Escribano, dos orejas y primera puerta grande de la feria de Gij¨®n
Triunfo de Miguel ?ngel Perera en una tarde de exigencia presidencial en la plaza de Huesca
El diestro Manuel Escribano abri¨® la primera puerta grande de la feria de Bego?a de Gij¨®n gracias a las dos orejas que cort¨® al ¨²ltimo toro de la corrida, en la que Fernando Roble?o obtuvo tambi¨¦n un ap¨¦ndice.
Con media entrada, se lidiaron toros de La Quinta, bien presentados y de juego desigual. Los mejores, cuarto y sexto, aplaudidos en el arrastre. Segundo y quinto, manejables; flojo y apagado, el primero; complicado el quinto.
Eugenio de Mora: estocada ligeramente tendida y descabello (ovaci¨®n); y estocada desprendida (ovaci¨®n); Fernando Roble?o: estocada (ovaci¨®n); y estocada (oreja), y Manuel Escribano: estocada (ovaci¨®n); y dos orejas.
Escribano salud¨® al tercero con una larga en el tercio. Tras un buen tercio de varas, el torero de Gerena protagoniz¨® otro de gran nivel con los rehiletes, clavando hasta un cuarto par al viol¨ªn de mucho riesgo. De hinojos comenz¨® Escribano su labor de muleta ante un toro que pronto empez¨® a desarrollar complicaciones y malas intenciones, por lo que su faena fue una batalla.
En el sexto vino lo bueno. Un buen toro de La Quinta se top¨® con la muleta poderosa de Escribano para conjuntarse y armar una gran faena. Toreo de empaque, templanza y elegante. Muy bien Escribano, que baj¨® mucho la mano al natural, y lig¨® tambi¨¦n de manera notable los redondos. Adornos finales y un estoconazo pusieron en sus manos las dos orejas.
Fernando Roble?o estuvo importante en su primero. Tore¨® excelentemente bien a la ver¨®nica, y con la muleta cuaj¨® una faena tambi¨¦n de alto nivel, con muletazos profundos y muy toreros que despertaron los ol¨¦s en los tendidos. Agarr¨® una gran estocada y hubo petici¨®n de oreja, que, sin embargo, el presidente no la consider¨®, dej¨¢ndolo todo en una gran ovaci¨®n.
S¨ª logr¨® la oreja Roble?o en el quinto por una faena m¨¢s aseada, de menos calado, pero que cont¨® con la r¨²brica de una gran estocada. El p¨²blico le pidi¨® la oreja, en parte, para compensar la que no pase¨® en el toro anterior, y, esta vez, el presidente la concedi¨®.
El primer toro de la feria de Gij¨®n fue un ejemplar de La Quinta que ya en el capote dobl¨® varias veces las manos, llegando al ¨²ltimo tercio pr¨¢cticamente con la reserva encendida.
Eugenio de Mora sac¨® m¨¢s de lo que el animal ten¨ªa, y logr¨® meritorios derechazos templados y de buena firma. El conjunto tuvo suficiencia y buen gusto, pero el poco fondo del toro propici¨® que no llegara a calentar lo suficiente.
En el buen cuarto, De Mora dise?¨® una faena de menos a m¨¢s, y se luci¨® en las tandas de naturales finales, de mucho relajo, sentimiento y expresi¨®n. Buen toreo del toledano que, sin embargo, se qued¨® sin la oreja, posiblemente, por la mala punter¨ªa del puntillero. Como en su primero, fue ovacionado.
Exigencia presidencial en Huesca
Miguel ?ngel Perera cort¨® una oreja en cada uno de los toros y fue el triunfador del festejo celebrado en Huesca, mientras que Juan Jos¨¦ Padilla y Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, con buenas faenas y estocadas, no obtuvieron premio por culpa de una cicatera actuaci¨®n presidencial.
Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron toros de El Pilar, bien presentados, pero escasos de raza y de fuerza, y con dificultades.
Juan Jos¨¦ Padilla, vuelta al ruedo tras fuerte petici¨®n y vuelta al ruedo tras fuerte petici¨®n. En ambos hubo bronca a la presidencia; Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, ovaci¨®n y ovaci¨®n, y Miguel ?ngel Perera, oreja y oreja.
La segunda de feria tuvo su inter¨¦s a pesar de que a los toros de El Pilar les faltaron fuerzas y, sobre todo, raza. Demasiadas complicaciones para los toreros, que, sin embargo, estuvieron a un gran nivel.
Padilla recibi¨® con dos largas de rodillas a un animal que al primer puyazo ya se ca¨ªa. Con la muleta ofreci¨® un buen repertorio de pases de todo tipo, con buenos derechazos y naturales rematados con los de pecho, desplantes y manoletinas. Una estocada en la suerte contraria acab¨® con el toro. La plaza, en pie, pidi¨® con fuerza una oreja, que el presidente no quiso conceder, lo que provoc¨® el enfado del respetable y del propio torero, que tuvo que conformarse con una vuelta al ruedo.
En el cuarto, Padilla consigui¨® agradar al p¨²blico con un gran esfuerzo ante un oponente que, igual que su anterior, evidenci¨® escasez de fuerzas, a la vez que presentaba dificultades.
El torero tore¨® m¨¢s pausado, con m¨¢s elegancia, sac¨¢ndole al toro todo que lo pudo en una buena tanda de derechazos, naturales, molinetes, circulares, adem¨¢s de arrimarse much¨ªsimo. Con una media estocada acab¨® con su oponente y nuevamente la plaza pidi¨® la oreja, que otra vez neg¨® el us¨ªa.
Manzanares estuvo por encima de un primer toro claudicante y protest¨®n. La clase del matador alicantino hizo que aprovechara lo poco que ofreci¨® su oponente. En el quinto volvi¨® a tener delante un toro dif¨ªcil de lidiar por flojo, como el resto de sus hermanos. Se lo llev¨® al centro del ruedo, y le dio tiempo y espacios para trazar pasajes interesantes, aunque los malogr¨® con la espada.
Perera fue el que m¨¢s suerte con la presidencia. Al primero lo recibi¨® con una buenas ver¨®nicas y dio todo un recital con la muleta, que lleg¨® al p¨²blico, que supo apreciar la clase y la elegancia del extreme?o. Estuvo muy torero y capaz entre los pitones, y acertado con la espada, lo que le vali¨® una oreja.
En el que cerraba plaza, Perera volvi¨® a dar otra clase magistral de toreo. Gust¨® un quite por chicuelinas, abrochado con una revolera en el capote. La faena de muleta fue sensacional por los dos pitones, exprimiendo al toro hasta el final. Una estocada hizo rodar al toro, y fue premiado con una oreja. Pese a ser triunfador, Perera no sali¨® a hombros, ya que el reglamento aragon¨¦s exige cortar las dos orejas de un mismo toro para tal honor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.