¡°La novela est¨¢ muerta. Para entender el mundo bastan Internet y el v¨ªdeo a la carta¡±
Michael Hirst transform¨® en la serie Vikingos las leyendas sobre Ragnar Lodbrok, rey conquistador del siglo IX, en un apasionante culebr¨®n de aventuras
Quienes hace veinte a?os so?aban con ser escritores sol¨ªan despreciar la televisi¨®n. Lo mismo le ocurr¨ªa a los directores de cine y a los actores, demasiado concentrados en buscar la fama a trav¨¦s del celuloide como para prestarle atenci¨®n a esa caja insignificante cargada de contenidos populares alejados del arte con may¨²sculas.
Hoy, sin embargo, escritores, directores y actores se pelean por conseguir que su nombre aparezca en alguno de los t¨ªtulos de cr¨¦dito que han transformado la historia de la televisi¨®n desde que la ya m¨ªtica Los Soprano diera un vuelco a la narrativa cat¨®dica en 1999. Le han seguido muchas otras series de calidad extrema, desde The Wire a Breaking Bad o True Detective, y el fen¨®meno ha sido tal que hasta un canal como el History Channel, que jam¨¢s se hab¨ªa atrevido con la ficci¨®n, busc¨® a alguien que pudiera transformar historia en drama. ?El elegido? Michael Hirst, quien propuso escribir la serie Vikingos transformando las leyendas sobre Ragnar Lodbrok, el rey que inici¨® la expansi¨®n conquistadora vikinga en el siglo IX, en un apasionante culebr¨®n de aventuras, poder y pasiones cercano a Juego de tronos, pero caracterizado por su fidelidad hist¨®rica y cuya tercera temporada estrena en Espa?a el 22 abril el canal TNT.
Hirst era el cl¨¢sico aspirante a escritor cuya vida dio un vuelco tras un encontronazo con un director de cine tan interesante como poco comercial, Nicholas Roeg, y gracias al que descubri¨® que escribir para contar una historia en im¨¢genes pod¨ªa ser tan satisfactorio como hacerlo en un libro. ¡°Empec¨¦ con el cine, pero las series son mejor.?Cu¨¢ntos libros vende un escritor corriente?, ?3.000?, ?5.000? Mi serie Vikingos se emite en 132 pa¨ªses, la ven millones de personas y eso es lo que queremos los artistas, ?no? Audiencia. Adem¨¢s, ya nadie te paga por escribir un libro¡±. A sus 62 a?os, ¨¦l es tambi¨¦n el guionista de Los Tudor y el productor de Los Borgia, aclamadas por su capacidad de entretener sin perder la perspectiva hist¨®rica.
Con su rostro p¨¢lido y su caminar l¨¢nguido, Hirst tiene un aspecto inequ¨ªvocamente ingl¨¦s. Y gustos inequ¨ªvocamente brit¨¢nicos, como el de citarnos para una entrevista en un club privado, algo que en otros pa¨ªses resultar¨ªa extra?o, pero en Londres es bastante normal. Eso s¨ª, no nos lleva a cualquier club, sino al ¨²nico que, seg¨²n los entendidos, merece la pena porque la mayor¨ªa se ha convertido en el destino de los que quieren presumir de ricos y famosos, pero el Two Bridges sigue aceptando a un p¨²blico heterog¨¦neo y cuenta entre sus miembros a muchos intelectuales. ¡°Cuando vengo a Londres me gusta venir aqu¨ª¡±, dice pidi¨¦ndose un caf¨¦ tras llegar en tren desde Oxford, donde vive con su esposa y sus hijos. El lugar no tiene nada de especial, por dentro parece un restaurante normalito aunque con solera, pero los camareros conocen a Hirst y le saludan con familiaridad.
