¡°M¨¦xico es un pa¨ªs sitiado por la muerte¡±
?ngeles Mastretta cumple esta semana 66 a?os. Hace 30 la escritora de Puebla debut¨® con ¡®Arr¨¢ncame la vida¡¯. Est¨¢ entre los que desconf¨ªan del Gobierno mexicano
?Qu¨¦ est¨¢ pasando en M¨¦xico?Tantas cosas, hay tantos M¨¦xicos... Vivo en un M¨¦xico apacible al que llegan como dardos horribles noticias. Es imposible que no oigas al pa¨ªs en el que quieres vivir. Por m¨¢s que me esconda entre los ¨¢rboles y los p¨¢jaros vivo es un pa¨ªs lacerado. empe?ado en la incomprensi¨®n.
?Qu¨¦ es lo peor de lo que ocurre? La idea de que vivo en un pa¨ªs sitiado por la muerte. Cuando se mataban, pero eran narcos contra narcos, pod¨ªa vivir con eso, en un pa¨ªs en el que hay narcotr¨¢fico y eso me daba toda la explicaci¨®n del por qu¨¦: los gringos consumen, nosotros producimos y el Gobierno persigue a los narcos porque EE?UU nos impone la persecuci¨®n. Pero de repente empiezas a ver que EE?UU ya no te impone la persecuci¨®n, legaliza drogas que nosotros tenemos prohibidas mientras aqu¨ª nos matamos por ellas.
Si le dices a tu ej¨¦rcito que puede matar y perseguir a la gente legitimas la violencia en todas partes
?Es s¨®lo la droga la que propicia este vendaval terror¨ªfico? Es con lo que empez¨®, lo que jal¨® la hebra. Supongo que cuando concedes el permiso para matar porque no te queda otro remedio, te das el permiso para matar. Si le dices a tu ej¨¦rcito que puede matar y perseguir a la gente legitimas la violencia en todas partes. Y hay una desconfianza muy seria en el Gobierno. Como la mayor¨ªa de la gente pertenezco a los que no conf¨ªan.
?No hay buenas intenciones? No creo que nadie se meta a gobernar para ser malo.
Hubo matanzas antes, las hay ahora. No cesa la costumbre de matar. Lo que hay realmente es una guerra; me cost¨® trabajo aceptar la palabra. Primero era una guerra de persecuci¨®n al narco. Y ahora, en muchos pueblos lo que hay es una guerra civil porque la mitad de los hijos se fueron al narco y la otra mitad no, porque una familia entera se fue y otra no. Y much¨ªsimos pueblos se van quedado vac¨ªos. Cuando llega una banda y lo toma, se van. Una sociedad rota.
?El odio es la consecuencia o la causa? Por esperanzada quiero decir que es la consecuencia, porque de ah¨ª derivo que puede ser f¨¢cil acabar con eso. La gente se recupera del odio m¨¢s r¨¢pidamente que en una guerra civil como la espa?ola. Creo que incluso en la revoluci¨®n mexicana el olvido fue m¨¢s r¨¢pido. ?Cu¨¢ntos a?os han pasado desde el franquismo y todav¨ªa buscan a los desaparecidos! Cuarenta a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n mexicana nadie andaba buscando qui¨¦n hab¨ªa tenido la culpa.
La gente se recupera del odio m¨¢s r¨¢pidamente que en una guerra civil como la espa?ola
Y ahora el olvido es imposible porque est¨¢ presente. Y porque hay mucho m¨¢s empe?o en recordar: est¨¢ pasando en este momento. Les digo a mis hijos que una de las razones por las que me alegro de no estar aqu¨ª cuando ellos tengan 45 ¨® 50 a?os es que no voy a seguir oyendo que est¨¢n muertos los que esperaban que estuviera vivos.
?Es el peor momento de M¨¦xico en su tiempo de vida? S¨ª. Tuve una infancia feliz y una adolescencia consternada, pero mi consternaci¨®n de adolescente fue por constatar que el mundo era m¨¢s dif¨ªcil de lo que yo hab¨ªa imaginado. Ahora no se sabe qu¨¦ puede ocurrir. Yo vivo instalada en el quiz¨¢.
Es matar por matar lo que sucede. No, es permiso para matar. Lo que sorprende es la cantidad de gente dispuesta a matar y a morir. Much¨ªsima. Pens¨¢bamos que cuando esa gente acabara de matar ya no iba a haber m¨¢s que quisiera hacerlo... ?Pero es que ya vamos por 100.000 dispuestas a matar y morir!
?Qu¨¦ luz hay en M¨¦xico ahora? Cuando suena la puerta de casa abro sin preguntar. Creo que esa es la luz: que puedes confiar a¨²n en otros.
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