Sobre ¡®corbufascismo¡¯, ferias y milicia

Dos querelles ideol¨®gicas, de distinto alcance y significado, alimentan ¨²ltimamente las p¨¢ginas culturales de los medios franceses. La m¨¢s llamativa es la pol¨¦mica suscitada, incluso antes de que el libro llegara a las librer¨ªas, por Emmanuel Todd con su Qui est Charlie? Sociologie d¡¯une crise religieuse (Seuil), un provocativo ensayo que arroja m¨¢s le?a al fuego de la enconada discusi¨®n a cuenta de la clamorosa respuesta social al brutal atentado de Charlie Hebdo. En el libro, y tras constatar una vez m¨¢s el extraordinario poder movilizador de la religi¨®n en un mundo del que parec¨ªa estar desapareciendo, Todd critica el movimiento de solidaridad hacia Charlie Hebdo, sosteniendo que denota la enorme impronta del catolicismo franc¨¦s en el incremento de la ¡°islamofobia¡±. Las tesis del medi¨¢tico historiador y soci¨®logo ¡ªformado en las ense?anzas de Braudel, Le Roy Ladurie y los historiadores de la segunda generaci¨®n de la revista Annales¡ª no han sentado nada bien en amplios sectores de la sociedad (particularmente de la izquierda sociol¨®gica), a los que el asesinato en serie de los dibujantes sac¨® en masa a la calle. El segundo debate, de alcance m¨¢s limitado, se refiere al controvertido pasado ideol¨®gico de Le Corbusier, desenterrado una vez m¨¢s con motivo de la gran exposici¨®n retrospectiva de su obra con que el Centre Pompidou conmemora el cincuentenario de su muerte (hasta el 8 de agosto). Corbu ¡ªun suizo nacionalizado franc¨¦s y elevado en el Hex¨¢gono a categor¨ªa de gloria nacional¡ª es ¡ªquiz¨¢s con la excepci¨®n de Gaud¨ª¡ª el arquitecto del siglo XX que cuenta con m¨¢s bibliograf¨ªa. A ese caudal libresco, constantemente alimentado, se a?aden ahora ¡ªadem¨¢s del muy recomendable cat¨¢logo Le Corbusier, mesures de l¡¯homme (Centre Pompidou) y el demasiado agresivo Le Corbusier, un fascisme fran?ais (Albin Michel), del periodista Xavier de Jarcy¡ª Un Corbusier (Seuil), del arquitecto y cr¨ªtico Fran?ois Chaslin, quien ha compuesto un retrato biogr¨¢fico de car¨¢cter literario en el que pretende mostrar las diferentes facetas de la vida, la obra y la ideolog¨ªa del arquitecto. En ¨¦l se explora ese fascismo ¡°blando¡± de Le Corbusier que le llev¨® a acercarse a finales de los a?os veinte a Le Faisceau de George Valois, el mismo movimiento que tambi¨¦n atrajo, durante el tiempo de un suspiro, a Paul Nizan, en una ¨¦poca (finales de los a?os veinte) en que el descr¨¦dito de los sistemas parlamentarios provocaba que numerosos intelectuales se movieran ¨¢gilmente por puertas giratorias que tan pronto conduc¨ªan al fascismo como al comunismo. Chaslin tambi¨¦n se extiende en el acercamiento del arquitecto a la Italia de Mussolini o al r¨¦gimen t¨ªtere de Vichy, encontrando un intento de explicaci¨®n para esas simpat¨ªas en su deseo de conseguir grandes encargos que le permitieran llevar a la pr¨¢ctica ambiciosas creaciones o remodelaciones de grandes conjuntos urban¨ªsticos, como ya hab¨ªa ensayado con su proyecto de Ville Radieuse (1933), una idea ut¨®pica y puritana (como la llam¨® Chueca Goitia) con la que pretend¨ªa rehacer integralmente el centro de Par¨ªs, y que tanto ha influido en el urbanismo de mediados del siglo XX.

Ferias, ?uf!

