Magia eterna

En El secreto del libro de Kells (2009), debut en la direcci¨®n de largos de Tomm Moore y Nora Twomey, se contaba la historia de la salvaci¨®n de un manuscrito iluminado, haciendo uso de un preciso estilo de animaci¨®n bidimensional que ignoraba las leyes de la perspectiva para sintonizar, de manera muy imaginativa, con los modos de representaci¨®n medievales. Su trama, que apoyaba su tensi¨®n en la transmisi¨®n de la Cultura, tampoco era la materia habitual que suele explotar el cine de animaci¨®n dominante. Ahora, Moore dirige en solitario otra gema ¨²nica ¨CLa canci¨®n del mar- y confirma que en ¨¦l no s¨®lo hay un autor de marcada identidad est¨¦tica, con muy singulares intereses tem¨¢ticos, sino tambi¨¦n el m¨¢s humilde y creativo foco de resistencia a la hegemon¨ªa est¨¦tica de la animaci¨®n Pixar.

El folklore irland¨¦s que rodea al mito de la selkie ¨Cla foca que puede adoptar aspecto humano, tema que ya explor¨® John Sayles en su sensible El secreto de la isla de las focas (1994)- sustenta en La canci¨®n del mar un maduro discurso sobre la necesidad de asumir el dolor. La pel¨ªcula es, al mismo tiempo, aventura infantil y h¨¢bil trenzado de leyendas: un discurso intrincado que se encarna en una deslumbrante sucesi¨®n de im¨¢genes con esp¨ªritu de ilustraci¨®n de libro de cuentos en movimiento.

La est¨¦tica de Moore tiene su fortaleza en el dise?o de espacios y personajes: las sorpresas son constantes, pero en ning¨²n momento se fuerza la sutil coherencia interna de este mundo de l¨ªneas que sobrexcitan la capacidad de interpretaci¨®n formal del espectador, mientras luz y color crean arm¨®nicas corrientes de dinamismo en el plano. La capacidad del cineasta para encontrar una perfecta traducci¨®n visual a cada idea po¨¦tica ¨Cel ermita?o cuyos pelos de barba y melena son historias m¨¢gicas, las tormentas encerradas en frascos en la guarida de la Bruja B¨²ho- sublima esta historia presidida por un gigante petrificado en un oc¨¦ano de l¨¢grimas.