¡°Nos vamos a Estados Unidos, g¨¹erita¡±
M¨¦xico reivindica a Diego Rivera y Frida Kahlo como precursores del pop art estadounidense tras su estancia en el pa¨ªs en la d¨¦cada de los 30
Diego Rivera y Frida Kahlo vivieron en Estados Unidos una las ¨¦pocas m¨¢s fascinantes de su vida. Era la d¨¦cada de los 30, los a?os de la Gran Depresi¨®n. Los brokers ca¨ªan sobre el asfalto como granizo, la gente del campo no ten¨ªa un mendrugo de pan que echarse a la boca y el recuerdo del escapista Houdini comenzaba a evaporarse como un sue?o lejano. En medio de ese tumulto los grandes empresarios y los arist¨®cratas culturales de la ¨¦poca se empe?aron en cortejar a este curioso matrimonio mexicano, definido por la propia Frida como la rara uni¨®n "entre un elefante y una paloma".?
Para Diego, Henry Ford es un tipo "encantador, viejo en a?os pero joven de esp¨ªritu" y Mickey Mouse "uno de los h¨¦roes genuinos del arte estadounidense". Estados Unidos es, para ¨¦l, "el lugar perfecto para hacer moderna pintura mural". Cruzar la frontera no hab¨ªa resultado sencillo. Las autoridades miraron con recelo su afiliaci¨®n comunista y si no fuera por el empe?o de un coleccionista de arte de San Francisco, Albert Bender, el viaje dif¨ªcilmente se habr¨ªa llevado a cabo. Cumplido el tr¨¢mite, en noviembre de 1930, Rivera le anunci¨® a a la joven con la que se hab¨ªa casado un a?o antes: "Nos vamos a Estados Unidos,?g¨¹erita".?
La obra que desarroll¨® all¨ª Rivera, y Kahlo en menor medida, ha sido motivo de m¨²ltiples interpretaciones. La ¨²ltima es la de la exposici¨®n Diego Pop, Frida Pop, que se expone estos d¨ªas en la ciudad de M¨¦xico. La muestra aventura la teor¨ªa de que la pareja, por las im¨¢genes ic¨®nicas de la cultura popular estadounidense que injert¨® en sus obras, fue precursora del Pop Art, una corriente que todav¨ªa tardar¨ªa casi tres d¨¦cadas en florecer.
"Es una propuesta interesante... y arriesgada, no lo niego", explica Diego L¨®pez Rivera, nieto del pintor y curador de la exposici¨®n. Y agrega: "Pero ellos registraron elementos de la cultura del pa¨ªs, im¨¢genes que despu¨¦s ser¨¢n muy importantes en el Pop Art. Hay un hilo que conecta estas dos ¨¦pocas".
L¨®pez Rivera se refiere a la lectura que hace su abuelo de Estados Unidos, menos r¨ªgida y m¨¢s abierta a los productos de consumo masivo: la televisi¨®n, el cine, el deporte. Por ejemplo, el mural La Alegor¨ªa de California?tiene como figura central a la tenista Helen Will Moody. La elecci¨®n del pintor caus¨® un gran revuelo. Diego se defendi¨® argumentando que ella representaba California "mejor que nadie" y que se trataba de una mujer "en¨¦rgica, inteligente y hermosa". ? ? ??
Rivera nunca hab¨ªa cobrado tanto "por pintar paredes" ni hab¨ªa recibido tantos agasajos. En San Francisco le invitaron a pintar dos murales, uno en la Bolsa de Valores y otro en el Instituto de Arte de la Ciudad. En diciembre de 1931 expuso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Todos quer¨ªan abrazar al gran Diego, hasta en los momentos en los que retrat¨® el lado m¨¢s triste de la sociedad capitalista. En Frozen Assets?dibuj¨® los cimientos de una gran ciudad sostenidos por trabajadores hacinados. Debajo est¨¢n las arcas de un banco, custodiadas por el magnate John D. Rockefeller. ?
Para Frida fue una ¨¦poca de claroscuros, y por momentos detest¨® llevar la vida de un ama de casa americana. Kahlo dej¨® huella de su viaje en el m¨¢s destacado de sus collages, Mi vestido cuelga aqu¨ª, una obra que comenz¨® en Nueva York y termin¨® en la Ciudad de M¨¦xico.
En la exposici¨®n hay dos figuras de Frida y Diego a tama?o real tomadas de una fotograf¨ªa de ese tiempo. ?l va de smoking, est¨¢ m¨¢s flaco porque estaba a dieta. Ella ha dejado en el armario el traje de tehuana y viste un vestido largo de noche. Es el retrato de dos artistas cerca del sue?o americano, un sue?o que despu¨¦s se truncar¨ªa, pero en esa imagen, justo ah¨ª, lo tienen al alcance de la mano. Merece la pena contemplarlo. ?
La exposici¨®n Diego Pop, Frida Pop: una celebraci¨®n de arte y estilo se expone hasta el 7 de septiembre en la Galer¨ªa Miguel Hidalgo del Parque Lincoln (Emilio Castelar, 163, Polanco). Ciudad de M¨¦xico. La entrada es gratuita.
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