vivi¨® esa tragedia. ¡°Por jugar al f¨²tbol mataron a cuatro y nos hirieron a otros cuatro. ?Qu¨¦ har¨¢n de nosotros cuando seamos adolescentes?¡±.
Tr¨¢iler oficial de Nacido en Gaza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.