El gran siglo otomano

Elif Shafak ha ofrecido las claves para entender c¨®mo sus novelas, unas redactadas en turco y otras en ingl¨¦s, alcanzan grandes tiradas en Turqu¨ªa, mientras en el exterior se multiplican las traducciones. Nacida en Estrasburgo, hija de diplom¨¢ticos, aborda temas de su pa¨ªs de origen sin eliminar el enfoque racionalista, propio de Occidente, pero resaltando al mismo tiempo los valores propios de una Turqu¨ªa a la que considera necesaria para Europa. Es la doble herencia de su madre, y de su abuela, m¨¢s enraizada en un mundo tradicional, hacia el cual ella se inclina sentimentalmente. Sus estudios de historia otomana hicieron el resto, hasta otorgar a sus descripciones un sesgo de sutil neootomanismo.

El m¨¢s pol¨¦mico de sus libros, La bastarda de Estambul (2007), la puso al borde de ser condenada por hablar del genocidio armenio. Shafak describi¨® el drama de un pueblo tr¨¢gicamente ¡°reducido en n¨²mero¡±, cuyos supervivientes en la di¨¢spora se esfuerzan por mantener la identidad. Pero su intenci¨®n es siempre conciliadora: ¡°Mi intenci¨®n es trazar un puente entre yo y los otros¡±. Insiste en la necesidad de atender a la tradici¨®n intelectual turca, cuya aportaci¨®n espiritual desde el sufismo permite resolver problemas sin respuesta en Occidente. Es el caso de Las cuarenta reglas del amor (2010), en la que un ama de casa anglosajona encuentra respuesta a su callej¨®n sin salida personal en la reflexi¨®n sobre la obra de Rumi, el m¨¢s fascinante pensador religioso de la historia turca, y de su amado derviche Shams de Tabriz.

La revisi¨®n de los grandes personajes hist¨®ricos persiste en su ¨²ltimo libro, El arquitecto del universo. Encontramos a otra figura extraordinaria, el arquitecto Sinan, creador de innumerables mezquitas y obras p¨²blicas a lo largo del siglo XVI, y cuya tumba se localiza con justicia al lado de la m¨¢s famosa ¡ªaunque no la m¨¢s bella, ¨¦sta fue la Selimiye de Edirne¡ª de sus construcciones religiosas, la mezquita de Solim¨¢n en Estambul. La obra y el car¨¢cter personal de Sinan son seguidos en el libro desde el espejo que proporciona la trayectoria biogr¨¢fica de un supuesto colaborador suyo, Jahan, adem¨¢s mahout de un elefante, quien por a?adidura vive un amor imposible con la hija del sult¨¢n. En el argumento intervienen la influencia atribuida a la obra de Sinan sobre la construcci¨®n del Taj Mahal, y tal vez la modificaci¨®n de una historia real, de un elefante que desde Ceil¨¢n acab¨® en Viena hacia 1550, siendo llamado Solim¨¢n. El elefante era una figura emblem¨¢tica para Rumi. Fue Jahan Shah quien hizo construir el Taj Mahal, y all¨ª llega nuestro longevo protagonista, de nombre tambi¨¦n Jahan, para confirmar ese legado.

La narraci¨®n de Shafak es siempre ¨¢gil, con una notable fuerza visual respecto de la acci¨®n que convierte aquella en un extenso guion cinematogr¨¢fico. Eso s¨ª, salpicado de reminiscencias de relatos cl¨¢sicos como las Mil y una noches, e incluso de las novelas bizantinas, con las andanzas de los protagonistas ¡ªJahan y su elefante, historia de Sancha/Yusuf, reencuentros con el leal jefe gitano¡ª, sobre el tel¨®n de fondo del gran siglo otomano. Todo ello con una celeridad que impide a veces abordar la creaci¨®n sensorial del espacio que el tema de la novela invoca reiteradamente, para enmarcar la triste historia de amor o el complemento de thriller cuyos hilos finalmente se anudan en el desenlace.

El arquitecto del universo. Elif Shafak. Traducci¨®n de Aurora Echevarr¨ªa. Lumen. Barcelona, 2015. 620 p¨¢ginas. 22,90 euros