¡®Anomalisa¡¯: Charlie Kaufman encuentra su voz en los mu?ecos

En la primera pel¨ªcula de Charlie Kaufman como director, Synecdoche, Nueva York, un cura dec¨ªa: ¡°Nos pasamos la vida lament¨¢ndonos con la esperanza de que algo bueno ocurra¡±. La frase, incluida en la mastod¨®ntica obra de teatro sobre la vida misma que narraba el filme, tambi¨¦n sirve para resumir la 72? edici¨®n del festival de Venecia hasta la fecha. Por mucho que el criterio para aplaudir un filme parezca ser el simple hecho de que se proyecte, cuesta encontrar un asistente a La Mostra satisfecho con lo que ha visto. Sin embargo, ayer algo bueno ocurri¨®: Anomalisa, el regreso de Kaufman, con una dura f¨¢bula animada en stop-motion dirigida junto con Duke Johnson que cosech¨® un consenso casi un¨¢nime.

La historia de Anomalisa es relativamente sencilla, lo cual, trat¨¢ndose de Kaufman ya es una noticia. He aqu¨ª el guionista de Como ser John Malkovich u ?Olv¨ªdate de m¨ª!, por cuya escritura obtuvo un Oscar. En este caso, el creador se basa en su obra de teatro hom¨®nima: Michael Stone llega a un hotel de Cincinnati para pasar la noche. A la ma?ana siguiente, el hombre, experto en motivar a empleados de servicios telef¨®nicos de ayuda a los clientes, los famosos call centers, celebrar¨¢ una de sus conferencias.

Contra el aburrimiento

Kaufman rechaz¨® que fuera su guion m¨¢s lineal: ¡°La pel¨ªcula es m¨¢s peque?a porque el mundo que cuenta lo es¡±. Adem¨¢s, ese universo tiene otra caracter¨ªstica: cualquiera que se cruce con Michael tiene la misma cara y la misma voz, la del actor Tom Noonan. Todos salvo Lisa, la anomal¨ªa que le sacude de su aburrimiento, a la que dobla Jennifer Jason Leigh. Ambos le ponen voz a mu?ecos ¡°artesanales y art¨ªsticos¡±, como los defini¨® Kaufman. ¡°Por la calidad on¨ªrica de ese tipo de animaci¨®n me pareci¨® l¨®gico hacerlo as¨ª¡±, agreg¨® Johnson.

Y sensato les pareci¨® tambi¨¦n, ante el miedo a que alg¨²n inversor intentara condicionar Anomalisa, buscar ayuda en la Red. Del crowdfunding sacaron 400.000 euros para arrancar el proyecto. Desde ese primer paso, el filme ha caminado cada vez m¨¢s s¨®lido hasta Venecia. Algunas cr¨ªticas ya le han lanzado para los Oscar, como ya ocurri¨® con Del rev¨¦s, de Pixar.

Kaufman explic¨® tambi¨¦n su ¨²ltima relaci¨®n con los call centers: ¡°Antes de venir aqu¨ª llam¨¦ a uno. Me contestaron: ¡®Hola, Charlie, ?c¨®mo est¨¢s?¡¯. Y yo: ¡®Bien. ?C¨®mo est¨¢s t¨²?¡±. Resultado: en lugar de la habitual charla g¨¦lida de pocos segundos, surgi¨® una conversaci¨®n de 25 minutos sobre el viaje de Kaufman a Venecia, el f¨²tbol italiano o el tiempo. Toda una anomal¨ªa.