Taconeo flamenco al son de la guerra
Yalda Younes, profesora en L¨ªbano: ¡°He aprendido a bailar sin sentir el dolor de la violencia¡±
La mayor¨ªa de las bailadoras aprenden a zapatear en un tablao. Yalda Younes lo hizo sobre baldosas, pisando piedras y al ritmo gitano entrecortado por el mugir de las explosiones. Younes ten¨ªa 15 a?os y a¨²n faltaban dos para que terminara la guerra civil (1975-1990) que desangraba su pa¨ªs, L¨ªbano. Bail¨® flamenco al comp¨¢s de los morteros en f¨¢bricas abandonadas, en casas de vecinos que huyeron a Europa o en ¡°cualquier espacio¡± que se terciara.
Fue Mar¨ªa Jes¨²s, una joven bailaora barcelonesa instalada en Beirut, quien cambi¨® la vida de Younes. ¡°Era amiga de mi madre y propuso darnos clases a un grupo de chicas¡±, recuerda. Durante los 15 a?os de conflicto, los libaneses se vieron confinados a ver pasar las interminables horas entre muros. Pocos son los crecidos durante la guerra que sepan conducir una bici ¡°porque en casa no se pod¨ªa y en la calle hab¨ªa francotiradores¡±. Lo que comenz¨® como un pasatiempo acab¨® por convertir en la actualidad a Yalda Younes, de 37 a?os, en la profesora de baile flamenco m¨¢s reputada del L¨ªbano.
Acostumbrada al cante que emanaba del radiocasete, qued¨® embriagada la primera vez que asisti¨® en Jerez a clases de flamenco con un guitarrista en vivo
Acostumbrada al cante que emanaba del radiocasete, la joven bailaora qued¨® embriagada la primera vez que asisti¨® en Jerez a clases de flamenco con un guitarrista en vivo. ¡°Fue m¨¢gico¡±, rememora. A pesar de su pasi¨®n, el rigor del flamenco puro ense?ado en los tablaos no dejaba a Younes espacio para la improvisaci¨®n. A punto estuvo de tirar la toalla y quitarse los tacones hasta que su camino se cruz¨® con el bailaor y core¨®grafo Israel Galv¨¢n. La frescura de su t¨¦cnica s¨ª dejaba lugar para incorporar nuevos movimientos fuera de la rigidez del flamenco tradicional, devolviendo a Younes su pasi¨®n por el baile.
Una pasi¨®n que para la joven libanesa va ligada a la guerra. ¡°Es parte de mi vida. Es lo que llen¨® muchos a?os de mi infancia¡±. Encontr¨® en la fuerza del flamenco la forma de luchar contra un ambiente hostil. En 2006, volvi¨® a bailar al son de metralletas y bombas. Esta vez en una gira por Europa y dentro de una pieza creada y compuesta por Zad Moultaka. Durante nueve minutos Younes bailaba al ritmo de una grabaci¨®n en la que sonaban explosiones, bombardeos y balazos registrados en el balc¨®n de un liban¨¦s cualquiera durante la guerra civil. A cada bala, Younes respond¨ªa con un taconeo brutal.
Pero la historia le puso a prueba de nuevo. Por segunda vez la guerra truncaba sus pasos. En julio de aquel mismo a?o, y durante 33 d¨ªas, esa banda sonora regres¨® en vivo y en directo a los balcones de los libaneses con el rugir de los bombardeos israel¨ªes y los morteros de la milicia libanesa Hezbol¨¢. ¡°No pod¨ªa bailar en los teatros de Europa al son de una guerra que estaba teniendo lugar en ese mismo momento en mi pa¨ªs. Par¨¦ la gira¡±.
De regreso al escenario b¨¦lico como tablao flamenco, Younes zapate¨® de nuevo con furia. Tan fuerte que acab¨® por machacarse los huesos y tuvo que abandonar temporalmente el baile. ¡°Aprend¨ª la lecci¨®n. Si para luchar contra la violencia usas la violencia, te rompes los huesos¡±. En 2013, con los huesos debilitados, decidi¨® viajar a India, donde esta vez encontr¨® una forma pac¨ªfica de lucha que no se ensa?ara con su cuerpo. A trav¨¦s del yoga logr¨® encontrar esa misma simplicidad que tanto le atra¨ªa en las letras del cante flamenco. Hoy compagina como profesora de ambos en Beirut. ¡°Con el yoga aprend¨ª que no hace falta sentir dolor para bailar flamenco. Ya no me duele bailar¡±.
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