Abderrahman al Abnudi, un poeta que inspir¨® a las masas
Reflej¨® en su obra, a veces l¨ªrica, a veces pol¨ªtica, los episodios m¨¢s tr¨¢gicos de la historia reciente de Egipto
Poco m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de la muerte de Ahmed Fouad Negm, Egipto ha perdido su otro gran poeta del ¨²ltimo medio siglo: Abderrahman al Abnudi. A pesar de utilizar el dialecto egipcio, su fama traspas¨® las fronteras de su pa¨ªs y era admirado en todo el mundo ¨¢rabe. Su poes¨ªa era famosa en todos los estratos de la sociedad gracias, en parte, a que algunos de los cantantes ¨¢rabes m¨¢s famosos, como Abdel-Halim Hafez, Sabah y Mohamed Munir, pusieron m¨²sica a sus versos. Tras padecer un estado de salud delicado durante los ¨²ltimos a?os, falleci¨® el pasado martes en la ciudad de Ismail¨ªa a los 76 a?os.
Al Abnudi naci¨® en el seno de una familia religiosa en la provincia sure?a de Qena. Su familia le introdujo a una corta edad al rico folclore del pa¨ªs. Su vivienda contaba con una amplia biblioteca, y tanto su madre como su t¨ªa le ense?aron a cantar y recitar los poemas y canciones tradicionales. Siendo todav¨ªa un muchacho se traslad¨® a la capital con el objetivo de afinar su arte y ganarse la vida. Solo abandonar¨ªa El Cairo en sus ¨²ltimos a?os de vida, escapando de la densa poluci¨®n que tanto da?aba sus pulmones.
Adem¨¢s de temas cl¨¢sicos como el amor, o las penalidades de la vida rural, el poeta reflej¨® en sus versos los episodios m¨¢s tr¨¢gicos de la atribulada historia reciente de Egipto. Su poema sobre la debacle en la Guerra de los Seis Dias contra Israel (1967), titulado Ada al-nahar, es uno de los m¨¢s recordados. Escrito pocos d¨ªas despu¨¦s del fin de las hostilidades, Abdel-Halim Hafez lo convirti¨® en una canci¨®n que todav¨ªa hoy es uno de los principales himnos patri¨®ticos del pa¨ªs.
Sin pelos en la lengua, fue encarcelado durante el periodo del presidente Gamal Abdel Nasser, y sufri¨® tambi¨¦n el acoso de las autoridades bajo la presidencia de su sucesor, Anuar el Sadat, lo que le oblig¨® a exiliarse durante varios a?os a Londres y T¨²nez. Volvi¨® a Egipto con Hosni Mubarak, pero nunca renunci¨® a criticar la tiran¨ªa, siendo uno de los primeros intelectuales en apoyar la revoluci¨®n de 2011. No obstante, su apoyo al golpe de Estado del general Sisi fue muy controvertido entre sus m¨¢s j¨®venes admiradores.
M¨¢s all¨¢ de sus versos, uno de sus m¨¢s importantes logros fue atesorar los poemas que narran la historia de los Bani Hilal, una de las mayores confederaciones de tribus de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, que emigr¨® a Egipto y el Magreb en el siglo XX. La colecci¨®n, editada durante su estancia en T¨²nez, cuenta con cinco vol¨²menes y se titula Sirat Bani Hilal, (la biograf¨ªa de Bani Hilal). Le han sobrevivido su esposa Nehal Kamal, una presentadora de televisi¨®n, y sus hijas Ara y Nur.
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