T¨¦cnica y oficio de L¨®pez Chaves en tarde de toros inv¨¢lidos en Las Ventas
Talavante sali¨® a hombros en la corrida goyesca de la localidad malague?a de Antequera
Una tarde de lo m¨¢s anodina por la absoluta invalidez de los toros de Lagunajanda fue lo que dio de s¨ª el festejo celebrado en Las Ventas, en el que destac¨® el buen oficio de L¨®pez Chaves, a¨²n sin espada, y en el que confirm¨® alternativa Julio Parejo, que anduvo digno, pero sin rivales.
Con menos de media entrada, se lidiaron cuatro toros de Toros de Lagunajanda, de desiguales hechuras y muy deslucidos por su absoluta falta de fuerzas. Cuarto y sexto fueron dos sobreros de Conde la Maza y El Risco, respectivamente; noble y soso el primero, y deslucido el otro.
Domingo L¨®pez Chaves: pinchazo y bajonazo (palmas); y tres pinchazos y media atravesada (ovaci¨®n tras aviso); V¨ªctor Janeiro: gran estocada (ovaci¨®n) y casi entera ca¨ªda (silencio), y Julio Parejo, que confirmaba alternativa: estocada trasera (ovaci¨®n tras aviso), y dos pinchazos y estocada baja (silencio tras aviso).
En la corrida celebrada en Madrid fallaron los toros de Lagunajanda, todos en el l¨ªmite de la invalidez, imposibles para ensayar el toreo. Tambi¨¦n el viento molest¨® durante toda la funci¨®n, que se desliz¨® por los derroteros de la frustraci¨®n y la desesperaci¨®n.
El primer toro de la tarde, el de la confirmaci¨®n de Parejo, fue devuelto a los corrales por partirse un pit¨®n por la cepa en el primer encuentro con el caballo. Se corri¨® el turno y salt¨® al ruedo el rese?ado como sexto, un ¡®t¨ªo¡¯, que se dice en la jerga, por su imponente estampa, aunque pronto evidenciara muy pocas fuerzas; lleg¨® a la muleta sin celo, se movi¨® al paso y perdi¨® las manos continuamente.
No tuvo la suerte de cara el confirmante, aunque se mostrara por encima de las circunstancias; mulete¨® con mucho temple, en el conjunto de una labor que, como no pod¨ªa ser de otra forma, no lleg¨® a calentar. El sexto fue un sobrero de El Risco, en la l¨ªnea de los titulares, muy blando y sin fondo alguno. Parejo mostr¨® ganas, pero nada pudo hacer.
El primero de L¨®pez Chaves volvi¨® tambi¨¦n para atr¨¢s por su absoluta invalidez. El hermano de camada que sali¨® en su lugar fue bravo en el caballo, y empuj¨® con fijeza y poder, sobre todo en el primer puyazo. En la muleta, en cambio, no tuvo tan buen estilo el toro, se acost¨® por el lado derecho y sin terminar de pasar. Poco material para el salmantino, que anduvo con oficio pero sin lucimiento.
El sobrero del Conde de la Maza que hizo cuarto, sin ser tampoco nada del otro mundo, al menos se mantuvo en pie para que L¨®pez Chaves, a base de consentirle y hacerlo todo a su favor, trazara muletazos de notable entidad con la mano diestra.
Suavidad, mando y hasta cierto regusto en los compases finales fueron los mimbres de una faena en la que la inteligencia, la buena t¨¦cnica y el oficio del torero de Ledesma se fusionaron para llevar el inter¨¦s a los tendidos. L¨¢stima que al final lo echara todo a perder con la espada.
Tampoco tuvo tela que cortar V¨ªctor Janeiro en su primero, toro que manse¨® en los primeros tercios, sin fuerza alguna, y de rebrincadas acometidas hasta que se par¨®. El de Ubrique brind¨® al p¨²blico una faena de mucha voluntad, en la que se mostr¨® solvente, pero sin alcanzar mayores cotas por las nulas posibilidades del astado. El estoconazo final, que tir¨® al toro sin puntilla, fue lo mejor de una labor ovacionada por los tendidos.
