Ure?a triunfa con una corrida ¡®ilidiable¡¯

Si la mayor¨ªa de los toros fueran como estos de Jos¨¦ Escolar, medio escalaf¨®n estaba en su casa, y algunas figuras tendr¨ªan otra ocupaci¨®n. Toros mansos, duros, dificil¨ªsimos, complicados e imposibles para la tauromaquia moderna. Afortunadamente, hoy es posible el arte del toreo porque el toro ha evolucionado y ha perdido aspereza, pero es injusto que los m¨¢s exigentes y espinosos sean siempre para los m¨¢s inexpertos.

Tres toreros modestos se anunciaron en Pamplona con la esperanza de que sonara la flauta de un ¨¦xito que se presum¨ªa lejano. Y lo alcanz¨® Paco Ure?a con el lote m¨¢s toreable. No estuvo, quiz¨¢, a la altura que le ped¨ªan sus oponentes, pero no les perdi¨® la cara, les rob¨® muletazos interesantes por ambos lados, anim¨® a las pe?as con su sonrisa y manoletinas finales, y mat¨® con rapidez. Y ya se sabe que esos argumentos bastan en esta plaza para que te saquen a hombros. A sus dos toros los veronique¨® con gusto, aunque el sexto, el mejor de la tarde, mereci¨® mejor suerte que muchas tandas de pases insulsos y vac¨ªas de contenido.

El resto de la corrida fue ilidiable seg¨²n la concepci¨®n moderna del toreo. Toros sin atisbo de clase, agresivos, que desarrollaron sentido, reba?aban, embest¨ªan con violencia y buscaban el corbat¨ªn de los toreros.

All¨ª, ante esas prendas, estaban Francisco Marco, torero de la tierra, veterano en a?os de alternativa, pero con una corta hoja de servicios, y Paulita, que sigue a la busca y captura de una oportunidad que se le niega a?o tras a?o. Al final, el c¨ªrculo vicioso: no triunfan porque torean poco y viceversa.

A ambos se les podr¨ªa pedir m¨¢s compromiso con los toros de ayer, pero no ser¨ªa justo. Hicieron lo que humanamente pudieron con los muy dif¨ªciles toros que tuvieron delante. Seguir¨¢n en el paro porque no les permiten demostrar lo que llevan dentro; como les ocurre a tantos espa?oles.