El salto de los novelistas a la televisi¨®n
Rushdie, Franzen o Ron Moore, algunos de los autores que prueban suerte en la peque?a pantalla
Si los novelistas son Dios, creando mundos a su imagen y semejanza, los guionistas de televisi¨®n son como el big bang, creando desde el caos del writers room un universo que en lugar de papel tendr¨¢ por hogar una pantalla. Dos visiones de la creaci¨®n narrativa que viv¨ªan en universos separados hasta que la nueva era dorada de la televisi¨®n hizo de los showrunners, dioses, y de los novelistas, guionistas. Como dijo Salman Rushdie la televisi¨®n le ha quitado el puesto al cine ¡°e incluso a la novela¡± como la mejor manera de comunicar una idea. ¡°En Mad Men o The Wire el autor es el centro creativo. Lo que puedes hacer con un personaje, con una historia, no se diferencia tanto de un libro¡±.
Rushdie lleva a?os desarrollando una serie de ciencia ficci¨®n para Showtime titulada Next People. Tom Perrotta ya lo ha conseguido con The Leftovers, lo mismo que Stephen King y La c¨²pula, George RR Martin y Juego de Tronos o Nic Pizzolatto con True Detective. Jonathan Franzen estaba en ello con la adaptaci¨®n de The Corrections para HBO. Y hay m¨¢s autores como Sam Lipsyte, Gary Shteyngart o Michael Chabon, entre otros, que trabajan en televisi¨®n. ¡°Si me preguntas a qu¨¦ me dedico nunca dir¨¦ showrunner. Te dir¨¦ escritor. As¨ª me veo¡±, resumi¨® a El Pa¨ªs Ron Moore, al frente de series como Battlestar Gal¨¢ctica u Outlander. Esta ¨²ltima es un ejemplo de simbiosis de los dos tipos de autores, de televisi¨®n y de papel, donde conviven como escritores Moore y la creadora de los 8 best sellers que inspiran la saga, Diana Gabaldon. De entrada la autora dijo que no a escribir para este otro medio. Una cosa era vender los derechos de su trabajo y otra mancharse las manos para adaptarlo ella misma. ¡°Le dije que no porque no trabajo en grupo. Porque cuando escribo, escribo sola y es mi libro. Nadie lo toca¡±, confes¨® entonces al diario.
'Juego de tronos' y George R. R. Martin tendieron el puente sobre el abismo que separaba a novelistas y guionistas televisivos
Pero la curiosidad y la envidia mueven monta?as. Si David Chase y Los Sopranos marcan el comienzo de la nueva edad dorada de la televisi¨®n, Juego de tronos y la participaci¨®n de George R.R. Martin en su propio proyecto, escribiendo algunos de los guiones de su serie, fue quien tendi¨® el puente sobre el abismo que separaba autores y guionistas. ¡°No voy a negar que me pudieron los celos, la envidia de ver a George o a Robert (Kirkman con The Walking Dead), creadores originales de esas obras, escribiendo para sus series. Me hicieron pensar que yo tambi¨¦n pod¨ªa¡±, reconoci¨® Stephen King al peri¨®dico. El mismo argumento atrajo a Gabaldon. Ese y la curiosidad tras su fuerte vinculaci¨®n a una serie donde el equipo de producci¨®n fue ¡°m¨¢s que generoso¡± implic¨¢ndola en todas las decisiones narrativas.
A¨²n as¨ª quiso m¨¢s. Por ejemplo, la posibilidad de hacerlo mal. Una losa con la que viven los guionistas que adaptan la obra de otros y un reto para sus creadores. ¡°Yo les recuerdo a los guionistas que tienen la libertad de fracasar. Si me lo permites, de cagarla. La misma que yo disfruto cuando escribo The Walking Dead, caminando en la cuerda floja con cada c¨®mic. Una experiencia que tambi¨¦n te llena de adrenalina, la misma que sale del writers room cada vez que destrozan uno de mis libros para hacer de ¨¦l el mejor episodio de televisi¨®n¡±, argumenta Kirkman. ¡°Yo jugu¨¦ con ventaja porque ten¨ªa experiencia en Hollywood¡±, recuerda Martin de unos a?os de los que sali¨® tarifando. ¡°Entonces vi la otra cara. Y son muchos los novelistas que no entienden c¨®mo funciona el medio, lo que lleva a malentendidos¡±, admite incluyendo su propio malestar de entonces. Ahora, tras haber escrito un gui¨®n por temporada, parte de ¨¦l querr¨ªa ¡°aumentar el v¨ªnculo¡±. Pero la otra, la que tiene que poner fin a la sexta y ¨²ltima novela de su saga, The Winds of Winter, le fuerza a abstenerse. Como reconoci¨® en su blog, ¡°escribir un guion lleva m¨ªnimo tres semanas o m¨¢s si no es una adaptaci¨®n literal de la novela. En mi caso m¨¢s porque nunca he sido bueno cambiando de tercio de un medio a otro (...) Y no puedo permit¨ªrmelo¡±.
