Maletas perdidas
?Hay alguna manera de comenzar unas vacaciones tan desagradable como descubrir que la compa?¨ªa a¨¦rea nos ha extraviado la maleta? Al principio, una mira alrededor esperanzada, dici¨¦ndose que est¨¢ ah¨ª aunque no se vea, pero despu¨¦s no queda m¨¢s remedio que acudir al mostrador para reportarla y comenzar la espera, que puede durar desde una noche hasta el resto de nuestros d¨ªas. Imposible no ponerse paranoica. Dan ganas de sujetar del cuello a la impoluta funcionaria, que ni tiene jet lag ni pas¨® la noche apretujada en un avi¨®n, y obligarla a responder a nuestra incesante pregunta: ¡°?Por qu¨¦ justo la m¨ªa?¡±.
Las maletas son una extensi¨®n de nosotros mismos. En ellas guardamos los objetos que consideramos esenciales para sobrevivir en un entorno distinto. Por eso invertimos tanto tiempo en prepararlas. La aerol¨ªnea que m¨¢s me ha sometido a la edificante experiencia de perder mi equipaje es Avianca. La ¨²ltima vez que ocurri¨® me pregunt¨¦ ¡ªdado que con ellos el asunto es sistem¨¢tico¡ª por qu¨¦ no hab¨ªa metido en la maleta todas las cosas de las que me encantar¨ªa deshacerme.
Ser¨ªa genial que existiera una empresa especializada en perder cosas. Un equipo que llegara a mi casa y empacara todos los objetos rotos o viejos, que nunca me he atrevido a desechar, mis recibos de luz, mis estados de cuenta, y luego los desapareciera para siempre. Lo mismo podr¨ªan hacer con la hipoteca, las migra?as, el insomnio, el calor, los enfados, la ex pareja o con personajes inc¨®modos como Marine Le Pen, Donald Trump. Bastar¨ªa con enviar la foto y la direcci¨®n de ese individuo y en pocos d¨ªas, por obra y gracia de la empresa, dejar¨ªan de sobrepoblar el planeta. No estar¨ªan ni muertos ni secuestrados, simplemente perdidos para la eternidad (claro, no todo el mundo gozar¨ªa del privilegio de irse a la chingada, otros tendr¨ªan que permanecer aqu¨ª, a cumplir condena). Lo mismo podr¨ªamos hacer con los episodios inc¨®modos de nuestra existencia. Si hiciste algo de lo que te averg¨¹enzas o si alguien te agravi¨®, llamas a la compa?¨ªa y lo saca de tu historia. Si quieres deshacerte de ti mismo, contratas el Servicio especial para que hagan desaparecer desde tu infancia hasta la cara que ten¨ªas esta ma?ana en el espejo. ?Empresarios, atenci¨®n! Hay un nicho de mercado en ese sector. Si Avianca deja de estar tan entretenida perdiendo valijas al azar, podr¨ªa aprovechar su potencial incalculable y hacerse con el monopolio.
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