Houellebecq: ¡°Uno tiene derecho a escribir una novela islam¨®foba¡±
El escritor franc¨¦s arma un revuelo al reanudar en un teatro de Colonia la promoci¨®n de su novela ¡®Sumisi¨®n¡¯
Profundamente conmocionado por el atentado islamista contra Charlie Hebdo, Michel Houellebecq suspendi¨® la promoci¨®n de su ¨²ltima novela, Sumisi¨®n,que imagina un futuro pr¨®ximo en el que Francia est¨¢ dominada por los musulmanes. El escritor se retir¨® "al campo, a la nieve", seg¨²n dijo su portavoz. ¡°S¨ª, soy Charlie¡±, asegur¨® el 8 de enero, un d¨ªa despu¨¦s del brutal ataque, y desde entonces hab¨ªa estado desaparecido. Hasta este lunes, cuando present¨® su libro en la ciudad alemana de Colonia.
El autor compareci¨® en medio de una enorme expectaci¨®n, subrayada por los equipos de televisi¨®n apostados a la puerta de la sala Depot1, donde se celebr¨® el acto. Nada m¨¢s llegar con su aire desgarbado y quitarse su parka, dijo que no le gustar¨ªa repetirse ante todos los periodistas que hab¨ªa visto. Y lanz¨® su carga de profundidad. ¡°El comienzo de mis entrevistas ha sido penoso, porque he tenido que repetir en todas ellas que mi novela no es islam¨®foba. Ahora lo van a ser a¨²n m¨¢s, porque tendr¨¦ que repetir eso y tambi¨¦n que uno tiene el derecho de escribir una novela islam¨®foba si quiere¡±, asegur¨®.
Houellebecq no defraud¨® la expectaci¨®n que hab¨ªa generado su presencia. Hace semanas ¡ªantes de que los hermanos Ch¨¦rif y Said Kouachi acribillaran a balazos a 12 personas en la redacci¨®n de la revista sat¨ªrica francesa, incluido el economista Bernard Maris, amigo ¨ªntimo del escritor¡ª, se hab¨ªan agotado las entradas para la lectura p¨²blica de su sexta novela. Pero los sucesos de Par¨ªs inflamaron el inter¨¦s de las 600 personas que abarrotaban el acto, el ¨²nico de presentaci¨®n de la novela fuera de Francia.
El escritor paraliz¨® la campa?a del libro tras los asesinatos de ¡®Charlie Hebdo¡¯
¡°No hace falta ser un h¨¦roe para ser valiente. Simplemente basta con ser cabezota. Y los redactores de Charlie lo eran¡±, sostuvo el autor de El mapa y el territorio, quien se val¨ªa de una int¨¦rprete que traduc¨ªa al alem¨¢n todas sus palabras.
Houellebecq reivindica el derecho a no ser responsables: no es el trabajo de un escritor, asegura, y no lo era de una publicaci¨®n que llevaba, en su primera p¨¢gina, una declaraci¨®n de intenciones que rezaba ¡°Revista irresponsable¡±. Tras el comunicado inicial y una lectura de un fragmento de la versi¨®n alemana de Sumisi¨®n, comenz¨® el debate con el periodista del Frankfurter Allgemeine Nils Minkmar.
Hablaron mucho de literatura, pero las opiniones m¨¢s pol¨¦micas giraron en torno a la pol¨ªtica. ?Qu¨¦ opina de aquellos que le acusan de apoyar al Frente Nacional con su novela? ¡°Que me da exactamente igual. No creo que nadie vaya a cambiar de ideolog¨ªa por leer un libro¡±. ?C¨®mo ve a su pa¨ªs? ¡°Me parece que los alemanes no se dan cuenta de lo profunda que es la crisis en Francia, un pa¨ªs cada vez m¨¢s de derechas con un presidente de izquierdas. Si en 2017 [fecha de la pr¨®ximas presidenciales francesas], vuelve a ocurrir lo mismo temo que esto pueda terminar mal¡±. ?Qu¨¦ propone? ¡°Acabar con el Parlamento, votar las leyes por refer¨¦ndum y elegir a ministros y jueces por una votaci¨®n que pueda ser revocada¡±.
Houellebecq sale de una Francia a¨²n en estado de choque por el terrorismo islamista para entrar en una Alemania en alerta. No solo en el teatro de Colonia, donde la polic¨ªa hab¨ªa reforzado las medidas de seguridad. Centros neur¨¢lgicos del pa¨ªs, como la estaci¨®n central de Berl¨ªn, se encuentran estos d¨ªas m¨¢s vigilados que antes ante el riesgo de atentados. Es el mismo motivo que oblig¨® esta semana a suspender las marchas que el movimiento islam¨®fobo Pegida celebra cada lunes desde hace tres meses en la ciudad oriental de Dresde, justo en el extremo opuesto del pa¨ªs de la ciudad donde este lunes habl¨® el novelista, al que algunos tachan de mis¨®gino y racista y al que otros adoran por libros como Ampliaci¨®n del campo de batalla o Plataforma.
No hace falta ser un h¨¦roe para ser valiente. Basta con ser cabezota,
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Ni en la mayor de sus fantas¨ªas, el narrador podr¨ªa haber imaginado ,en enero de 2013, cuando escribi¨® el punto de partida de Sumisi¨®n, un contexto tan caliente y, en el fondo, tan propicio para convertir su novela en un ¨¦xito. La manifestaci¨®n contra el terrorismo que, el pasado 11 de enero, congreg¨® a 1,5 millones de personas y a medio centenar de l¨ªderes mundiales en Par¨ªs fue, seg¨²n dijo, ¡°la forma en la que los franceses mostraron que quer¨ªan algo muy simple: libertad de pensamiento¡±.
No es casualidad que Houellebecq haya elegido Alemania para presentar su volumen en el extranjero. La acogida del autor franc¨¦s, al otro lado de la frontera, suele ser excepcional. Unterwerfung ¡ªla traducci¨®n al alem¨¢n de Sumisi¨®n¡ª es ya un best-seller, con 100.000 copias vendidas en unos pocos d¨ªas. Una segunda edici¨®n de 50.000 ejemplares se encuentra ya lista.
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