Casa de mu?ecas
Siri Hustvedt demuestra en su ¨²ltima novela, todo un homenaje a Ibsen, que es m¨¢s noruega que norteamericana
?Qui¨¦n teme a Henrik Ibsen, el viejo oso polar con barbas de lince, se?or de los pitufos y primer dramaturgo feminista de la era moderna? Siri Hustvedt, no. La autora de Los ojos vendados y Todo cuanto am¨¦ demuestra en su ¨²ltima novela que es m¨¢s noruega que norteamericana. Porque El mundo deslumbrante es en realidad un involuntario homenaje al autor de Casa de mu?ecas,una intrincada trama que funciona a la manera de un inconsciente freudiano, con todos los ingredientes del drama n¨®rdico pero con el flotante mundo art¨ªstico de Nueva York como escenario.
Harriet Burden, como Nora (?como Hedda?), es una mujer inmensamente henchida de vida en un mundo que apenas le concede la oportunidad de hacer mucho m¨¢s que ser una artista invisible, esposa de un poderoso marchante y madre de dos hijos. Frente a la experiencia de su viudez decide reencontrarse como artista y se inventa el juego de las m¨¢scaras, con el que buscar¨¢ poner en evidencia un sistema del arte para ella claramente mis¨®gino. Huye de Manhattan (¡°esa p¨²stula ambulante, adinerada y endog¨¢mica¡±) y se refugia en un loft en Brooklyn. All¨ª construir¨¢ sus obras, ¡°espacios de juego¡± que cobran forma en celdas y habitaciones donde ¡°pone a vivir¡± a los tres duendes quela suplantar¨¢n: el superficial Anton Tish, el homosexual mestizo Phineas Q. Eldridge y el carism¨¢tico y exitoso Rune. Cada ¡°gnomo¡± poseer¨¢ la capacidad de deslumbrar a trav¨¦s del arte, algo que a ella nunca le fue concedido. Hustvedt utilizar¨¢ una extravagante psicolog¨ªa narrativa para dar perspectiva a su personaje en la b¨²squeda de una identidad que la har¨¢ sentir verdaderamente real.
La novela nos conduce tambi¨¦n por la deriva existencialista de S?ren Kierkegaard. El fil¨®sofo dan¨¦s ¡ªquien, por cierto, escribi¨® muchas de sus obras bajo seud¨®nimo¡ª afirma en Tratado de la desesperaci¨®n (1849): ¡°La desesperaci¨®n ¡ªcomo enfermedad mortal¡ª puede adquirir tres figuras: el desesperado inconsciente de tener un yo, el desesperado que no quiere ser ¨¦l mismo y aquel que quiere serlo¡±. Harriet acabar¨¢ sucumbiendo a esta triple gripe y sin lograr el reconocimiento que tanto buscaba. Justo lo contrario del heredero democr¨¢tico del arist¨®crata Picasso, Marcel Duchamp, quien fue capaz de vivir sus m¨²ltiples vidas ¡ªjugador de ajedrez, ilusionista, curador, marchante, Rrose S¨¦lavy (Eros, C¡¯est la vie)¡ª con infinita energ¨ªa y despreocupaci¨®n.
Pero m¨¢s que una novela feminista ¡ªcabe recordar que el propio Ibsen negaba que sus dramas lo fueran, pues, dec¨ªa, ¡°s¨®lo hablo de derechos humanos¡±¡ª, El mundo deslumbrante trata sobre la ontolog¨ªa del arte y, m¨¢s a¨²n, sobre la percepci¨®n. Desde la posmodernidad sabemos que ni informaci¨®n, ni acontecimiento ni obra de arte son sin¨®nimos de realidad, ya que ¨¦stos no se encuentran en un espacio aislado, burgu¨¦s, separado de nuestra experiencia, sino que se construyen en el acto mismo del conocimiento. De la misma manera que las acciones, los cuerpos pueden ser performativos porque generan nuevas realidades.
Harriet Burden, como Louise Bourgeois (artista fetiche de Siri Hustvedt) y como probablemente decenas de autoras todav¨ªa desconocidas, fue por encima de todo una doctora frankenstein, lo que deja impl¨ªcito que los gnomos que se ocultan son, en realidad, las hijas de Lilith.
El mundo deslumbrante. Siri Hustvedt. Traducci¨®n de Cecilia Ceriani. Anagrama. Barcelona, 2014. 408 p¨¢ginas. 20,90 euros (digital: 15,99).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.