La primera gran diferencia entre escribir una novela y un guion est¨¢ en los n¨²meros: La primera es cosa de uno y la segunda, de muchos. Como indica la escritora y guionista Taylor Jenkins, escribir para televisi¨®n significa ser capaz de decir la primera tonter¨ªa que se te pase por la cabeza en una habitaci¨®n llena de escritores. ¡°Y decirlo con tal seguridad que no te tomen como idiota¡±, aclara. Hay algo m¨¢s de metodolog¨ªa. ¡°El libro se descuartiza, escena por escena, extrayendo todas las l¨ªneas del di¨¢logo original para que los guionistas puedan utilizarlas aunque en ocasiones lo hagan en otro contexto¡±, detalla Gabaldon. Lo dice sin dolor porque como record¨® James M.Cain tras las quejas de lo mucho que Hollywood hab¨ªa destrozado sus obras al adaptarlas, ¡°los libros siempre estar¨¢n ah¨ª¡±.
Lo que la televisi¨®n a?ade a los libros es audiencia. Hay quien va m¨¢s lejos hablando de un nuevo soporte literario que no solo da un mayor control para crear sino que ofrece inmediatez y alcance. ¡°Da miedo pero es cierto. En la actualidad la televisi¨®n ofrece a los escritores un sentimiento de autor¨ªa que contrasta con la situaci¨®n de hace no tanto, cuando ni se sab¨ªa qui¨¦n escrib¨ªa. Los escritores estamos delante de nuestra obra y es agradable poder comunicarnos de manera m¨¢s directa con quienes ven nuestras series¡±, confirma Damon Lindelof, autor entre otras series de Perdidos y que ahora escribe The Leftovers junto a Tom Perrotta. Las redes sociales han contribuido mucho a este cambio. Kirkman recuerda que el momento del cambio lleg¨® con Kurt Sutter y su gran presencia en Twitter, donde su di¨¢logo cre¨® el mismo fervor que series como The Shield, Sons of Anarchy y ahora The Bastard Executioner, nacidas de su cu?o. ¡°Es un nuevo fen¨®meno. A medida que la televisi¨®n se adentra en el espacio digital y aumenta el acceso a su contenido, las redes sociales explotan con este nuevo universo donde las barreras desaparecen entre el creador y su p¨²blico¡±, explica Kirkman, escritor de c¨®mics, novelas, televisi¨®n y tambi¨¦n cine. ¡°Pero si tuviera una varita m¨¢gica que me devolviera al anonimato, la utilizar¨ªa en un instante¡±. Como sopesa el autor que les dio nueva vida a los zombis, es imposible hablar de la evoluci¨®n literaria en la televisi¨®n, del poder de los showrunners, sin mencionar los peligros que entra?a. ¡°En mi caso si algo puede acabar con los zombis es su popularidad porque es f¨¢cil enamorarse de la atenci¨®n que te da la fama¡±, admite el autor. El trabajo sigue siendo el mismo de siempre, lo que cambia es la percepci¨®n. ¡°No creo tener m¨¢s peso que el que tuvieron Gene Roddenberry o Steven Bochco. Y el trabajo es el mismo. Cambia la forma en la que se nos admira¡±, admite Moore. De ah¨ª que incluso como guionistas se retiren a crear. Kirkman al s¨®tano de su casa porque no tiene internet. King escribi¨® el outline de La c¨²pula en un vuelo a Australia, encerrado en el avi¨®n durante 15 horas. ¡°Ll¨¢mame de la vieja escuela pero con tanta inmediatez en ocasiones lo que es un fen¨®meno en internet no es est¨¢ demasiado bien escrito¡±, a?ade. Y Martin solo busca el conflicto en el coraz¨®n del hombre, un mantra que hered¨® de William Faulkner. ¡°Cuando escribo, sin importar d¨®nde, busco el impacto emocional, historias impredecibles que te lleven donde no has estado. Las mismas que quiero como lector¡±, explica.
Nada es tan rosa como lo pintan. Rushdie no ha conseguido poner su serie en marcha. La c¨²pula ha dicho adi¨®s tras tan solo tres temporadas y en el caso de The Corrections, HBO pas¨® del proyecto por falta de presupuesto. ¡°No ten¨ªamos dragones¡±, declar¨® Noah Baumbach, el realizador que se iba a encargar de la serie, comparando de forma mordaz su fracaso con el ¨¦xito de Juego de tronos. Lo mismo les pas¨® a William Faulkner, Raymond Chandler o F. Scott Fitzgerald cuando hace a?os se enamoraron de Hollywood. Ernest Hemingway fue al grano y se limit¨® a coger el dinero. ¡°Todo es c¨ªclico pero afortunadamente ahora estamos de moda. El mundo del entretenimiento busca contenido y la presencia de una saga con sus lectores o de un autor es bienvenida. As¨ª es como funciona la televisi¨®n, no nos enga?emos. Gracias a Dios, George R.R. Martin y su Juego de tronos abri¨® las puertas a los que vinimos detr¨¢s¡±, resume realista la escritora incluso cuando Martin todav¨ªa no tiene luz verde para su pr¨®ximo proyecto, Capit¨¢n Cosmos, centrado en un joven escritor de ciencia ficci¨®n durante los primeros a?os de vida de la televisi¨®n.
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