Ecologistas piden en Par¨ªs que se proh¨ªba matar un bogavante en escena
En 'Accidens', de Rodrigo Garc¨ªa, el protagonista sacrifica a un crust¨¢ceo y se lo come
Acostumbrado a sembrar el p¨¢nico entre sus semejantes, el director y dramaturgo Rodrigo Garc¨ªa (Buenos Aires, 1964) acaba de enfrentarse a una nueva pol¨¦mica en Francia, donde el estreno de su espect¨¢culo Accidens ha desencadenado protestas que han exigido incluso su prohibici¨®n. En la obra, que se representa en La M¨¦nagerie de Verre de Par¨ªs hasta el 18 de abril, el protagonista sacrifica a un bogavante colg¨¢ndolo de un cable, antes de partirlo en dos, cocinarlo a la plancha y met¨¦rselo entre pecho y espalda con una botella de vino blanco.
La obra pretende reflexionar sobre la brutalidad que marca las relaciones entre el hombre y la naturaleza, pero tambi¨¦n puede leerse como una par¨¢bola sobre la tortura dictatorial en Argentina. Poco partidarios de las segundas lecturas, los defensores de los derechos de los animales llevan semanas protestando contra la pieza. Una petici¨®n que circula por las redes sociales ha recogido 29.000 firmas desde enero. ¡°Aceptar esta representaci¨®n es acceder a que la tortura y la ejecuci¨®n de un animal puedan ser mostradas como un entretenimiento¡±, sostienen sus impulsores. La semana pasada, durante el estreno de la obra en Montpellier ¨Cdonde el hispanoargentino dirige el Centro Dram¨¢tico Nacional desde 2014¨C, un peque?o grupo de manifestantes protestaron ante el teatro, a gritos de ¡°la tortura no es nuestra cultura¡±.
El director respondi¨® con una contundente misiva, donde tildaba a los manifestantes de ¡°rematadamente tontos¡±, acus¨¢ndoles de ¡°llevar dentro un dictador¡± y ¡°conformarse con una existencia de fantasmas¡±. A pocas horas del estreno parisino, Garc¨ªa se mostraba contrariado por esas reacciones furibundas. ¡°Una obra es un acto po¨¦tico. Esta pretende crear un universo de opresi¨®n, agon¨ªa y suspensi¨®n en el tiempo. Es decepcionante que la gente solo se centre en la tonter¨ªa. Cuando ves que la obra no se aprehende en su profundidad y el p¨²blico se queda en el exterior, te preguntas si estar¨¢s apostando por una po¨¦tica equivocada¡±, reconoc¨ªa Garc¨ªa. ¡°Al mismo tiempo, me siento incapaz de cambiar mi trabajo, porque no tengo otra manera de expresarme que esta¡±.
Pese a esta pol¨¦mica, Garc¨ªa juega indudablemente en casa. Tras despuntar en la escena madrile?a de los noventa, lleva d¨¦cada y media convertido en nombre de referencia del teatro contempor¨¢neo en Francia, donde ha representado sus obras en escenarios tan prestigiosos como el Th¨¦?tre de la Ville o el Festival de Avi?¨®n, y ha sido objeto de tesis doctorales e incluso formado parte ¡°de los programas de secundaria¡±, como afirma con asombro. Esta es la tercera obra de Garc¨ªa que se representa en Par¨ªs desde principios de a?o. ¡°El trato que me daban en Espa?a era de alternativo y underground. Me llam¨® la atenci¨®n que, en Francia, las mismas obras no quedaran relegadas a una salita en un s¨®tano para 40 personas, sino que se representaran en un gran teatro para un p¨²blico general¡±, admite.
Mi generaci¨®n fracas¨®: ninguno obtuvo un cargo p¨²blico para cambiar las cosas desde dentro. No hemos dejado un panorama mejor a los j¨®venes, sino incluso peor¡±
Para Garc¨ªa, dirigir un teatro p¨²blico espa?ol le parece inviable. ¡°La prueba es que nunca me lo propusieron. En Espa?a se busca un perfil m¨¢s conservador¡±, lamenta. ¡°En ese sentido, mi generaci¨®n fracas¨®. Tuvimos que tragar con la injusticia, dejar de trabajar o cambiar de pa¨ªs. Ninguno de los que ten¨ªamos un lenguaje distinto alcanzamos ning¨²n cargo p¨²blico para poder cambiar las cosas desde dentro. No hemos podido dejar un panorama mejor a los j¨®venes. Me atrever¨ªa a decir que hoy es incluso peor que en los noventa¡±.
Garc¨ªa sit¨²a en ese grupo a Carlos Marquerie, Antonio Fern¨¢ndez Lera, La Ribot, Olga Mesa, ?scar G¨®mez o Ang¨¦lica Liddell, quien anunci¨® en diciembre que renunciaba a actuar en Espa?a de ahora en adelante ante la falta de apoyo institucional recibido. ¡°Comprendo su rabia, pero espero que vuelva pronto, porque por culpa de gestores culturales ineptos quien se acaba jodiendo es el p¨²blico. Que Ang¨¦lica no trabaje en Espa?a es algo que acaba fastidiando a los ciudadanos, aunque esa no sea su intenci¨®n¡±, opina. El dramaturgo afirma que nunca se ha planteado dejarlo correr. ¡°Trabajo donde puedo y como puedo, aunque es cierto que en Espa?a es donde el p¨²blico me recibe peor¡±, asegura. ¡°Me fastidia, pero no tanto por m¨ª, que no me considero en absoluto un artista necesario, sino como un s¨ªntoma de algo m¨¢s general¡±. Garc¨ªa volver¨¢ a Madrid con Daisy en los Teatros del Canal, que se representar¨¢ dentro del Festival de Oto?o a Primavera del 29 al 31 de mayo; Arrojad mis cenizas sobre Mickey, que representa en el Teatro Valle Incl¨¢n del 11 al 14 de junio. Adem¨¢s, Accidens se podr¨¢ ver en el Teatro Pradillo de Madrid, en programa doble con su nuevo espect¨¢culo Flame, del 12 al 13 de junio. De cara a 2016, tiene en proyecto una puesta en escena de El rapto en el serrallo de Mozart en la ?pera de Berl¨ªn.
Adem¨¢s, Garc¨ªa sigue adelante con su transformaci¨®n del Centro Dram¨¢tico de Montpellier, donde tampoco fue recibido con los brazos abiertos tras ser nombrado por sorpresa por la exministra de Cultura, Aur¨¦lie Filippetti, quien crey¨® en un proyecto rupturista y multidisciplinar. ¡°Las artes esc¨¦nicas son algo muy extenso. No podemos programar solo teatro de texto¡±, sostiene Garc¨ªa. ¡°Para muchos espectadores, ha sido un cataclismo y una jodienda. A la gente le gustaba tener su teatrito de provincias, sus obras cl¨¢sicas que les daban seguridad, aunque luego se durmieran en la butaca¡±.
Babelia
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