¡°En Espa?a hay un estado de ¨¢nimo crispado; hay que tener la cabeza fr¨ªa¡±
El director de El Pa¨ªs, Antonio Ca?o, reivindica en el Hay Festival el papel de los medios de comunicaci¨®n como pilares de la democracia
El director de El Pa¨ªs, Antonio Ca?o, ha participado la noche de este viernes en Cartagena de Indias en una conversaci¨®n junto a los periodistas Martin Baron, director de The Washington Post, y Antonio Caballero, columnista de la revista colombiana Semana, que pretend¨ªa responder una pregunta crucial para el ejercicio del oficio. ?Puede escapar la prensa de la presi¨®n del poder pol¨ªtico y econ¨®mico?
El evento fue moderado por el periodista colombiano Juan Carlos Iragorri y permiti¨® al p¨²blico atisbar c¨®mo es el d¨ªa a d¨ªa de los medios de comunicaci¨®n.
Caballero cont¨® una an¨¦cdota que respondi¨® la pregunta formulada en el t¨ªtulo del foro. Una vez, cuando trabajaba en la desaparecida revista espa?ola Cambio 16, brome¨® sobre el aspecto meditabundo que exhib¨ªa Mario Vargas Llosa en los d¨ªas que el entonces presidente de Per¨², Fernando Bela¨²nde Terry, le hab¨ªa ofrecido ser primer ministro de ese pa¨ªs. El escritor, seg¨²n Caballero, llam¨® al medio para quejarse de lo que consideraba una burla. ¡°El pensaba que de ¨¦l no se pod¨ªa burlar nadie¡±.
Al director de El Pa¨ªs el moderador le pregunt¨® si el diario hab¨ªa variado su posici¨®n de referencia de centroizquierda y era menos cr¨ªtico con el gobierno actual, conservador:?¡°No, definitivamente El Pa¨ªs no apoya en lo m¨¢s m¨ªnimo al gobierno, a la oposici¨®n ni a nadie. En Espa?a hay un estado de ¨¢nimo muy crispado en el que se buscan constantemente culpables y todo se ha polarizado mucho. Es dif¨ªcil en cualquier ¨¢mbito mantener la serenidad, la cabeza fr¨ªa y eso es lo que intentamos hacer¡±.
Esa pregunta buscaba tambi¨¦n indagar sobre las posiciones que asumen los diarios ante determinadas decisiones tomadas por los gobiernos. A Baron le consultaron la raz¨®n por la cual un diario como el Post se hab¨ªa mostrado contrario, en su espacio editorial, a la decisi¨®n del presidente Barack Obama de reiniciar las relaciones diplom¨¢ticas con Cuba. ¡°Nosotros marcamos un l¨ªmite muy claro entre las p¨¢ginas de opini¨®n y las que dan las noticias. Yo me ocupo de que se cubran las noticias con neutralidad y exactitud¡±, respondi¨®.
Sobre la prensa colombiana, Caballero sostuvo que tiene una tradici¨®n de notable cercan¨ªa al poder: ¡°Los grandes medios colombianos siempre han sido gobiernistas. En Colombia todos los peri¨®dicos se han hecho para hacer pol¨ªtica y no conozco ning¨²n presidente colombiano que no haya hecho en alg¨²n momento periodismo. Y quiz¨¢ han sido mejores periodistas que presidentes¡±.
Ca?o quiso matizar, a prop¨®sito del debate de la relaci¨®n entre medios y poder, que formar parte del sistema no implica favorecer al gobierno que lo gestione en cada caso. ¡°Los que estamos aqu¨ª sentados somos partes del sistema; tienen raz¨®n en decirlo cuando nos acusan de estar dentro del sistema, porque lo estamos. Los peri¨®dicos son parte del sistema. Defendemos el sistema, un sistema democr¨¢tico en el que se puede informar sin cortapisas. Pero eso no es ser ¡®gobiernista¡±.
Martin Baron afirm¨® que los medios en EE UU resisten la presi¨®n de los gobiernos federal, estatales y locales todo el tiempo. ¡°Nosotros acabamos de publicar la noticia de una alianza entre el Mosad y la CIA para asesinar a un l¨ªder de Hezbol¨¢. A la CIA no le gustaba la idea de que lo public¨¢ramos, pero mantenemos nuestra independencia¡±.
Tambi¨¦n hubo tiempo, casi al final de la charla, de tratar las relaciones entre la publicidad y la informaci¨®n. Ca?o se refiri¨® al tema: ¡°La l¨ªnea que separa la publicidad de la informaci¨®n se ha hecho m¨¢s sutil, se ha ido desdibujando, y es todo m¨¢s complicado. Pero no perdamos de vista que la publicidad no existe para prostituir a los peri¨®dicos, es su aliada; los peri¨®dicos no existir¨ªan sin publicidad. Lo que hay que buscar es que la convivencia entre medios y publicidad sea transparente y beneficiosa para el lector¡±.
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