Quienes recuerden algunas de mis cr¨ªticas a la Feria del Libro de Madrid (FLM) podr¨ªan pensar que me estoy volviendo blando ¡ªo pussy, para emplear el feroz escarnio que Rushdie dedic¨® a los seis conspicuos escritores angl¨®fonos opuestos al homenaje del PEN norteamericano a Charlie Hebdo¡ª, pero lo cierto es que me parece que este a?o las cosas de la FLM apuntan mejor. Para empezar, ah¨ª tienen el estupendo cartel ¡ªmoderno, alegre, directo, sin metaf¨ªsicas¡ª de Fernando Vicente que servir¨¢ para anunciarla. Tambi¨¦n es de celebrar que los organizadores hayan aceptado, por fin, la propuesta de prolongar el horario de cierre, a ver qu¨¦ pasa: este a?o habr¨¢ un d¨ªa (poco, pero es lo que hay) en el que ser¨¢ posible ¡°leer bajo la luna¡±, con m¨²sica y fanfarrias diversas; y, qui¨¦n sabe, quiz¨¢s la gente responda y haya m¨¢s, algo importante para un certamen cuya programaci¨®n cultural ha sido siempre bastante precaria, por emplear un t¨¦rmino misericordioso. Otra cosa son mis sentimientos hacia el bic¨¦falo y perpetuamente provisional L¨ªber, que regresar¨¢ al Ifema del 7 al 9 de octubre, despu¨¦s del desastre con pocos paliativos que fue la edici¨®n del pasado a?o. Si lo que desean los organizadores es hacer olvidar el mal sabor de boca, lo mejor que pod¨ªan hacer, para empezar, ser¨ªa sustituir la p¨¢gina web de L¨ªber del a?o pasado. Es verdad que en la web de la Federaci¨®n de Gremios de Editores se anuncia el ¡°sal¨®n¡± de 2015, pero lo que all¨ª se dice no pasa todav¨ªa de la et¨¦rea vaguedad. Sin embargo, tambi¨¦n all¨ª me entero (con el mismo doloroso sobresalto que me producir¨ªa que me deslizaran una almohaza por la columna vertebral) de dos cosas que me parecen significativas. En primer lugar, que el honor de ¡°pa¨ªs invitado¡± ha reca¨ªdo en Arabia Saud¨ª, que, como quiz¨¢s no ignoren mis improbables lectores, se trata de una de las m¨¢s relevantes potencias editoriales y literarias del planeta; aunque el pa¨ªs petrolero y wahabista no figura entre los patrocinadores, no s¨¦ por qu¨¦ sospecho que algo tendr¨¢ que ver con la financiaci¨®n del evento. Y, en segundo lugar, que sigue en pie el programa Liberatura, que llevar¨¢ actividades culturales a librer¨ªas y ¡°espacios emblem¨¢ticos¡± (?glup!) de Madrid: tampoco s¨¦ por qu¨¦ me malicio que a cargo de ¨¦l podr¨ªa seguir la misma afortunada dama ¡°especialista en marketing creativo¡± ¡ªy apoyada desde Planeta¡ª que se encarg¨® de ello el a?o pasado. En fin, respecto a lo ¨²ltimo, crucemos los dedos para que este a?o las actividades culturales le salgan mejor. Y, respecto a lo primero, lo ¨²nico que espero, por el bien de las relaciones diplom¨¢ticas entre los dos pa¨ªses, es que mis adoradas chicas de Femen, a las que la shar¨ªa les importa un pimiento, no acudan al stand saud¨ª en pelota picada y blandiendo botellas de Johnnie Walker y jugosos hot dogs patrocinados por Oscar Mayer.

Militaria

Nueva vuelta de tuerca de Kailas. La editorial fundada (2004) por ?ngel Fern¨¢ndez Fermoselle y que, en un principio, mostr¨® particular inter¨¦s por la literatura asi¨¢tica (editaron, entre otros, al Nobel Mo Yan) ha incorporado a la direcci¨®n editorial al muy curtido (Alianza, Planeta, RBA y no s¨¦ si me olvido de alguna) Ricardo Artola, que, adem¨¢s de publicar, ha escrito varios libros de divulgaci¨®n sobre la Segunda Guerra Mundial. Los primeros vol¨²menes de esta nueva etapa que he recibido son dos divertidos y muy reveladores manuales oficiales dirigidos a los soldados brit¨¢nicos en Francia y Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y otro con instrucciones para los soldados estadounidenses en Gran Breta?a, que es el que m¨¢s me ha entretenido. En este ¨²ltimo librito, publicado (1942) por el Departamento de Guerra de EE?UU, encuentro un par de consejos que no me resisto a transcribirles: ¡°Tu cobras m¨¢s que el Tommy brit¨¢nico. No se lo restriegues¡±. Y este otro: ¡°Si una familia te invita a comer a su casa, cont¨¦n tu apetito. De lo contrario podr¨¢s estar comi¨¦ndote tus raciones semanales¡±.