El quinto fue un toro que embisti¨® a oleadas y tir¨® derrotes a diestro y siniestro. Janeiro volvi¨® a estar tesonero, e, incluso, firme para aguantar y sortear las tarascadas que le tir¨® el animal, que, por suerte, acab¨® desfond¨¢ndose, y permiti¨® al gaditano torearlo con m¨¢s sosiego, aunque, eso s¨ª, tambi¨¦n por la periferia.
Talavante, a hombros en Antequera
El diestro Alejandro Talavante cort¨® las dos orejas del sexto toro del festejo goyesca celebrado en la localidad malague?a de Antequera, lo que le permiti¨® salir a hombros por la puerta grande.
Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron cuatro toros de Jandilla y dos -primero y tercero- de Vegahermosa, terciados, nobles, y, algunos, con pocas fuerzas.
Rodolfo Rodr¨ªguez El Pana, oreja y dos vueltas al ruedo; Morante de la Puebla, ovaci¨®n y pitos, y Alejandro Talavante, ovaci¨®n tras petici¨®n y dos orejas.
Se presentaba por primera vez en Antequera, y con 63 a?os, el mexicano El Pana, y se le esperaba con cierto resquemor por su edad y su particular estilo, que, en ocasiones, escapa de los c¨¢nones m¨¢s serios de la tauromaquia.
En su primer toro se luci¨® con el capote, tanto en las ver¨®nicas de recibo como en un quite con el capote a la espalda. Brind¨® al p¨²blico una faena de muleta de pases poco vistos pero muy jaleados, para seguir con tandas de derechazos lent¨ªsimos, pases de pecho, molinetes y giraldillas y una buena estocada que le vali¨® una oreja. En su segundo, breve con el capote, llev¨® a cabo series de muletazos sobre ambas manos de tanto valor como vistosidad.
El lote de Morante de la Puebla no tuvo el son que requiere este torero. En su primero tan s¨®lo dej¨® un quite por chicuelinas. El toro, que hinc¨® dos veces los pitones en la arena, lleg¨® a la muleta con pocas fuerzas. En su segundo, menos a¨²n. Un par de ver¨®nicas, buenos pares de banderillas de Jos¨¦ Antonio Carretero y mucha brevedad con la franela.
Talavante marc¨® la diferencia. En su primero se luci¨® por ver¨®nicas y gaoneras, y con la muleta traz¨® muletazos de mucha enjundia, pero perdi¨® los trofeos con los aceros. Artista y pinturero en el otro, llev¨® a cabo una gran faena de muleta; mat¨® de una estocada algo trasera pero de efecto fulminante, que lo convirti¨® en el triunfador de la goyesca.
Triunfalismo en Cuenca
Los diestros Manuel Escribano e Iv¨¢n Fandi?o y el novillero Aitor Dar¨ªo El Gallo abrieron la puerta grande en Cuenca en una tarde a caballo entre el triunfo y el triunfalismo, en la que la suerte suprema se convirti¨® en un mero tr¨¢mite.
Con casi tres cuartos de entrada, se lidiaron cuatro toros de Antonio L¨®pez Gibaja, bien presentados, nobles pero faltos de fuerzas, y dos novillos -tercero y sexto- de Jos¨¦ V¨¢zquez, rebrincado el primero y de buen juego el otro. En s¨¦ptimo lugar se lidi¨® un sobrero de regalo del hierro de Jos¨¦ V¨¢zquez para Manuel Escribano, mansurr¨®n.
Manuel Escribano, que sustitu¨ªa a Jim¨¦nez Fortes: estocada tendida (ovaci¨®n); casi entera (ovaci¨®n tras petici¨®n); y estocada ca¨ªda y cuatro descabellos (dos orejas en el sobrero de regalo). Iv¨¢n Fandi?o: pinchazo y estocada (oreja) y estocada (oreja); y el novillero Aitor Dar¨ªo El Gallo: cuatro pinchazos y estocada ca¨ªda (oreja tras aviso); y media y cinco descabellos (oreja).
Babelia
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