La batalla interior de los f¨ªsicos del nazismo
?C¨®mo estudiar la relatividad despreciando a Einstein? Philip Ball indaga en la compleja relaci¨®n entre ciencia y pol¨ªtica bajo el Tercer Reich
La f¨ªsica fue la gran ciencia de la primera mitad del siglo pasado, la especialidad capaz de los mayores honores y los peores horrores. Tambi¨¦n fue el campo de acci¨®n de los mayores h¨¦roes y villanos, del desarrollo de usos de las radiaciones para curar y para matar. ?D¨®nde estaba cada uno? ?C¨®mo sobrevivieron al nazismo los que se quedaron en Alemania? ?C¨®mo hablaban de relatividad sin Einstein? ?Era posible asomarse al nuevo mundo despreciando la ciencia jud¨ªa,teniendo en cuenta que una cuarta parte de los f¨ªsicos alemanes eran, en 1933, oficialmente ¡°no arios¡±?
Philip Ball indaga en este libro sobre la batalla en el alma de los f¨ªsicos alemanes bajo el Tercer Reich, al menos seg¨²n el t¨ªtulo original. Y lo hace con profundidad pero sin sesgos, sin apriorismo y con un an¨¢lisis riguroso y equilibrado. Dejando claro, tambi¨¦n, que no hay ciencia sin pol¨ªtica. Es el retrato de un momento cient¨ªfico apasionante ¡ªes poco probable que veamos nunca nada igual, el descubrimiento, literalmente, de un universo desconocido¡ª y de un momento pol¨ªtico excepcional.
Y no es f¨¢cil, desde luego, mantener el equilibrio cuando se conoce, por ejemplo, el trato que recibi¨® Lise Meitner, jud¨ªa, mujer, ninguneada por su jefe ¡ªni siquiera la mencion¨® cuando recogi¨® el Nobel que ella merec¨ªa¡ª y que pudo escapar de Alemania gracias a Peter Debye, uno de los personajes clave para el autor. Precisamente Ball, divulgador cient¨ªfico y editor durante veinte a?os de la revista Nature, rescata del lugar de los apestados en el que han colocado algunos bi¨®grafos a Debye y, de hecho, este es en cierta medida el hilo conductor, pese a haber sido considerado ¡°un premio Nobel con las manos sucias¡±.
Peter Debye, que trabaj¨® ¡°en una de las ¨¢reas menos glamurosas de la ciencia: la fisicoqu¨ªmica¡±, fue acusado (en enero de 2006) de connivencia con los nazis, pese a que nunca quiso adoptar la nacionalidad alemana, lo que hubiera supuesto perder la holandesa, y que fue, de hecho, quien hizo posible la huida de Meitner. Pero se movi¨® en una zona gris en algunas ocasiones, entre el fervor por el conocimiento y el acatamiento de normas claramente racistas. Precisamente en esa zona gris es donde Ball trata de explicar, y de entender, los comportamientos de los protagonistas de esta historia, el gran Planck, Heisenberg y todas las lumbreras del momento.
En el proceso de nazificaci¨®n de Alemania distingue Ball a los convencidos y a quienes viven lo que pasa viendo un pa¨ªs deshecho que comienza a levantarse y ven con buenos ojos que se restaure ¡°el honor nacional. Eso no significa que Heisenberg recibiera con benepl¨¢cito el ascenso de Hitler, pero, como a muchos alemanes de familias de clase media alta, lo predispuso favorablemente hacia algunos aspectos de las pol¨ªticas nacionalsocialistas, entre ellos su truculencia militarista¡±.
Se trata, en fin, de entender c¨®mo los f¨ªsicos alemanes se comportaron, en palabras de Planck, ¡°como un ¨¢rbol frente al viento¡±. O, dicho de otra manera, c¨®mo unas personas tan inteligentes se acomodaron a una situaci¨®n en la que ¡°lo que antes hab¨ªa sido impensable se volvi¨® de repente factible¡±.
Al servicio del Reich. La f¨ªsica en tiempos de Hitler. Philip Ball. Traducci¨®n de Jos¨¦ Adri¨¢n Vitier. Turner. Madrid, 2014. 354 p¨¢ginas. 24 euros.
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