Grandes recursos con hueca formalidad

La m¨²sica es consustancial al trabajo coreogr¨¢fico y al perseguido equilibrio entre lo que se oye y lo que se ve; la unidad est¨¦tica del producto cor¨¦utico se debe, entre otros factores, a esta parte del trabajo de taller que luego cristaliza sobre la escena en el acto terminado. En el caso de la primera obra de los creadores Sol Le¨®n (naci¨® en C¨®rdoba, y se form¨® b¨¢sicamente con V¨ªctor Ullate, manteniendo su edad celosamente oculta y en un misterio, como reza en su biograf¨ªa oficial publicada por Introdans) y Paul Lightfoot (Kingsley, 1966), titulada Sehnsucht, no hay ese equilibrio a pesar de los grandes y costosos efectos escenogr¨¢ficos. Su sistema funciona a partir de mimar el contenedor, adornar la cornisa hasta el agotamiento visual. Lightfoot se form¨® en la escuela del Royal Ballet de Londres y no es f¨¢cil discernir qu¨¦ aporta cada uno al material bailable. A Sehnsuch la m¨²sica sinf¨®nica y concertista de Beethoven le queda grande. Hay una escena coral donde se boceta cierta conjunci¨®n (Allegro, cuarto movimiento de la quinta sinfon¨ªa), pero el movimiento es pobre, y a veces, se acerca t¨ªmidamente a secuencias ajenas, como buscando un asidero est¨¦tico en lo que ellos mismos, los core¨®grafos, bailaron en su no lejana juventud.

El t¨¢ndem de creadores compuesto por la espa?ola y el brit¨¢nico de tan cerebral que quiere aparentar, todo resulta finalmente en ellos de una decepcionante y hueca formalidad; quiz¨¢s formalidad que se cree novedosa a s¨ª misma sin serlo, pues sus recursos esc¨¦nicos tienen la mayor¨ªa de las veces el perfume del sutil reciclado. No es eso malo en s¨ª mismo en el mundo del teatro, que se retroalimenta siempre de sus propios descubrimientos, su estilizaci¨®n y reubicaci¨®n modular, pero que a la vez basa su poder en el fondo y no en la forma, en el contenido y no en las apariencias externas por muy seductoras que se nos presenten. Se trata de un cierto manierismo, facturado con soltura, pero intrascendente. La ¡°maniera¡± da el instrumento pero no garantiza un resultado.

En septiembre de 2007 el Nederlands Dans Theater (NDT1) ya estuvo en el Real y presentaba una coreograf¨ªa de Le¨®n y Lightfoot: Silent screen, inspirada por el cine silente. Sol Le¨®n dec¨ªa entonces a este diario: ¡°Antes nuestro trabajo era m¨¢s abstracto. Ahora vamos en otra direcci¨®n, influenciados por el cine mudo. Se trata de crear caracteres, profundizar en ellos. En la pieza hay filmes y la inspiraci¨®n parte del cine mudo alem¨¢n¡±. Es como si esa influencia persistiera desde detr¨¢s de los telones, las muecas, los gritos ahogados y los mecanismos esc¨¦nicos, de la muy forzada m¨ªmica y de la recurrente crispaci¨®n por donde conducen a los bailarines, una tensi¨®n que de tan expuesta, pierde su efecto teatral. El histri¨®n puede ser a la vez que un recurso, el peor enemigo de un bailar¨ªn.

Todav¨ªa si se quiere, la segunda pieza, Schmetterling resulta m¨¢s insustancial y gratuita, ostentosa y alambicada. No la salva ni siquiera una s¨®lida plantilla de bailarines, que esta vez no tiene la cohesi¨®n de 2007 y que muestra hasta artistas con evidente y chocante sobrepeso. La m¨²sica de Max Richter al final logra dar un respiro l¨ªrico a lo visto antes, pero eso no basta. Todo resulta muy sospechosamente a la moda, en corriente de modernidad, algo que no tiene medularmente nada que ver con la coreograf¨ªa de calidad.

La deficiencia de los programas de mano del Teatro Real ha llegado a un punto de no retorno lamentable. Ni siquiera aparecen en el modesto desplegable los nombres del elenco de bailarines de la plantilla, la dataci¨®n de estreno de las obras, am¨¦n de faltar los datos de qui¨¦n dirige, qui¨¦n toca el piano y qu¨¦ orquesta asumen el Beethoven en la grabaci¨®n. Nada de eso sobra al espectador de ballet sino muy al contrario y los bailarines, por descontado, merecen estar. A partir del inicio de la segunda pieza hubo un discreto goteo de deserciones.

Coreografias: Sol Le¨®n y Paul Lightfoot; m¨²sica: L. V. Beethoven, The Magnetic Fields y Max Richter. Nederlands Dans Theater1. Teatro Real, Madrid. Hasta el 18 de Julio.