El buen espejismo

Acaba 2014. Toca el momento del balance. ?Ha sido un a?o bueno para el cine espa?ol? Seg¨²n se mire. Como las encuestas: depende de c¨®mo se analicen, todos ganan o todos pierden. Por ejemplo: las recaudaciones del cine espa?ol. ?Son buenas? Con 123 millones de euros recaudados a inicios de diciembre y una cuota de mercado del 25,5%, el cine espa?ol ha conseguido esta temporada la mejor taquilla de la historia. Pero eso se debe no solo al tir¨®n de los filmes estrenados sino a que las entradas son m¨¢s caras, por ejemplo. La cuota del 25,5% no se alcanzaba desde hace 37 a?os. Esa es una cifra mucho m¨¢s positiva, y con m¨¢s perspectiva hist¨®rica, al igual que las 21 millones de entradas vendidas por el cine espa?ol en 2014 (siempre a falta del mes de diciembre), un 89% m¨¢s que el a?o anterior, que han supuesto un 75,3% m¨¢s en recaudaci¨®n.

?Por qu¨¦ esa diferencia en los porcentajes? Porque este a?o ya ha habido dos fiestas del cine en vez de una. Y con ello entramos en la segunda gran prueba del algod¨®n. La gente quiere ver cine en pantalla grande. Cierto. Pero se quejan del desembolso, porque aunque el precio medio es de 6,5 euros, es dif¨ªcil en una gran ciudad ver una pel¨ªcula por menos de 10. ?Es posible que las entradas bajen de precio? Pues no. Por varias razones. La primera: el 21% del IVA, el m¨¢s alto de Europa. Un impuesto no va a bajar, seg¨²n ha asegurado esta semana el ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, escud¨¢ndose en que se siguen las recomendaciones europeas¡­ que dicen lo contrario con respecto a la cultura. Despu¨¦s est¨¢ la electricidad, de las m¨¢s caras de Europa. Y finalmente, las majors, que se llevan la mayor parte del precio de una entrada. Y los estudios de Hollywood no van a renunciar a su parte del pastel. En el resto de Europa su porcentaje es mucho menor; en Espa?a mandan desde el desaforado crecimiento de los centros comerciales: todos los exhibidores ¨Chasta entonces los mandamases del mercado, hoy aseguran no poder ganar menos- quer¨ªan los taquillazos, y para conseguirlo renunciaron a parte de sus ganancias. De aquellos polvos vienen estos lodos, y en Espa?a, donde se cierran cines casi todos los d¨ªas, a¨²n sobran pantallas por habitante en un reparto claramente desequilibrado: hay demasiadas en los centros comerciales y muy pocas en los centros de las ciudades. En la ¨²ltima edici¨®n de la Fiesta del Cine, la de octubre, la VII, se lograron 2.196.101 espectadores, un 15% m¨¢s que seis meses antes (es una cita semestral). En dinero las salas recaudaron 6.3 millones de euros con las entradas a 2,90.

Buenas cifras, que esconden problemas preocupantes. Y uno de los principales, la pirater¨ªa, nos lleva al otro fen¨®meno del a?o: Ocho apellidos vascos, de Emilio Mart¨ªnez-L¨¢zaro, la locomotora que ha tirado este a?o de la taquilla del cine espa?ol y de la del cine en Espa?a, que no son exactamente lo mismo. Casi diez millones de espectadores y 56 millones de euros (ella fue la principal beneficiada de la Fiesta del Cine de abril). Muy lejos han quedado El ni?o, de Daniel Monz¨®n (2,7 millones), Torrente V: Operaci¨®n Eurovegas, de Santiago Segura (1,8 millones), La isla m¨ªnima, de Alberto Rodr¨ªguez (un mill¨®n de espectadores), o la reciente Mortadelo y Filem¨®n, de Javier Fesser. Ocho apellidos vascos es la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s vista de la historia¡­ en Espa?a, porque en todo el mundo la supera Los otros, de Alejandro Amen¨¢bar. Y podr¨ªa haber ganado m¨¢s dinero a¨²n, si no hubiera sido por la pirater¨ªa. Durante semanas, esta comedia costumbrista aguant¨® el tir¨®n en taquilla, derrot¨® a rivales te¨®ricamente m¨¢s poderosos como The amazing Spider-Man 2. Y en un comportamiento anormal, hubo semanas en cartel en que mejor¨® los resultados de semanas precedentes. Pero a la octava semana, apareci¨® pirateada en Internet y su recaudaci¨®n cay¨® un 50%. Fin del enamoramiento de la comedia en salas llenas.

El Gobierno no solo decepcion¨® con su empecinamiento en el 21% del IVA, sino que tambi¨¦n dio muestras de su falta de perspectiva con sus raqu¨ªticos nuevos porcentajes de exenciones fiscales -que hab¨ªan anunciado a bombo y platillo significaban el cambio de paradigma a la b¨²squeda de la excelencia-. Despu¨¦s de la sorpresa ¨Cno eran los porcentajes pactados-, los productores de cine lo calificaron de ¡°rid¨ªculo¡±. Montoro lo calific¨® de ¡°apuesta decidida¡± a favor de la industria.

As¨ª pues, ?ha sido un buen a?o para el cine espa?ol? S¨ª. ?Pod¨ªa haber sido mejor? Tambi¨¦n. ?Ocho apellidos vascos es el ¨¢rbol que impide ver el p¨¢ramo desolado? Cierto, aunque la taquilla del cine espa?ol siempre se ha agarrado a las excepciones para sobrevivir. Y en ello sigue.