?l va directamente al grano. ¡°La novela est¨¢ muerta. Es un formato muerto. Pertenec¨ªa al siglo XIX y reflejaba la sociedad del siglo XIX. Entonces hab¨ªa escritores maravillosos y hab¨ªa que leer novelas para entender el planeta, y el amor, y la tragedia, y agrandar tu propia existencia, pero ahora que el mundo es m¨¢s peque?o basta con Internet y el v¨ªdeo a la carta¡±. As¨ª arranca la conversaci¨®n con este guionista especializado en temas hist¨®ricos que dice devorar ensayos, pero al que dif¨ªcilmente veremos con una novela en la mano, al menos contempor¨¢nea. ¡°La ¨²ltima gran novela que se ha escrito es Cien a?os de soledad y Garc¨ªa M¨¢rquez ha sido el ¨²ltimo gran novelista. Ya s¨¦ que suena radical, pero es cierto, la novela es un g¨¦nero en decadencia¡±.
Lo dice un hombre contradictorio, que hizo su tesis doctoral sobre Henry James, pero describe las series como ¡°el mejor lugar para un escritor del siglo XXI¡±, aunque confiesa no ver las que hacen otros: ¡°Para que no me influyan y me acusen de copiar¡±. Sus Vikingos han conseguido enganchar a millones de personas, incluidas las mujeres, debido entre otras cosas a lo progresistas que las sociedades vikingas eran en t¨¦rminos de g¨¦nero respecto a otras de su ¨¦poca. ¡°He tratado de romper y atacar todos los prejuicios sobre los vikingos. No eran unos salvajes que lo destrozaban todo, al contrario. Por ejemplo su actitud hacia las mujeres en el siglo IX es mucho m¨¢s avanzada que la de los sajones. Ellas pod¨ªan divorciarse, volverse a casar, tener propiedad privada, participaban en las batallas. Lagertha, la primera mujer de Ragnar, tiene legiones de fans (de la serie) en todo el mundo. ?Por qu¨¦? Es madre, esposa, pelea, opina y eso gusta¡±, explica.
¡°La gran ventaja es que las series te permiten desarrollar los personajes como pod¨ªa hacer Dickens en sus libros. Y al igual que en su ¨¦poca se acud¨ªa a lecturas p¨²blicas, ahora la gente discute en los foros sobre sus personajes favoritos de las series. En el cine no es as¨ª, no hay tiempo. En Vikingos, por ejemplo, hemos podido explicar muy bien el paganismo, creo que era importante tomar sus creencias religiosas en serio para entenderlos mejor. Por otro lado, est¨¢ el monje cat¨®lico, que es un gran personaje, basado en un monje real que despu¨¦s escribi¨® sus memorias. ?l es nuestros ojos, est¨¢ en shock, pero tambi¨¦n est¨¢ impresionado al descubrir cosas sobre su sociedad que a¨²n nos sorprenden, como el hecho de que fueran gente tan apegada a la familia a pesar de la violencia que mostraban al invadir otros lugares¡± se?ala Hirst.
No obstante, este guionista que trabaja solo, escribiendo uno a uno los cap¨ªtulos de la serie y participando en muchas de las decisiones creativas ¡ª¡°algo imposible en el cine¡±, apunta¡ª, afirma que aunque Vikingos es una serie hist¨®rica, en el fondo engancha porque ¡°es una saga familiar cuyos protagonistas son hombres y mujeres que tienen problemas como los de hoy, que aman y se desenamoran, que tienen que pelear por sus hijos, que luchan por su lugar en la sociedad¡¡±. Por otro lado, considera que las series hist¨®ricas, e incluye Juego de tronos, ¡°aunque sea pura fantas¨ªa¡±, nos ayudan a entender que el mundo no ha cambiado tanto. ¡°?Podr¨ªamos poner a Putin en Juego de tronos o en Vikingos? Yo creo que s¨ª. A David Cameron tambi¨¦n, un manipulador viscoso como ¨¦l no desentonar¨ªa en esas luchas por el poder. Creo que las sociedades cambian, algunos valores tambi¨¦n, aprendemos a hacer las cosas mejor, construimos cohetes y puentes, pero los hombres no cambiamos, seguimos cometiendo los mismos errores. Y la historia es la prueba¡±.
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