Muere Herberto Helder, ¡®el poeta oculto¡¯

Sin ruido, como su vida, este martes falleci¨® el mayor poeta portugu¨¦s de la segunda mitad del siglo XX. Herberto Helder Lu¨ªs Bernardes de Oliveira hab¨ªa nacido el 23 de noviembre de 1930 en Funchal (Madeira) y muri¨® en Cascais, alejado de cualquier ruido. Durante toda su vida rechaz¨® premios, entrevistas, fotos y hasta la difusi¨®n de sus libros de poemas, de solo una edici¨®n.

Su obra, rigurosa, dura y original se extiende durante m¨¢s de medio siglo. Comenz¨® en 1958 con O Amor em visita y termin¨® el pasado junio con A morte sem mestre (La muerte sin maestro), un libro con la portada escrita de su propia mano y reproduciendo un papel rugoso -el mismo con el que ¨¦l forraba los libros de su biblioteca-. El poemario final inclu¨ªa un CD con versos declamados por el propio autor. Como en casos anteriores por exigencia del poeta, solo hubo una edici¨®n, de unos 5.000 ejemplares. La edad no le rest¨® af¨¢n creativo, pues un a?o antes hab¨ªa publicado Servidores, su obra m¨¢s autobiogr¨¢fica, en donde el poeta mis¨¢ntropo da a concoer detalles de su infancia en Madeira, un recordatorio donde la muerte est¨¢ siempre en la sombra del fiero poeta, antes espantado de la vida y ahora de la muerte. Servidores y Muerte sin maestro rompieron su h¨¢bito de publicar poemas cada seis a?os. Su obra anterior fue en 2008, A fa?a nao corta o fogo (La navaja no corta el fuego) que, a sus 78 a?os, signific¨® un revulsivo a la poes¨ªa portuguesa de este nuevo siglo... En Espa?a, tanto Hiperion como Pages, principalmente, ha difundido su contundente obra.

Pese a comenzar Derecho y Filolog¨ªa en Coimbra, ninguna de las dos carreras termin¨®; pero en su vida profesional no hubo trabajo que no conociera: cajero de banco, publicista farmac¨¦utico, meteorologista, bibliotecario ambulante, corresponsal de guerra. La dictadura de Salazar no tuvo mucha piedad con ¨¦l, pues le conden¨® por participar en la publicaci¨®n de un libro del Marqu¨¦s de Sade, le despidi¨® de la radiotelevisi¨®n p¨²blica y le censur¨® Apresenta?ao do rosto.

En Lisboa, en los a?os 50, frecuent¨® el grupo del Caf¨¦ Gelo con ilustres de la ¨¦poca como M¨¢rio Cesariny, Luiz Pacheco, Ant¨®nio Jos¨¦ Forte, Jo?o Vieira o H¨¦lder Macedo. En ese ambiente, en 1958, public¨® su primer libro, O Amor em Visita.

Hac¨ªa muchos a?os que Helder hab¨ªa renunciado a la exposici¨®n p¨²blica, ya fueran entrevistas o premios. En 1994 rechaz¨® el galard¨®n m¨¢s importante, el Premio Fernando Pessoa. ¡°No digan nada a nadie y d¨¦n el premio a otro¡±, aconsej¨® al jurado. ?l quer¨ªa seguir siendo el ¡°poeta oculto¡± y escribir en una lengua ¡°al mismo tiempo plana y plena¡±.