Cine para los que no ven
M¨¢s de 25.000 colombianos con discapacidad visual se benefician de un programa estatal
Mientras la sala de cine va llen¨¢ndose de a poco, Manuel G¨®mez y Marta Pedraza se acomodan con calma en uno de los extremos de la tercera fila. Es s¨¢bado, 9.30 de la ma?ana. Manuel ha invitado a Marta a una proyecci¨®n especial de C¨®mo entrenar a tu drag¨®n 2 y ella sonr¨ªe como una colegiala. No importa que ¨¦l haya perdido la visi¨®n hace 5 a?os, ni que ella sume seis sin poder ver.
Marta, quien lleva gafas de sol, confiesa que duda de lo que est¨¢ a punto de suceder. Manuel se muestra confiado. ¡°Te lo aseguro, la vas a entender¡±, le dice. La prueba es que este hombre de 62 a?os lleva a?o y medio asistiendo, el ¨²ltimo s¨¢bado de cada mes, a este teatro del centro comercial Gran Estaci¨®n, al occidente de Bogot¨¢.
A la entrada de la sala les han entregado unos aud¨ªfonos que van conectados a un receptor como los que se utilizan para hacer traducciones simult¨¢neas. Manuel ya le ha explicado a su invitada en qu¨¦ consiste la audiodescripci¨®n, pero ella insiste en que quiere comprobar su calidad y entender, al fin de cuentas, c¨®mo es que un ciego puede disfrutar una pel¨ªcula que no ve.
Parece sencillo, pero la tecnolog¨ªa de la audiodescripci¨®n para cine es algo nuevo en Colombia, un pa¨ªs con cerca de 1.200.000 invidentes. El proyecto, Cine para todos, lo desarrolla el ministerio de las TIC (comunicaciones) desde hace dos a?os en alianza con un empresa y una fundaci¨®n. Empezaron en Bogot¨¢ en cuatro salas y hoy est¨¢n en 10 ciudades. El tema de fondo es la inclusi¨®n. ¡°Para generar conciencia el Estado tiene que dar el primer paso¡±, dice Mar¨ªa Carolina Hoyos, viceministra del MinTic.
D¨ªas atr¨¢s, en una casa al norte de Bogot¨¢, los guionistas Liz Le¨®n y Dean Lermen, supervisaban la grabaci¨®n de la audiodescripci¨®n de Brujer¨ªas, una cinta animada espa?ola. ¡°No les contamos la pel¨ªcula porque eso ser¨ªa irrespetar su autonom¨ªa, solo describimos las im¨¢genes¡±, dec¨ªa Lermen, ciego desde los siete a?os y encargado de aprobar este tipo de guiones.
Previamente, por separado, se han sentado a ver la cinta. Lermen utiliza la palabra ver porque asegura que aunque la gente la asocia con un proceso ¨®ptico, es mucho m¨¢s que eso. Lo que buscan es que las audiodescripciones no sean tan largas como para aturdir a quien tambi¨¦n tiene que escuchar los di¨¢logos de los personajes, ni tan cortas que generen confusi¨®n. ¡°Nos movemos en los silencios de la pel¨ªcula, respetando efectos de sonido y m¨²sica¡±, explicaba.
Primera escena: ¡°En penumbra, una luz ilumina varios libros, uno de ellos Merl¨ªn y familia. En una repisa, folletos amarrados con un cord¨®n. La mano de Malba desliza un dedo sobre el polvo¡±. As¨ª inicia la audiodescripci¨®n de Brujer¨ªas. M¨¢s adelante, los guionistas colombianos aprovechar¨¢n para describir a Malba, una ni?a de tez blanca, ojos negros y cabello liso hasta los hombros. Se graba el audio chequeando la pista original de la pel¨ªcula y luego unos ingenieros de sonido mezclan la banda sonora con la descripci¨®n del locutor.
Para Colombia, ha sido clave la experiencia en audiodescripci¨®n que ha acumulado Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada, as¨ª como Whatscine, una aplicaci¨®n que permite escuchar la audiodescripci¨®n desde el m¨®vil con total autonom¨ªa. Sin embargo, estas iniciativas son privadas. En Colombia el proyecto es estatal, gratuito e incluye adaptaciones para personas con discapacidad auditiva. Es por eso que a la sala de cine que Manuel y Marta acuden tambi¨¦n van sordos que utilizan gafas al estiloGoogle glass, en las que aparece una int¨¦rprete del lenguaje de se?as.
El Gobierno mide el ¨¦xito del programa en cifras: M¨¢s de 25.000 espectadores en dos a?os. Para Jonathan Rosero, un joven que naci¨® ciego y que cada mes espera con ilusi¨®n una nueva pel¨ªcula con audiodescripci¨®n, la experiencia, m¨¢s all¨¢ de hacerlo ¡°sentir como en casa¡±, es una forma de ense?arles a los que pueden ver, ¡°que aqu¨ª estamos¡±. Pero quiere m¨¢s. Por eso se aventura a imaginar un mundo ideal en el que todas las cintas, desde el primer momento, salieran con audiodescripci¨®n y en el que los ciegos pudieran ir a ¡®ver¡¯ la pel¨ªcula que quieran, a la hora que quieran.
Babelia
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