¡°Sacado del Gobierno Civil por fuerzas del mismo¡±
La orden de detener al escritor parti¨® de una instituci¨®n oficial del r¨¦gimen
Federico Garc¨ªa Lorca ¡°lo reun¨ªa todo¡± en el imaginario demon¨ªaco del r¨¦gimen franquista aunque no desempe?ara ¡°actividades conocidas¡±: era poeta, socialista, mas¨®n y adem¨¢s, estaba tildado de ¡°pr¨¢cticas de homosexualismo, aberraci¨®n que lleg¨® a ser voxpopuli¡±.
Descrito as¨ª, no es de extra?ar que Garc¨ªa Lorca sintiera miedo durante los primeros d¨ªas del ¡°Glorioso Movimiento Nacional¡±, cuando registraron en dos ocasiones su domicilio en Granada. Y que buscara refugio en la vivienda de sus amigos los hermanos Rosales, quienes ¡°por el hecho de haberle ocultado en su domicilio, fueron despu¨¦s objeto de duras recriminaciones¡±, llegando incluso ¡°a correr un grave peligro¡± de ser sancionados, ¡°algo que evit¨® la Falange¡±.
A pesar de su conversaci¨®n con el gobernador civil de Granada, durante la que ¡°obtuvieron la impresi¨®n de que ya no corr¨ªa peligro su vida¡±, las huestes falangistas no lograron impedir que Garc¨ªa Lorca fuera ¡°sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al t¨¦rmino de V¨ªznar y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, en uni¨®n de otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas despu¨¦s de haber confesado, seg¨²n se tiene entendido, siendo enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kil¨®metros a la derecha de dicha Fuente Grande, en un lugar que se hace muy dif¨ªcil de localizar¡±.
Poeta, socialista, mas¨®n, homosexual: un demonio para el Movimiento
La versi¨®n de la polic¨ªa franquista, redactada casi 30 a?os despu¨¦s del asesinato del poeta, es el resultado de unas pesquisas que pudieron no haber sido m¨¢s que superficiales y basadas en testimonios orales ya conocidos. La veracidad de los hechos descritos es campo abonado para los historiadores, que ya han comenzado a desmenuzar los detalles del informe e incluso a criticarlo.
A vuelapluma, y entre las novedades que pudiera ofrecer la documentaci¨®n que hasta ayer mismo dorm¨ªa el sue?o de los justos en un archivo oficial, est¨¢ el hecho de que el Gobierno Civil de Granada fuera el origen de la orden de detenci¨®n del poeta. Durante esa operaci¨®n de apresamiento, se lleg¨® a rodear la casa de los hermanos Rosales ¡°con gran aparato por Milicias y Guardias de asalto que tomaron todas las bocacalles y tejados pr¨®ximos¡±.
Todas las pesquisas contenidas en la nota informativa de la jefatura superior de polic¨ªa de Granada tienen origen en una petici¨®n realizada desde fuera de Espa?a por una periodista francesa, fascinada por la vida y la obra del poeta, a quien lleg¨® a conocer. Ella se llamaba Marcelle Auclair y quer¨ªa escribir un libro sobre Lorca. No constan las razones por las que decidi¨® solicitar informaci¨®n de manera oficial a la embajada de Espa?a en Par¨ªs. Lo hizo, quiz¨¢s con la esperanza de obtener detalles hasta entonces desconocidos, quiz¨¢s confiando en una respuesta que confirmara ideas o datos concretos.
La petici¨®n sigui¨® su curso administrativo y acab¨® en la mesa de dos ministros del Gobierno de Franco, el de Exteriores ¡ªFernando Mar¨ªa Castiella¡ª y el de Gobernaci¨®n ¡ªCamilo Alonso Vega¡ª quienes, pese a no tener muy claras las implicaciones de la solicitud e incluso no creer conveniente ofrecer informaci¨®n alguna, acabaron manejando el informe encargado a la 3? Brigada Regional de Investigaci¨®n Social.
Milicias y guardias de asalto tomaron calles y balcones para detenerle
La periodista Marcelle Auclair nunca obtuvo contestaci¨®n alguna sobre la petici¨®n oficial que hab¨ªa realizado. Y nunca supo que se hab¨ªa redactado una nota informativa. De hecho, su Vida y muerte de Garc¨ªa Lorca no menciona detalle alguno referido a este informe sobre el que se recogen detalles en el libro p¨®stumo de Eduardo Molina Fajardo, Los ¨²ltimos d¨ªas de Garc¨ªa Lorca.
Las cartas de los dos ministros no tienen desperdicio. Adem¨¢s de las dudas que les plantea la solicitud de Auclair, dan noticia de las opiniones de su compa?ero de gabinete, el ministro de Informaci¨®n y Turismo Fraga Iribarne, quien cre¨ªa ¡°conveniente el revisar la cuesti¨®n y averiguar si podemos o no abrir nuestros archivos sobre el episodio Garc¨ªa Lorca¡±.
Castiella a?ad¨ªa a su compa?ero Camilo Alonso Vega que Fraga ve¨ªa ¡°¨²til designar un magistrado de toda confianza y m¨¢xima autoridad que estudiara con urgencia el problema e informase inmediatamente al Gobierno acerca de las posibilidades de dar la informaci¨®n que poseamos sobre la muerte del poeta¡±. En su respuesta, Alonso Vega le expres¨® su inquietud ante la posibilidad de desenterrar ¡°tan desdichado asunto¡±. ¡°Peor es menearlo¡±, concluye el ministro de Gobernaci¨®n.
Javier Torres es jefe de Cultura de la cadena SER.
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