En el pudridero
Maximiliano Barrientos se mete en su ¨²ltima novela en el interior de una familia cruce?a de clase acomodada y narra su derrumbe
Maximiliano Barrientos (Santa Cruz, Bolivia, 1979) se mete en su ¨²ltima novela en el interior de una familia cruce?a de clase acomodada y va narrando c¨®mo las cosas se descomponen y c¨®mo lo hacen de manera irreversible. Vitor Flanagan sali¨® escopetado a Estados Unidos cuando muri¨® su madre y, tras una larga temporada habitando en ese pa¨ªs a salto de mata, vuelve a casa. Ya no vive su padre, con el que rompi¨® de manera brusca por su alcoholismo, as¨ª que se instala con la que fue su ¨²ltima mujer, y le toca ir recomponiendo el tejido de sus antiguos afectos.
Termina siendo, de esa manera, la historia de alguien que va dando palos de ciego, medio enfangado en un lugar donde se embarran el muchacho que era cuando se fue y el hombre joven que vuelve y no consigue agarrar el curso de su vida. Maximiliano Barrientos forma parte de esa nueva hornada de escritores que andan explorando ese particular extrav¨ªo en el que anda metida su generaci¨®n. Tienen algo de n¨®madas que buscan un asidero: se fueron un buen d¨ªa y han perdido los lazos con lo que fueron y, al mismo tiempo, no los han perdido. Puede pasarles lo que a Vitor: estar como amarrados, sin terminar nunca de arrancar, enredados en el laberinto familiar (o en el que sea), abocados a no terminar de entenderse del todo con un presente que se les rebela.
Maximiliano Barrientos le sigue la pista a Vitor: una pelea justiciera para corregir una antigua afrenta, la intensa recuperaci¨®n de un antiguo amor, la relaci¨®n c¨®mplice con ese t¨ªo que se hunde en su propia autodestrucci¨®n, las complicaciones para recuperar la confianza de su hermana. En medio del camino, las borrascas de los viejos recuerdos y el aturdimiento en el que lo meten algunos episodios accidentales. Borracheras, sexo, broncas, las salidas en coche para perderse en las carreteras. El paisaje de fondo tiene que ver con ¡°...los deste?idos letreros publicitarios de la ¨²ltima elecci¨®n presidencial ¡ªinmensas gigantograf¨ªas de Evo Morales levantando un brazo, saludando al pueblo, de pie en un podio, envuelto en un poncho de alpaca con los motivos tribales aimaras¡ª¡±.
La novela no tiene una voluntad pol¨ªtica expl¨ªcita, pero a las transformaciones que est¨¢n afectando al mundo entero habr¨ªa que a?adir los grandes cambios que ha experiementado Bolivia en los ¨²ltimos a?os. Un personaje de la novela, un ejecutivo en Petrobras, comenta de pasada que Morales llevar¨¢ a la zona oriental a la ruina. Las conmociones que el libro ilumina, sin embargo, son otras: las que les ocurren a todos. ¡°La vida no trata del deterioro de esas im¨¢genes¡±, comenta el narrador a prop¨®sito de una fotograf¨ªa donde el t¨ªo y el padre de Vitor posan de adolescentes junto a un venado, ¡°la vida trata de c¨®mo envejecemos y esas im¨¢genes se mantienen fijas, incontaminadas, protegidas de nuestros propios cuerpos, de la marcha silenciosa de las enfermedades¡±. Barrientos cuenta ese af¨¢n in¨²til por reconquistar lo que ya se ha ido.
La desaparici¨®n del paisaje. Maximiliano Barrientos. Perif¨¦rica. C¨¢ceres, 2015. 276 p¨¢ginas, 18,75 euros.
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