Dibujos al rescate de Bogot¨¢
Las fachadas de las casas tradicionales de la capital colombiana son retratadas en un libro de ilustraciones que se aleja de lo tur¨ªstico y de los estigmas de la ciudad
La Bogot¨¢ tradicional est¨¢ desapareciendo. Y Lizeth Le¨®n, una joven de 26 a?os nacida en la capital colombiana, est¨¢ haciendo un intento para que no se olvide. O al menos para que en dibujos quede algo de esa ciudad a la que se ve con nostalgia. Le¨®n es periodista y ahora fachadista, como ella misma se define despu¨¦s de recorrer durante cuatro meses las 20 localidades de Bogot¨¢ para pintar las fachadas de vecindarios y casas, algunas a punto de caer. La idea de recorrer cada d¨ªa un sector y reconocer la diversidad del territorio se convirti¨® en un libro, que le permiti¨® desempolvar esos lugares que parecen estar sepultados por las nuevas construcciones.
¡°Empec¨¦ a ver una ciudad que se est¨¢ yendo y que arrastra las costumbres t¨ªpicas de barrio: las charlas con los vecinos, las panader¨ªas, el tendero. Se est¨¢n tomando las casas para hacer edificios donde esas conexiones entre quienes los habitan no existen¡±, dice.
Pero tambi¨¦n le permiti¨® hacer un viaje hacia la periferia de una ciudad con m¨¢s de siete millones de habitantes que parece olvidar lo que hay a su alrededor. ¡°Si quisi¨¦ramos entender esta ciudad, sus problemas, sus diferencias, comprenderla con todo lo que se vive, deber¨ªamos movernos hacia esas zonas¡±, reflexiona Le¨®n. Y pone como ejemplo el sector rural de Ciudad Bol¨ªvar, una de las localidades m¨¢s violentas de Bogot¨¢, donde seg¨²n las autoridades locales cada fin de semana se dan al menos 500 peleas.
¡°A veces los estigmas que tenemos no nos dejan dimensionar de d¨®nde vienen las condiciones tan dif¨ªciles que tienen algunos sectores¡±, dice la periodista, que altern¨® el proceso de creaci¨®n de Fachadas bogotanas con su trabajo como editora de un portal de noticias.
La ruta para recorrer la ciudad la marc¨® un mapa que le regal¨® su padre. Cada d¨ªa se?alaba un lugar y con un tel¨¦fono y una libreta sal¨ªa de su casa. Al regresar, ten¨ªa una fachada m¨¢s dibujada.
¡°Caminaba la zona, me deten¨ªa a hablar con personas que me contaban historias del barrio. Tomaba las fotos de las casas con el tel¨¦fono y en un caf¨¦ me sentaba a pintar¡±. Y aunque quiso dibujar en el mismo lugar donde la sorprend¨ªa una nueva casa, las condiciones de inseguridad y la constante lluvia de Bogot¨¢ no se lo permitieron.
El libro tiene como eje central 47 ilustraciones, pero tambi¨¦n hay textos. ¡°Hay un hilo narrativo y hay explicaciones sobre el terreno, sobre la est¨¦tica sobre c¨®mo se formaron los barrios y c¨®mo se empezaron a habitar¡±, relata Le¨®n. Para eso, cont¨® con la asesor¨ªa de Fredy Ord¨®?ez (su editor) y un ge¨®grafo. Se document¨® sobre la ciudad con libros, pero tambi¨¦n con historias particulares. Algunas como las del barrio Marruecos, en el sur de Bogot¨¢. ¡°Fue una de las primeras que dibuj¨¦, lo hice porque alguien me contact¨® y me pidi¨® mostrarle ese barrio, ahora que ¨¦l vive lejos, en otra ciudad¡±.?
El caso se repiti¨® varias veces. Y as¨ª como le ped¨ªan que visitara uno u otro lugar, recibi¨® apoyo econ¨®mico para que el libro se pudiera editar de forma independiente. A trav¨¦s de financiaci¨®n colectiva, Le¨®n logr¨® recibir cerca de 9.000 d¨®lares para hacer la primera edici¨®n, que se vender¨¢ a partir de este mes.
La idea de mostrar a Bogot¨¢ tomando distancia de los lugares tur¨ªsticos y los estigmas tambi¨¦n se llevar¨¢ a la interactividad. Le¨®n cuenta que planea una plataforma digital que sirva para explorar la ciudad y que las nuevas generaciones se conecten con lo que parece olvidado. Lizeth quiere que se recuerde a la Bogot¨¢ tradicional ante lo imposible que resulta parar la modernizaci¨®n de una ciudad que se llena cada vez m¨¢s de grandes construcciones.
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