I?¨¢rritu y DiCaprio: rodaje infernal

Nunca dos seres tan diferentes se parecieron tanto. Leonardo DiCaprio, el playboy de Hollywood, y Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, El Negro ¡ªcomo llaman a este ind¨®mito mexicano¡ª, parecen en este instante hermanos de diferente madre nacidos a ambos lados de la frontera que se han reencontrado en los estudios Lantana de posproducci¨®n, en Santa M¨®nica (California), para mostrar a EL PA?S las primeras im¨¢genes de El renacido (The Revenant) su ¨²ltima pel¨ªcula. ¡°Una peque?a prueba del universo que presenta este filme¡±, describe el realizador de unas im¨¢genes incesantes, crudas, m¨¢gicas, sangrientas, po¨¦ticas que se sienten muy cercanas y, sobre todo, muy fr¨ªas.

¡°Ya lamento destrozarte as¨ª la ma?ana¡±, a?ade con falso arrepentimiento al acabar la proyecci¨®n de los diferentes clips de la que ya muchos est¨¢n seguros ser¨¢ la nueva apuesta al Oscar del ganador del pasado a?o con Birdman ¡ªa los cines llegar¨¢ en enero¡ª y la que otros consideran la peor experiencia de sus carreras. Para estos hermanos de armas es su lazo de uni¨®n. ¡°No negar¨¦ que el rodaje fue largo y f¨ªsicamente muy duro, pero El renacido es la experiencia m¨¢s vasta y profunda de mi vida¡±, afirma el realizador mexicano.

La pel¨ªcula est¨¢ inspirada en la biograf¨ªa de Hugh Glass, un trampero del siglo XIX que sobrevivi¨® al ataque de un oso pese a ser dado por muerto, abandonado por sus compa?eros y enterrado en la nieve en medio de la nada. Una odisea similar a la que vivieron El Negro y su equipo hace casi un a?o cuando comenzaron un rodaje que les llev¨® a las monta?as nevadas de Calgary (Canad¨¢) para filmar en continuidad y haciendo uso ¨²nico de luz natural. ¡°?Y qu¨¦ me dices de esta barba durante a?o y medio? ?Hoy me ha dado por fin el OK para que me afeite!¡±, bromea DiCaprio acerca de su propia odisea mientras ¨¦l e I?¨¢rritu dan caladas, alternativamente, a sus cigarrillos electr¨®nicos. Hermanos hasta en el modelo de vaporizador de nicotina.

¡°Sab¨ªamos que nos est¨¢bamos embarcando en una aventura que nos pondr¨ªa a prueba y as¨ª fue. Hubo momentos en los que el tiempo era tan duro que no ten¨ªamos ning¨²n control. El clima nos dio por culo. Nada que ver con trabajar en un estudio, eso te lo puedo asegurar. Sin embargo, es precisamente de eso de lo que nos habl¨® Alejandro. Porque esta no es una historia de supervivencia o de venganza. Es la lucha interior de un hombre por encontrar su deseo de seguir viviendo una vez que lo ha perdido todo¡±, explica una de las grandes estrellas de Hollywood.

Es la misma explicaci¨®n que da I?¨¢rritu cuando explica su inter¨¦s por una historia que ni los propios estadounidenses conocen: ¡°No es un western porque el oeste ni exist¨ªa. Ni tan siquiera buscaban oro. Estamos en 1823, un momento en el que convive en el territorio estadounidense una complicada amalgama de espa?oles, mexicanos que acaban de independizarse e indios, y donde las pieles son la moneda de cambio¡±.

Amante de los retos

Su inter¨¦s es m¨¢s cercano de lo que todo lo anterior pudiera parecer, porque tambi¨¦n es ¡ªcomo se?ala el director¡ª el comienzo de una Am¨¦rica que se quiere establecer como potencia comercial y donde el capitalismo como lo conocemos hoy en d¨ªa se empieza a implantar en una sociedad que consume m¨¢s de lo que necesita y donde la mayor¨ªa trabaja como esclavos incluso sin serlo. ¡°Es un momento de injusticia¡±, agrega, antes de apostillar: ¡°Un momento que sigue siendo relevante porque sorprendentemente no hemos mejorado tanto¡±.

Hablando un buen rato con Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu se puede comprobar con facilidad que es un amante de los retos. De la odisea, como ¨¦l la llama. Hasta d¨®nde llega el ser humano con tal de sobrevivir. O hasta d¨®nde puede llegar un cineasta en Hollywood. ¡°Pues piensa en un h¨ªbrido entre John Ford y Tarkovsky¡±, bromea de nuevo Leonardo DiCaprio para hacer rabiar a su nuevo hermano. ¡°Me gusta el g¨¦nero aunque me gusta romper las reglas¡±, le concede el director con picard¨ªa ahora que ha domado sus gre?as con unos mechones te?idos de rubio.

¡°Deseo tener la mente abierta y jugar con los g¨¦neros, con las reglas¡±, agrega. Por eso quiso filmar en plano secuencia, un tab¨² en cualquier rodaje. Y estuvo de acuerdo con su otro hermano de armas, el director de fotograf¨ªa Emmanuel Chivo Lubezki, a la hora de rodar con luz natural. ¡°?C¨®mo iba a utilizar luz artificial en estos parajes? Estaba decidido a aplicar lo que aprend¨ª con Birdman, una fluidez que busqu¨¦ haciendo pocas tomas a la hora correcta. Fue como una funci¨®n teatral siempre al filo del fracaso¡±.

Las primeras im¨¢genes de El renacido parecen lo m¨¢s alejado al fracaso, aunque tambi¨¦n llegan rodeadas de las quejas de aquellos que se quedaron atr¨¢s en una producci¨®n que de 84,4 millones de euros pas¨®, seg¨²n dicen, a un presupuesto de 120. Los que dejaron este infierno por su pie o los despedidos. Historias que hablan de hipotermia y sacrificios innecesarios y que han hecho que I?¨¢rritu salga de su cueva de montaje, donde no le gusta ser distra¨ªdo, para defenderse.

I?¨¢rritu y DiCaprio: rodaje infernal

Y no hay mejor defensa que sus im¨¢genes y la presencia de DiCaprio. ¡°Los ensayos con Alejandro fueron incre¨ªblemente detallados y siempre muy precisos sobre lo que quer¨ªa. Pero esa es la esencia de su cine, capaz de crear algo t¨¢ctil y casi siempre real, una realidad donde el espectador es como una mosca que est¨¢ ah¨ª, en medio de la acci¨®n, de la naturaleza, capaz de crear un ¨¦pico de grandes proporciones que a la vez es extremadamente intimista¡±, resume el actor estadounidense.